Miraculous: Peligro

Capítulo Treinta.

"Un nuevo comienzo"

Después de la presentación oficial de Marinette, como novia de Adrien, la rutina de Nathalie cambio un poco bastante, ahora se levantaba más temprano en la mañana, re armaba la agenda para que el joven tenga un espacio libre en el cual verse con su amada, luego de eso despertaba al muchacho, tomaban el desayuno y salían al instituto, ahora con la nueva parada que debían hacer ya que pasaban a buscar a la joven así los dos llegaban juntos. Una rutina que la mujer estaba empezando a odiar ya que ella no fue la que la planeo sino que fue pedida por el modelo, y a lo que el respecte ella no se puede negar.

Por otra parte su relación con Gabriel quedó estancada, el hombre nisiquiera mostró alegría ante su decisión de quedarse, solo se mostró normal y continuó su rutina como si nada, eso le dolió bastante a la ejecutiva, jamás se espero semejante reacción de parte de su jefe, los días anteriores se había mostrado muy interesado en hacerla quedarse, y ahora simplemente le daba igual.

─Nathalie regrese─ musitó el chico apenas puso pie en la casa, desde un costado apareció la adulta con su tableta en mano y un semblante cansado

─Buenas tardes Adrien─ saludo con apatía sin mirarlo ─Tienes tu cena servida─ comento y atino a regresar a su escritorio, pero fue detenida por el chico quien no tenía planeado dejarla ir

─¿Estas bien?─ pregunto tocando su hombro

─Si─ contesto más apática ─Cansada─ agrego

─Ve a tomar un respiro─ le ordenó con tranquilidad, ella sonrió

─Tengo mucho trabajo─ replicó ─A tu padre no le gustará que deje las cosas por la mitad

─Pero mirate─ la interrumpió ─Estas muy cansada, mi padre exagera, ve a descansar por favor

─Aprecio tu preocupación─ sonríe forzadamente ─Pero no es necesario, descansaré luego, tu ve a cenar antes de que se enfríe

─Esta bien. . .pero luego ve a descansar por favor, no quiero que nada te pase─ sonríe y se encamina a su cuarto

La ejecutiva continua su marcha y vuelve a su escritorio, frente a ella se encontraba el platinado mirando unos diseños a los cuales debía hacerles unas correcciones, pero por alguna extraña razón no podía encontrarle solución a las fallas, seguro era porque estaba cansado, llevaban varios días trabajando en el desfile y eso estaba consumiendo sus vidas.

─Tengo suerte de tenerte conmigo─ dijo de la nada apenas vio que la mujer tomo asiento a unos escasos metros cerca de el ─Jamas habría podido hacer este desfile sin tu asistencia─ agrego en tono tranquilo fijándose en ella, la mujer ni siquiera lo miro solo hizo oídos sordos ─Nathalie te hablo─ bufo para llamar su atención pero ella seguía en su mundo ─Nathalie─ dice su nombre en voz alta pero nada ─¡¡¡Nathalie!!!─ grito a todo pulmón, la contraria eleva su vista

─¿Necesita algo?─ pregunto tratando de sonar desentendida

─No, solo te comentaba algo─ susurra

─¿Que cosa?─ cuestionó

─Nada─ desvía su mirada ─Tomemosnos un descanso─ se gira y se encamina a su escritorio

─Como diga─ se levanta ─Ire por café, ¿quiere?

─No, gracias─ suspira

la mujer salió del lugar, camino a paso lento hacia la cocina, y allí se preparó un café negro bien cargado, iba a necesitarlo, la noche sería larga y parecía que se la pasarían trabajando, en un momento apareció Adrien en el lugar, y se encaminó silenciosamente hasta la heladera, allí tomo la jarra de agua y se sirvió un vaso

─¿Café?─ pregunto algo soñoliento, la ejecutiva solo asintió ─Promeriste ir a dormir─ bufo como si de un niño pequeño se tratara

─Sabes que tu padre está organizando un desfile y requiere mi asistencia─ suspira

─Es inhumano─ bebé un sorbo ─Imagina si aún vivieras fuera de esta casa, tendrías que volver sola a estas horas, que inconsciente es. . .

─Me agrada tu forma de pensar─ sirve su café ─Pero aveces exageras mucho─ ríe

─No exageró─ replicó dejando su vaso en el fregadero

─Si que lo haces─ se sienta cerca de la mesada ─Lo bueno de todo esto es que tu novia está en buenas manos─ da un sorbo a su bebida

─Prometi cuidarla con mi vida─ comenta vanidoso

─Eso es dulce de tu parte─ hace una pausa ─Marinette es afortunada de tenerte─ suspira

─Los Agreste somos así, cuándo papá se de cuenta, estoy seguro que te tratara igual.

─No creo que se de cuenta─ da otro sorbo ─Pero bueno. . .estoy cambiando los horizontes─ comenta pudorosa

─¿Qué quieres decir?─ cuestionó con notoria molestia

─Bueno. . .Gabriel Agreste es alguien inalcanzable para mí, así que decidí conocer a alguien mas─ bebé otro poco de café

─No puedes, no hagas eso─ súplica con temor

─Puedo y lo haré─ sonríe y deja su taza en el fregadero ─Me cansé Adrien, tu padre no mirara más allá del recuerdo de tu madre, tu tía es prueba de eso─ suspira ─No seré un mero reemplazo, quiero alguien que me quiera por lo que soy, y eso no lo voy a conseguir al lado de tu padre─ va hacia la puerta ─Que descanses─ sale

─Si se enamora de otro Amelia no va a regresar─ se gira y toma queso de la nevera, su kwami se hace presente al sentir el aroma ─Tengo que evitar eso a toda costa

─Tal vez deberías dejarla─ acotó el ser mágico ─Tu padre necesita ver que la dama de negro no estará toda su vida a su lado, y cuando se de cuenta que es feliz sin el, querrá buscarla

─Creo que eres un genio─ lo toma entre sus manos ─Plagg haremos eso, consigamosle pareja a Nathalie

─De todas formas hay que tener cuidado, no querrás que se enamore de otro enserio─ se libera del agarre ─Solo hay que hacer que tu padre se ponga celoso

─Conseguire un buen candidato─ toma otro pedazo de queso ─Salvare a mi hermana y haré que ellos se enamoren, así seremos felices

El kwami y el chico salen del lugar para regresar a la habitación y poder planear allí con más cuidado, por otra parte Nathalie encontraba a Gabriel dormido sobre el escritorio, con mucho cuidado lo tapo con una manta bordo que misteriosamente una vez apareció sobre ella, y luego se retiró a sus aposentos, ella también estaba agotada y necesitaba recargar energías, el desfile estaba cerca y sería el día más estresante que todos tendrían en sus vidas.