Black Soul |Completa|

Capítulo 86: Una vez más

Lo atrapé entre mis brazos sin la intención de soltarlo. Matthew me correspondió y apretó mi cintura con delicadeza. Sin hacer ningún esfuerzo, levantó mi cuerpo del piso y tomando un impulso, me hizo girar en el aire.

—Gracias— agradecí soltando una risa—. Creía que no tenías ni la más mínima idea.

—Debes confiar en mí cuando te digo que lo conozco absolutamente todo, pelirroja.

Encorvé una ceja y mordí mi labio. Ese movimiento pareció atraer a Black Soul, ya que volvió a envolverme entre sus brazos y me besó con suavidad.

—Feliz cumpleaños, Mía— exclamó Jamie interrumpiéndonos.

—Gracias pequeña— agradecí agachándome a su altura y dándole un fuerte abrazo.

Matthew tomó mi brazo una vez que Jamie se distrajo y me encaminó hacia el patio trasero. Caminamos tomados de la mano, aún con nuestros disfraces puestos, hasta llegar a la pequeña casa del árbol que el señor McAlister había construido para sus hijos antes de morir.

Observé a Matthew algo confundida al notar que nos deteníamos justo allí. Él simplemente me hizo una seña para que aguardara y rodeó el árbol hasta perderse de mi vista. No tardó más de un par de segundos en reaparecer, pero esta vez sostenía algo entre sus manos. No pude deducir qué era lo que se encontraba cubierto por esa vieja tela blanca.

—Vamos— me animó Matt para que quitara la sábana y revelara de una vez por todas el misterio.

"¡Feliz cumpleaños Mich!"

Inmediatamente sentí como la risa comenzaba a atacar mis pulmones sin la intención de detenerse. Black Soul también estalló en carcajadas al admirar su increíble obra maestra.

Frente a nosotros se encontraba una gigantografía de cartón, de un bufón que llevaba un traje verde y la cara de Cat. Además, pulsando un botón, decía algunas frases con una voz chistosa, como; "Que los cumplas feliz" "Qué placer volver a verla, princesa" "¡Aquí estoy para que no me extrañes demasiado!"

—¡Esto es increíble!— reí volviendo a apretar el botón una y otra vez. Pasé mi brazo por los hombros del bufón y sonreí cuando Matthew nos tomó una foto.

Luego de un par de minutos más, Matt me invitó a ingresar a la casa del árbol. Con su ayuda, logré subir las pequeñas escaleras de madera, y a la hora de ver lo que me esperaba del otro lado, quedé completamente anonadada.

Todas las pequeñas paredes de madera estaban adornadas con unas luces tenues que iluminaban cada una de las fotografías colgadas allí. Di una recorrida por cada una de ellas, observando con detenimiento las fotos en donde aparecíamos nosotros en distintas ocasiones. Sonreí al recordar todos los momentos que guardaban.

—Gracias, Matt. En verdad.

Volteé para mirarlo y lo encontré sosteniendo un pastel con forma de corona. Llevaba una vela encendida justo encima de la frase "Feliz Cumpleaños, pelirroja" escrita con betún blanco. Escuché como cantaba un pequeño fragmento del "cumpleaños feliz" y al finalizar, soplé pidiendo un solo deseo.

Juntamos nuestros labios en un tierno beso que duró más de la cuenta. Luego de pasar un tiempo abrazados y en silencio, Matthew rebuscó entre sus cosas hasta sacar una botella de vino y un cajita color turquesa que estaba adornada con un gran moño blanco.

—Ábrela—me la entregó en mis manos y me animó a abrirla.

—No era necesario Matthew. Realmente no hacía falta comprarme nada— reproché.

—Claro que sí, pelirroja. Ahora deja de hablar y ábrela.

—Gracias— agradecí antes de desarmar el perfecto moño blanco.