Rosa - Si me quieres, lo descubrirás (I) (⸙)

C025 - ¿Cómo pasó esto?

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―¿Cómo pasó esto? 

Con gran incredulidad, Mu Yifan se miró las uñas. El color se había vuelto más oscuro que antes, hasta un negro grisáceo. Era como si se hubiera puesto esmalte de uñas. Era muy evidente y no podía ocultarlo aunque quisiera.

Recordó que hasta los últimos días de abril no se había acelerado el ritmo de transformación zombie de Mu Yifan. Entonces, ¿por qué se transformaba tan pronto?

¿En qué se equivocó todo?

Mu Yifan reflexionó.

No sería a causa de la Cuenta Qingtian que su transformación comenzara antes, ¿verdad?

Pero si fuera por la Cuenta Qingtian, ¿por qué su cuerpo tardaría tanto en responder?

Mu Yifan pensó de repente en el vaso de agua que le dio Zhan Beitian. Después de beberlo, le dolió de repente el abdomen. Si no había laxantes en el agua, entonces era.... ¿El agua del manantial de la dimensión de bolsillo de Zhan Beitian?

Ensanchó los ojos, sorprendido.

Según su historia, la dimensión de bolsillo del protagonista masculino contenía un lago lleno de agua de manantial, rica en energía espiritual. Tras consumirla, las impurezas se filtrarían por los poros y las toxinas se excretarían del cuerpo. Esto permitiría que el cuerpo se metabolizara por completo y conduciría a un ser físico más saludable, parecido a renacer.

Pero todo lo que había experimentado era diarrea. Su cuerpo no había filtrado ninguna impureza. Probablemente, se debía a que el protagonista masculino la mezclaba con otros tipos de agua, haciendo que el agua del manantial fuera menos pura.

Si ese fuera el caso, ¿por qué el protagonista le daría su agua de manantial a alguien que acababa de conocer hace unos días?

Si beber el agua aceleraba su tasa de transformación en zombie, entonces el protagonista masculino lo fastidió bastante esta vez.

El agua de manantial espiritual no solo no podía eliminar el veneno de un zombie, sino que lo haría aún más agresivo.

Mu Yifan se miró las manos y se quedó quieto durante mucho tiempo.

¿Cómo iba a ocultar sus manos a partir de ahora? ¿Tenía que vendárselas igual que la cara?

Lo pensó y decidió que no era factible. Solo conseguiría que el protagonista masculino sospechara más.

Entonces se preguntó. Salió del lavabo, cogió su billetera que estaba sobre la mesa y se la metió en el bolsillo. Luego colocó casualmente las dos manos en los bolsillos, salió de su habitación y vio a Zhan Beitian sentado en el sofá y hablando con alguien por teléfono.

―Dejemos de lado por ahora el tema de la compra de verduras de hoy. Quiero que compres cincuenta mil latas de leche en polvo y artículos para bebés. Consigue también diferentes tipos de juguetes para niños de diez años o menos. Luego, compra ropa para niños menores de dieciocho años. Quiero todo: primavera, verano, otoño e invierno. Hombre o mujer no importa.... 

Mu Yifan se quedó atónito.

Cuando escribía su libro, nunca había escrito que el protagonista masculino comprara estas cosas específicas.

Sin embargo, Mu Yifan no pensó mucho en ello. Mientras Zhan Beitian estaba ocupado con el teléfono, quiso irse discretamente.

―Espera. ―Zhan Beitian habló con la persona del teléfono y luego se volvió para ver a Mu Yifan caminando ligeramente hacia la puerta principal: ―¿A dónde vas? 

Mu Yifan se detuvo y se dio la vuelta con culpa: ―Acabo de tener diarrea. Quiero ir a la farmacia a comprar una medicina para la diarrea. También quiero ir a comprar algo de ropa en el centro comercial por el camino.

Zhan Beitian miró su prominente vientre y respondió: ―Ahora no te encuentras bien. No puedes conducir. Deja que te lleve.

―No es necesario. No hace falta. Pediré un taxi. ¿No tienes un asunto ocupado que atender? Haz el tuyo. Volveré pronto.

Zhan Beitian frunció las cejas: ―Entonces trae tu teléfono móvil. Si surge algo, llámame.

―De acuerdo. ―Mu Yifan cogió rápidamente su teléfono de la mesa del comedor y salió rápidamente de la villa. Exhaló un profundo suspiro al darse cuenta de que Zhan Beitian no había salido tras él. Luego llamó a un taxi.

Esta zona estaba un poco alejada del centro de la ciudad. Se dirigió a la puerta principal. El taxi aún no había llegado.

Estar de pie era muy incómodo llevando esta barriga. Justo cuando quería volver a la estación de la guardia de seguridad para esperar su transporte, escuchó a alguien gritar: ―Mu Yifan.