Mayor Que Yo

I

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CAPÍTULO I
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Hermione se mantenía acostada con los ojos cerrados, pensando en lo que había pasado en las últimas semanas. Las noticias eran sorprendentes ¿Quién diría que Draco Lucius Malfoy cayó enamorado de la exótica Luna Lovegood? Tras siete meses de citas Draco estaba completamente decidido a pedirle matrimonio.

Aún recordaba como si fuera ayer la invitación a tomar el té a la Mansión, Draco estaba eufórico por contarle cada paso de su relación secreta con Luna.

— ¡Vas a flipar cuando te diga lo que tengo que decirte! — prácticamente gritó en mi oído mientras me abrazaba.

— Creo que será al revés, Draco... pero dime, ¿a quién dejaste con la palabra en la boca ahora?

— A nadie... bueno, al Ministro, pero eso no es nada importante comparado con lo que te voy a decir ¿Estás lista? — preguntó y después de unos segundos hice señas de que continuara. — Me quiero casar.

— Bueno, eso sí es novedad ¿le pedirás a Narcisa que te arregle otra boda?

—¿Qué? No, claro que no. Fue un alivio librarme de Astoria, creo que lo único bueno que hizo mi padre fue hacernos pasar por pobres. Hubieras visto la cara de Astoria cuando nuestros abogados le dijeron que lo único que poseemos es la Mansión. Absolutamente todo estaba perdido. Casi le da una apoplejía, me costó mucho no reírme en su cara.

Reí con él por qué era muy gracioso pensar en la pequeña y ambiciosa Astoria Greengrass haciendo escándalo por su matrimonio arreglado y soñado.

» Ya sé con quien quiero casarme, Hermione, cuando la conocí al principio me pareció una locura, bueno, ella me parecía algo loca, pero no sabes, Herms, es la chica que siempre había soñado. Es dulce, es amorosa, inteligente, desinteresada, decidida, confiable, es muy educada y sin prejuicios, dice lo que piensa y jamás, jamás me ha hecho menos por ser quien soy. —se dejó caer en el respaldo de su sillón mirando al techo con ojos soñadores... Jamás le había visto así. 

—Bien, sinceramente debe de ser grandiosa para que te traiga así... Te ves radiante cuando hablas de ella, podría decir sin conocerla que es la indicada para ti, Draco, felicitaciones, la has encontrado.

—La conoces, Hermione, me quiero casar con Luna.

—¿Lovegood? —pregunté impresionada. No me imaginé que llegara a ser ella.

—¿A caso hay otra? — preguntó sonriente — ya le dije a mi madre lo que quiero hacer, va a darme su sortija de matrimonio que perteneció a mi abuela y se seguirá con la tradición, es una suerte que Luna sea sangre pura, no es que me siga interesando eso de la sangre, pero no me gustaría ser yo quien rompa con la tradición. Tal vez mis hijos lo hagan y no me importaría. Siempre y cuando tengan la dicha de casarse con quien ellos quieran.

—Bueno es completamente impactante el ver que ya piensas en hijos... Y me da mucho gusto que por fin estés haciendo lo que deseas. No hay mejor chica para ti que Luna Lovegood. Estoy orgullosa de ti.

—Es un alivio para mí que pienses eso, mi padrino dice que mi Luna no es digna de mi apellido.

—Bueno, Draco, Severus no es digno de ser llamado "hombre" y el cree que lo es. Lo único que importa es lo que tú sientas y lo que tú creas. Que te importe poco lo que piensen los demás, es tu vida y debes vivirla como quieres para poder disfrutarla al máximo.