Capítulo Cincuenta y Cinco.

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"Visita inesperada"

Había pasado un mes desde los últimos acontecimientos, nada fue fácil para la familia, la noticia de la muerte de Mike golpeó duro a los Burgeois, André decreto tres días de luto en la ciudad y Audrey anuncio que no habría desfiles hasta nuevo aviso; para los Agreste también fue muy difícil, los novios tenían que ocultar su relación del resto de la ciudad, solo podían demostrar su cariño puertas adentro, además Nathalie debía fingir ser la viuda de un esposo que jamás llegó a tener, París y casi toda Francia la veía como la señora Burgeois y eso le molestaba mucho a Gabriel, no podía esperar a contarles a todos que ella era su novia y que pronto sería la señora Agreste, quería terminar con esas paparuchadas de que ella era de Mike.

Aún lo del famoso empresario era reciente pero el tiempo pasó y la azabache era libre de hacer con su vida lo que quisiera, el afecto que se tenían el uno al otro era grande, tanto,  que algunos medios empezaron a esparcir el rumor de que la viuda de Burgeois había recibido consuelo en los brazos de su jefe, para Gabriel eso era más que acertado y abría la puerta a una futura confesión.

─Leiste esto─ bufo Nathalie entrando al atelier con su tableta en mano, Gabriel dejo de diseñar y tomo el dispositivo para leer el artículo que en esta se presentaba

─"Nathalie Sancoeur a menos de un mes de la muerte de su prometido ya se regodea en los brazos de su jefe, el viudo Gabriel Agreste"─ leyó el platinado en voz alta ─"La señorita parece no tener ánimos de respetar el luto por su prometido y ya busca pretendiente, tengan cuidado"─ agrego y luego río ─Amor no le hagas caso a la prensa, viven de ésto

─¿Cómo quieres que no les haga caso?─ se quejó ─Me tratan como a una cualquiera que lo único que busca es colgarse de un hombre

─Nathalie deja de leer estas tonterías, que te traten como gusten mientras tú no te sientas así que importa lo que digan─ rodea su escritorio para acercarse a ella ─Durante mi carrera fui víctima de muchas noticias así, tu lo sabes mejor que nadie─ la toma de las manos ─Solo no leas estás cosas y concentrate en nosotros─ la besa rápidamente

─Esta bien─ suspira y se va hacia su escritorio

─No olvides ponerte más bella de lo que estás, está noche cenamos solos─ comento el platinado volviendo a dibujar en su pantalla

─¿Si, a que se debe?─ pregunto revisando unos archivos en su computadora

─Bueno, hace un mes que somos novios mi querida─ sonríe ─Me gustaría llevarte a un restaurante, pero con todo esto dudo que podamos salir

─Tengo una idea─ mencionó la dama mirándolo ─Tu de violeta, yo de azul, ambos en la torre mirando las estrellas─ sonríe ─Solos y con la libertad de salir de aquí

─Me agrada─ dijo viéndola ─Nooroo me comentó que puedo hacerle unos arreglos a mi traje, para esta noche le diré adiós a la mascara

─Es una pena, me gusta cómo te queda─ sonríe

─A mi igual, pero es incómoda para besar─ acotó pícaro

─Entonces con gusto acepto el cambio─ sonríe y mira la pantalla para hacer unos ajusten en las agendas ─Me muero de ganas por verte con antifaz

Gabriel no contesto y ella continuo revisando los archivos de la última linea que salió al mercado, ambos estaban en paz y tranquilos, hasta que de pronto el timbre sonó cortando la paz que había en toda la casa.

─Esta niña─ se quejó dejando de ver su pantalla ─Le di una llave para que deje de tocar y se la sigue olvidando─ bufo girándose para contestar el portero eléctrico

─¿Por qué asumes que es Marinette?─ cuestionó el adulto

─¿Quién más sería?─ replicó alzando una seja y contesto el timbre, lo que vio no le agrado para nada ─¿Qué haces tú aquí?─ pregunto en tono molesto, Gabriel presto atención

Dejame pasar por favor, tengo que hablar con el urgente─ dijo una voz en respuesta a la pregunta de Nathalie, Gabriel no alcanzo a oír por lo que se acercó, su novia lucía furiosa

─¿Quién es?─ pregunto parado frente a la azabache

─Graham de Vanily─ respondió a regañadientes mirándolo fijamente

¿Esta Gabriel ahí?─ pregunto la rubia desde el otro lado ─Necesito hablar con el, es urgente, tiene que saber esto, y lo tiene que saber ahora─ exigió desesperada

─Que entre entonces─ replicó el de lentes

─¿Qué dices?─ cuestionó la de mechón rojo ─No la podemos dejar pasar, no después de que. . .

─Lo se mi amor, dejala pasar para dejarle en claro que por aquí no puede molestar jamás─ le sonríe

─Bien─ bufo y apretó el botón que abre la reja

El platinado tomo la mano de su novia y ambos fueron a la entrada para recibir a la hermana de Emilie; la rubia tardo unos minutos en entrar a la casa, pero una vez lo hizo sorprendió, ya no llevaba su trajesillo habitual, por el contrario tenía puesto un vestido negro y sobre ella un tapado del mismo color que parecía ser de una talla más grande.

─¿Qué haces aquí?─ fulminó Gabriel sin darle tiempo a nada

─Veo que los rumores son ciertos─ comento mirando a los contrarios tomados de la mano

─¿Viniste a eso?─ pregunto Nathalie más que furiosa

─No─ ríe ─Necesito hablar con Gabriel─ hace una pausa ─A solas─ agrego clavando su vista en el hombre

─Lo siento Amelie pero no hay entrevistas en solitario para ti, lo que quieras decirme, me lo dirás frente a mí novia─ replicó el platinado decidido y tomando con fuerza la mano de Nathalie

─Bien, que así sea─ suspira ─Pero por favor hablemos en el atelier, necesito sentarme, las piernas me matan─ toma aire ─Ademas creo que ustedes también querrán estar sentados─ ríe

─Bien─ se quejó el diseñador ─Ya sabes el camino─ señala el pasillo

La rubia se encamina hacia el atelier, Gabriel le da una mirada fija a Nathalie y luego ambos sin soltarse de las manos siguen a Amelie a paso tranquilo para que está finalmente les diga eso tan importante que vino a contar.

Miraculous: Peligro Où les histoires vivent. Découvrez maintenant