Capítulo 84: El plan perfecto

9.1K 544 35
                                    

Matthew

—¿¡Sin ventanas!?—exclamó confundida Mía observando la pantalla de la computadora.

Nos encontrábamos acostados en el sofá de mi nuevo departamento. Mía estaba en una llamada con Cat, definiendo las últimas opciones de apartamentos en el centro de Oxford. Aunque por fuera podía fingir, en el interior estaba muriendo por la angustia que me producía oírla hablar sobre su nueva vida. Sobre su partida de Asterville y por ende, nuestra ruptura definitiva.

Con la guitarra entre mis brazos y la cabeza de Collins reposada en mi regazo, me dediqué a inventar parte de la melodía que me faltaba para terminar otra canción.

—¿Ya está todo listo?— pregunté algo emocionado cuando la noté sonreír a la vez que apagaba el computador.

—Podría decirse que sí. Nos pusimos de acuerdo en el apartamento. Solo falta ponernos en contacto con el dueño— respondió la pelirroja mirándome a los ojos.

—Me alegro mucho— la felicité. En verdad me ponía feliz verla tan contenta con sus nuevos planes. Incluso cuando ellos no me incluían.

—¿Por qué no vamos por un helado? Yo invito.

Acepté con gusto la invitación de Mía. Con rapidez se cambió el pijama y me apresuró para que salgamos.

En las calles de Asterville se podía vivir un clima diferente. Además del aumento de la temperatura, la humedad y los rayos del sol presentes hasta la tarde, había algo distinto. Desde que The Crown abandonó el negocio, las cosas estaban aún peores. La tensión se podía sentir en cada esquina. Con cada paso, se podía oír un nuevo crujido que indicaba que, muy pronto, todo se derrumbaría. Como si la tierra se estuviera abriendo justo en frente de nosotros y nadie pudiera darse cuenta.

Por supuesto que, a mi lado, Mía estaba completamente a salvo. Aquellos novatos que solían iniciar el caos, tenían en claro con quién no podían meterse. Siempre ha sido de la misma manera. Y a pesar de que la banda había caído, aún continuaba al mando.

Los Mobsters no habían dado ninguna señal. Seguían actuando entre las sombras, con la desconfianza a carne viva. Aún así, no les habíamos dado ningún indicio de nuestro plan. Podíamos confirmar con certeza que no se esperaban nada de lo que vendría. Con Maisie infiltrada en la banda, contábamos con una increíble ventaja. Y esperábamos que, nuestro último movimiento, terminara de destruirlos por completo.

—Vainilla y menta, por favor—exclamó Mía con voz de niña pequeña una vez dentro de la tienda de helados.

—No creo que esa sea una buena combinación.

—Shh. No sabes de lo que te pierdes— respondió ella algo enojada mientras que aceptaba el helado con una sonrisa.

—Chocolate, por favor— pedí al hombre detrás del mostrador.

—Que básico— molestó la pelirroja en un susurro.

—Como digas.

Ambos comimos en silencio. Yo por mi parte, me concentré en observar cómo Collins luchaba contra el helado y con lo rápido que este se derretía. No pude evitar sonreír cuando noté como toda la parte inferior de su rostro se había teñido de un verde neón.

—¿Ya lo has terminado?

—Claro.

—Pero... no han pasado ni siquiera cinco minutos— protestó ella con las manos cubiertas de helado de vainilla.

Black Soul   |Completa|Where stories live. Discover now