Capítulo 93: Comprensión

8.2K 544 3
                                    

Lo prometido es deuda! Aquí les dejo un nuevo capítulo. Agradecería muchísimo que voten y comenten🥰

Cada vez falta menos para el final 😳 y las cosas se están volviendo cada vez más interesantes...

Por otra parte, si quieren participar del preguntas y respuestas a los personajes, pueden comentar sus dudas aquí👇🏼. Estoy recopilando preguntas, y muy pronto tendrán la posibilidad de conocer las respuestas de Mía y Matthew. (¡Y si quieren de otro personaje, también!)

Nos leemos😘

_______________________________

Me hubiese gustado saber de antemano lo que iba a suceder conmigo en Asterville. O al menos, llegar a imaginármelo. Una parte de mí conocía los peligros que podía llegar a enfrentar, por leer en internet y por palabras de personas que vivían allí. Pero nunca fui del todo consciente, y ahora creo que haber estado tan desprevenida, fue el peor error que alguna vez cometí.

Había otras cosas que tampoco podía quitarme de la cabeza. Conocía a Travis desde hacía años y aún no lograba entender cómo fui capaz de tragarme todas sus mentiras. De haber obviado ese horrible y oscuro lado que él tenía desde siempre. Nunca me imaginé que podía tener pensamientos tan retorcidos y oscuros, ni mucho menos que podía llegar a ponerlos en práctica.

¿Por qué había permitido que todo esto me pasara?

¿Por qué no había sido capaz de luchar hasta el último respiro?

¿Por qué me había rendido tan rápido?

—¿Quieres que te traiga algo?— preguntó Matthew desde el marco de la puerta—. Necesitas comer, Mía.

Negué con la cabeza y me acurruqué más entre las sábanas. Giré a un lado para evitar que vea mi rostro y al darse cuenta de ello, se fue dejándome sola.

Habían pasado un par de días desde que abandoné el hospital. Matthew no se despegaba ni un segundo de mi lado, y eso era algo que realmente apreciaba. Pero aún no lograba acercarme a él. Todavía desconfiaba de todas las personas que se acercaban a tres metros de distancia. Y me sentía completamente horrible al hacerlo, pero por dentro sentía tanto miedo que era incapaz de evitarlo.

Lloré un rato más, recordando el infierno que Travis me había hecho pasar. No pasó mucho tiempo hasta que, sin darme cuenta, me quedé completamente dormida.

*

Abrí los ojos cuando sentí la luz rebotar sobre mi rostro. Sentía que la cabeza me estallaría en cualquier instante. Estiré mi cuerpo y observé la hora en mi nuevo móvil. Eran las siete de la mañana y tenía cuatro mensajes de texto por parte de Cat.

Había decidido dejar a Cat fuera de todo esto. Mentí acerca de los días que había estado desaparecida diciéndole que nos tomamos unas pequeñas vacaciones con Matthew. Sinceramente, creía que era lo mejor. No había forma de que pudiera contar todo lo sucedido en voz alta. Nadie lo sabía. Porque al momento de decírselo a alguien más, el recuerdo se multiplicaría y ya no sería capaz de contenerlo.

Necesitaba olvidarme de todo.

Me levanté y sentí mi estómago gruñir. No había comido prácticamente en días. Arrastré mis pies hacia la salida del cuarto de Matthew y abrí la puerta despacio. Al hacerlo, me topé con el cuerpo de Matt atravesando el marco, completamente dormido. Llevaba la cabeza inclinada hacia un lado y la boca entreabierta. Sobre sus piernas, había una bandeja con comida y una flor adornándola.

Por primera vez en días logré sonreír. Verlo allí, tan vulnerable, sabiendo que intentaba respetar mi espacio sin alejarse lo suficiente, llenó mi corazón de ternura. Me agaché para estar a su altura y lo contemplé por unos segundos más. Se veía tan hermoso y pacífico que me dieron unas ganas inmensas de abrazarlo y nunca dejarlo ir.

—Lo siento— susurré acariciando su mejilla con suavidad—. Siento tanto que tengas que estar aquí para recoger mis pedazos rotos...

Me alejé en puntillas para no despertarlo. Caminé hacia la cocina para hacerme un café, ya que realmente lo necesitaba. Una vez listo, le agregué un poco de leche y una pizca de canela. Me puse en puntitas de pie para intentar llegar a la alacena más alta, en busca del frasco de azúcar. Pero al hacerlo, sentí unas manos posicionarse sobre mi cadera e inmediatamente me sobresalté, ahogando un grito.

—Lo siento... lo siento— se disculpó Matthew alejándose. Cerré los ojos por un segundo intentando calmarme.

¿Toda mi vida viviría con miedo?

Al abrirlos, me encontré con su rostro y su maldita expresión de culpa. Estaba triste, se le notaba. Dejé que una lágrima corriera por mi mejilla pero la quité antes que él pudiera notarla.

—Lo siento, Matt—hablé mirándolo a los ojos—. Me gustaría dejar de estar tan aterrada, pero sinceramente no logro hacerlo.

Black Soul se acercó despacio. Me entregó una mirada que me hizo creer por un segundo que todo estaría bien. Que pronto, las cosas iban a solucionarse.

Nos quedamos así durante unos minutos. Muy cerca, pero sin llegar a tocarnos. Sin decir ni una palabra. Solo concentrándonos en nuestro lazo de miradas, que estaba comenzando a romperse debido a mis lágrimas.

—¿Puedo... puedo abrazarte?— preguntó en un murmullo. Poco convencida, asentí con la cabeza y cerré mis ojos, luchando internamente para que los recuerdos de aquellos días no me atormentaran.

Sentí sus brazos envolver mi cuerpo. Recordé el tacto asqueroso de Travis sobre mi piel y me oí a mí misma gritando. Cerré los ojos con más fuerza y me aferré aún más a su cuerpo. Como si sentir su piel sobre la mía pudiera borrarlo absolutamente todo.

—No estás sola, Mía. Me encargaré de estar a tu lado, aún hasta cuando ya no me necesites— susurró sobre mi oído, haciéndome sentir escalofríos.

Apreté los ojos con más fuerza. El olor nauseabundo que me había acompañado los últimos días volvió a hacerse presente. El mareo, la desorientación y los temblores resurgieron en mi cuerpo de un momento al otro. Me sentí tambalear entre sus brazos. Advertí que me desvanecería en cualquier segundo. Pero todavía seguía aferrada a él; a su aroma, a su cuerpo. Aún quería creer que todos los malos recuerdos podían ser reemplazados. Que los buenos momentos aún tenían posibilidades de triunfar.

Atrapé su cuerpo entre mis brazos, tan fuerte que podía jurar que le estaba haciendo daño. Luché interiormente para dejar a un lado los tormentos que mi mente revivía con cada minuto que pasaba. Deseé con tanta fuerza que la batalla terminara. Que la paz me alcanzara de una vez por todas. Pero aún no estaba lo suficientemente fuerte para lograrlo.

Solté el grito que tenía atravesado en mi garganta desde hacía días. Cuando lo hice, supe que había asustado a Matthew porque su corazón se detuvo por un instante, y luego disminuyó su ritmo hasta convertirse en algo casi inexistente. Él también estaba roto. Pude notarlo en ese preciso segundo.

Sin decir nada, me escabullí de entre sus brazos sintiendo que me estaba asfixiando. Abandoné el lugar más seguro que había encontrado en meses para volver a ese pozo oscuro del cual me estaba costando tanto salir.

Black Soul   |Completa|Where stories live. Discover now