¡Advertencia! Si no has leído la saga Harry Potter de J.K. Rowling. No leas este fanfic. Coniene una gran cantidad de Spoiler.
Como todos sabrán, los personajes y algunos lugares pertenecen al mundo de Harry Potter. Por lo tanto pertenecen a la gran...
Hermione Granger caminaba apresuradamente a la clase de Transformaciones. Se reprendía mentalmente por no haberle dicho a su profesor favorito que lo deseaba desde hace tres años. Tres años en los que podría haber hecho que el Profesor Snape bajara sus rígidas defensas personales como lo hizo hace diez minutos en aquella fría mazmorra.
Es sorprendente lo que la castaña pensaba mientras tomaba asiento en una de las últimas mesas mientras que sus mejillas se tornaban de un rojo intenso, en su cuerpo sentía como su sangre quemaba por bajar a la bodega de suministros de pociones y hacer que el hombre oscuro e imponente la empotrara contra las estanterías para hacer probar que sus teorías son ciertas. Que el profesor aparentaba tener menos sentimientos que una roca, estaba lleno de amor y pasión contenido.
No es que Hermione fuera una novata en temas relacionados con el sexo. En realidad ella ya había probado de casi todo. La experiencia que cargaba en sus hombros en parte se la agradecía a Viktor, un chico genial que sabía cómo tratar a Hermione. Nada serio, cero presiones, diversión y placer al cien por ciento. Las idas de Hermione a Bulgaria siempre eran satisfactorias tanto para ella como para Viktor y uno o dos de los amigos de éste. Sólo había una cosa a la que se negaba Hermione en cada uno de sus encuentros con búlgaros calientes.
No besar a ningún chiquillo. Claro, exceptuando a Krum.
Bueno, con Ronald Weasley hubo una pequeña excepción, ya que cuando él la besó en la Cámara de los Secretos la agarró con el shock de haber destruido una parte del alma de Voldemort. Ese fue el peor beso, en opinión de la castaña, que le pudieron haber dado. Temeroso, baboso, para nada deseado.
Sin embargo, a Hermione Granger le picaban los labios por besar al "murciélago de las mazmorras". Desde luego, Severus Snape no es ningún chiquillo. Teniendo Snape treinta y siete años, Hermione Granger suponía que sabe el triple que Viktor Krum con respecto a saber satisfacer carnalmente a una mujer.
Hermione no quería perder más el tiempo romanceando con chicos por aquí y por allá. Tampoco quería atarse a un matrimonio a los dieciocho años. Pero de pensar en la relación que tienen Harry y Ginevra, sentía deseos de poder tener una relación así con alguien.
Viktor se ofrecía a intentar hacerla feliz tanto como Hermione se lo permitiera y Hermione sabía que Viktor podría, después de tantos años de conocerse en todos los aspectos... sabía que tal vez Viktor podría lograrlo.
Pero ella sabía también que darle esperanzas a Viktor no estaba bien. Sabía que Viktor estaba tan enamorado de ella como ella lo estaba de Snape. Sería engañar a Viktor, dejar la posibilidad de enamorar a Severus... sería engañarse a sí misma y eso no era posible.
Hermione solamente esperaba que Severus cooperara con su extraño esquema de seducción, porque, no planeaba dejarse vencer tan fácilmente.
Mientras tanto, en las mazmorras del castillo, Severus Snape daba vueltas y vueltas al mismo problema. Porque para él, Hermione Granger es un problema tan grande como la segunda guerra mágica. Y literalmente lo era. Una guerra en su mente y su corazón. Una guerra entre presente y pasado. Entre Lily y Hermione. Y para desgracia de Severus, él estaba en medio.
En Bulgaria, Viktor Krum se esmeraba en plasmar todo su buen humor en un pergamino, en cada letra que garabateaba ponía toda la sinceridad que poseía. Entre líneas le profesaba el amor que sentía hacia ella y una sutil invitación a su mansión en Bulgaria. También le informaba que en cuanto terminara de estudiar en Hogwarts iría por ella para pasar la mitad de las vacaciones en un país de América. Le decía que serían los tres meses más lagos de su vida y que esperaba que aceptara ir con él a descubrir lugares nuevos.
Ok, éste cap es pequeñito pero muuy importante en la historia, así que voten, comenten, diganme sus dudas si es que las tienen. Quiero que sepan que lo escribí en un golpe de euforia que tuve hace aproximadamente una hora y es por que..... me llegó un correo electronico de mi profesora de Cálculo Diferencial en el que dice que mi calificación final fué un hermoso 9.4.
Créanme que me puse a saltar de emoción porque me la pasé los días más aburridos de mi vida viendo videos en Youtube para poder acreditar el exámen. Creo también que mi esfuerzo dió los frutos que esperaba y qué mejor que compartir con ustedes mi emoción. (Soy la número 1 en la lista).
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Por cierto, subí a mi biografía una nueva historia con su prólogo, les agradecería mucho que se dieran una vuelta por mi biografía y me digan que les parece.
