Capitulo Veintinueve.

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"Salida"

Nathalie estaba lista, su cabello suelto, y aquel vestido azul enteriso que llegaba hasta sus rodillas adornado con un cinto marrón a su cintura que le quedaba más que perfecto, tras tomar coraje salio de su habitación, y bajo las escaleras, frente a la puerta Adrien la esperaba con una sonrisa pintada de oreja a oreja, el chico para la ocasión se vistió con un suéter verde, unos jeans azules, y su respectiva camisa blanca la llevaba atada a su cintura.

─No tengo palabras─ comento risueño

─Ahorratelas para tu novia─ replicó jocosa

─¡¡Adrien!!─ se escuchó un grito desde el atelier, la mujer se quedo estática y el rubio tomo aire, en segundos el diseñador ya se encontraba en el lugar envuelto en una furia descomunal ─¡Que has hecho!─ bufo, y luego se calmo un poco al ver a su asistente, este no la reconoció ya que estaba de espaldas

─Lo correcto padre, hice lo correcto─ contesto muy tranquilo, aunque a decir verdad por dentro temblaba

─Hablaremos luego de esto, no haré una escena frente a esta señorita─ suspira

─¿Desde cuando le ocultas cosas a Nathalie?─ pregunto pícaro

─¿Nathalie?─ cuestionó muy asombrado, la mujer se gira y lo mira fijamente ─Lo~Lo siento Nathalie, dios, no te reconocí─ la inspecciona ─¿De verdad eres tu?

─Si, soy yo─ bufo

─Luces tan diferente─ comento sin dejar de observarla

─A verdad que si, luce preciosa─ acotó el menor, el hombre dejo de mirar a la mujer y recayó su vista en su hijo

─Bueno, Nathalie no te salvará esta vez, ¿por que has hecho eso con tu tía?─ lo reto en un tono más tranquilo

─Hablamos luego papa, no queremos llegar tarde─ se gira y habre la puerta, luego sale dejando a su padre con la palabra en la boca

─¿Vas con el?─ pregunto al ver que su asistente estaba por seguir al chico

─Así es─ contesto ─¿Por que?

─Por nada. . .¿a donde van?

─No lo se.

Tras eso salio y cerró la puerta dejando a Gabriel envuelto en una consternación terrible. "Madre e hijo" caminaban tranquilamente por las calles de París, por el momento ambos en silencio, pero los dos pensaban en la misma cosa, la reacción del platinado segundos atras, la expresión de sorpresa que tuvo cuando supo que era ella la que estaba frente a el y toda la escena que protagonizó.

─Te dije que cambiando tu estilo te notaria─ rompió el silencio

─Aun no me noto─ replicó

─Y ahí volvió la asistente otra vez─ bufo ─Deja de ser pesimista, y valorate mas

─Viví asi los últimos años─ se quejo ─No me vas a cambiar de un día a otro─ se cruza de brazos

─Pues deberías cambiar─ bufo

Ambos llegaron hasta el puesto de helados que tiene André, allí cada uno pidió un cono, el hombre confeccionó uno de moras, fresa y crema para el rubio, y uno de fresas, limón y uva para la adulta, con sus helados servidos, estos continuaron su marcha hasta la panadería de los Dupain, en donde finalizaban su recorrido.

Miraculous: Peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora