VII

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Viktor Krum

Las últimas dos semanas pasaron rápidamente. Hermione estuvo en cama por una semana después de la visita de Harry. Las emociones fuertes ya casi no las toleraba, así que después de estar enojada un tiempo, el medimago tuvo que ordenarle reposo absoluto y una poción cada cierto tiempo para calmar su acelerado corazón.

Teddy era una gran distracción para todos en la casa Granger, al pequeño le gustaba oír leer a hermione mientras se acurrucaba a lado de su gran vientre, le gustaba ayudar a Jean poniendo chispas de chocolate en las galletas antes de que las metiera al horno. También hacía cambiar su cabello cada dos por tres para el deleite de Patrick, quien lo halagaba haciéndole inflar el pecho de orgullo.

También le gustaba pasar tiempo conmigo en la pequeña escoba de juguete que le regalé a espaldas de Hermione.

Cuando ella tomaba su siesta vespertina, Teddy y yo íbamos al patio y le enseñaba a montar en su escoba que no subía a más de un metro del suelo. Le enseñé equilibrio y atrapar una pelota en el aire con ambas manos.

Andromeda nos mandaba cartas todos los días, al parecer ya había encontrado la pequeña casa de Lyall Lupin, al que tenía que contarle todo lo que ella sabía que había pasado con su hijo desde que éste decidió dejar la casa de sus padres hasta el día 2 de mayo de 1998.

Para ser honesto, ésto es lo que yo podría calificar como "una vida perfecta"... Claro, cambiando ciertos detalles, pero si sería mi prototipo de vida y familia.

Unos suegros amorosos, un niño enérgico del cual soy su ídolo, la mujer que amo y unos bebés en camino que seguramente serían preciosos por que se parecerán a su mamá. Haría lo que fuera por tener al cien por ciento el corazón de Hermione y que esos pequeños fueran míos, es una lástima que las cosas no son así pero eso no quiere decir que me daría por vencido.

Muchas veces las personas dejan pasar su oportunidad sin ningún miramiento o que no persisten en lograr sus sueños. Pero yo no soy ese tipo de persona.

Yo soy un hombre que lucha por encontrar su oportunidad, soy un hombre decidido, tenaz y sé que soy capaz de darlo todo de mí si creo que vale la pena la meta.

Y voy a luchar y dar todo de mí para conquistar a la mujer que amo, voy a luchar por estar a lado de esos bebés que aunque no lleven mi sangre, los amo como si lo fueran por que yo soy quien va a buscar todos los antojos de Hermione, sea la hora que sea. Por que soy yo quien va a las citas médicas, por que es a mi a quien le late rápidamente el corazón cuando los dos bebés se mueven en el vientre se su madre.

Definitivamente eso es lo que vale la pena y por ellos es por quienes voy a luchar.

[°°°]

Severus Snape

Al pasar los días después de la última vez que vi a Hermione, comencé a sentir que volvía a caer en un poso solitario e inhóspito.

Falté a mi palabra... Rompí una promesa.

Traicioné a Lily.

No podía parar de pensar en qué me juré a mí mismo y a ella que no habría nadie más que ella, que mi luto sería hasta el fin de mis días, pero la carne es débil.

¿Qué hombre podría resistirse a una piel suave y joven? Ninguno.

Cada encuentro con la Señorita Granger era tortuoso y magnífico, desde la manera en la que enterraba sus uñas en mi espalda, la manera en la que arquea la espalda cada vez que besaba su cuello y bajaba por el valle de sus senos hasta llegar a ese paraíso que lleva entre las piernas.

Podría decir que no podré olvidar jamás cuando de una manera exigente y delicada mantenía una mano en mi cabello entre sus piernas mientras que la con la otra mano estruja y se aferra a las sábanas de seda que rodea su cuerpo perlado por el sudor, sin contar el modo en el que entes del orgasmo ella se tensa y súplica entre lloriqueos, después se relaja justo como un arco al ser estirado antes de lanzar una flecha a una gran velocidad, no podría jamás borrar de mi mente el dulce sonido de sus gemidos, el cómo pronuncia mi nombre entre jadeos, invocando a un Dios, haciéndome sentir a mi como su propio Dios... Implorando piedad justo al llegar al clímax.

Siempre había algo diferente, la espontaneidad en las acciones de esa niña eran sorprendentes.

Me sorprendía lo diestra que podía ser en cualquier ámbito que ella decidiera desempeñar. Desde pociones hasta artimancia, cómo también en política y medicina, es una muchacha sublime, no había conocido antes a otra persona como ella. También era bastante fuerte y decidida, pocas personas serían capaces de haber vivido y soportado todo lo que ella había pasado y aún así seguir adelante día a día y alcanzar sus objetivos.

Ahora su futuro está perdido. Completamente arruinado, todo por un error terrible que no quiso remediar cuando tuvo la oportunidad.

¿Qué será de ella? ¿Habrá continuado cargando con los bastardos en su vientre?

Muchas veces la culpa me llena la mente con un constante "pude haber".

Pude haber hecho que tomara alguna poción que arreglara el problema.

Pude haberla obliviado y que continuará su vida sin problema algúno.

Pude haber sido menos débil. Pude haberme alejado de ella. Pude haber hecho mil cosas y ahora no estaría sintiéndome una basura por haber faltado a la memoria de mi Lily y tampoco estaría recibiendo miradas asesinas cada cinco minutos por parte de McGonagall.

El repiqueteo de una lechuza con un sobre amarillo en mi ventana hizo que apartara la mirada del fuego frente mi sillón.

Con un movimiento de varita el ave rápidamente pasó a mis aposentos y dejó el sobre atado con un listón rojo en mis piernas para después perderse en los cielos.

El contenido del sobre era una foto mayormente negra con tonalidades grises que en el centro traía dos pequeñas siluetas marcadas que hicieron que mi sangre se helara en menos de dos segundos y que sacara con un par de arcadas todo el licor que había consumido.

Jamás había sentido tanto terror como en este momento sosteniendo la ecografía con mis temblorosas manos.

Es la peor pesadilla de todas.

Mayor Que YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora