Vol 4 Capítulo 8 La linda persona del acuario

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Tsukimi visitaba todos los días el acuario, iba a dibujar cualquier clase de peces con tal de distraer su interior y no pensar en kuranosuke, el primer día que visito el acuario un joven observaba como la otaku dibujaba los bellos paisajes de los tanques. Desde ese día no lo volvió a ver, hasta aquella tarde.

La chica regreso a su acostumbrado peinado de trenzas, así no le incomodaba tener que hacer su pelo para atrás cuando tuviera que agacharse para dibujar, el joven Akiyama de nueva cuenta vio a la chica muy encajada en su dibujo, como si estuviera en trance, el silenciosamente estaba observando desde una distancia aproximada a un metro.

En el estanque había pequeños tiburones y mantarrayas, además de una flora y fauna espectacular que avivaba el mismo, el chico se quedó ahí parado más de una hora sin querer interrumpir.

–Este te quedo muy bonito– la otaku volteo

–otra vez usted, no se acerque, ¿que pretende al acosar a alguien como yo? –

–¡jajaja! Perdón si te incomode, te dije mi nombre el otro día, quizás no lo recuerdes soy Hayashi Akiyama, trabajo aquí en el acuario, no recuerdo haber escuchado que dijeras tu nombre–

–Soy kurashita tsukimi– la muchacha tartamudeo al mencionar su nombre

–mucho gusto tsukimi, soy el encargado del turno de la tarde, por favor disfruta del hermoso paisaje, eres bienvenida cuando quieras– el joven hacia una reverencia

–eres muy joven, ¿enserio eres el encargado? ¿o eres de seguridad? Perdón por la pregunta fui muy grosera– la chica no pudo retractarse, solo se disculpó.

–hace un año me gradué de la universidad de Kagoshima, soy biólogo marino señorita kurashita, tengo 25 años y estoy a cargo de este acuario desde hace ya 10 meses– al chico no le incomodaba para nada hablar con la joven – ¿usted se dedica a las artes? Es muy buena, de verdad tiene mucho talento–

–no yo..... –Ella no le quería decir lo que hacía en Amamizukan, no quería derramar más lágrimas, además de tener ese dolor por la traición de kuranosuke, ella también estaba triste de no poder ver a sus amigas las amars – soy amante de las medusas–

– ¿te gustan las medusas? Vaya que interesante es mi animal favorito, me parece increíble la forma en que se metamorfosean–tsukimi veía en su mente a su princesa, a la princesa que también fue hada madrina para hacerla bella y luego se convirtió en príncipe, aquel que quería borrar con todas sus fuerzas– ¿te pasa algo?, perdón no quise hacer que lloraras– la otaku derramaba lágrimas, sin querer, lo hacía sin importarle que el joven la estuviera viendo, el dolor en su rostro era imposible de ignorar–¿quieres que llame a alguien? Yo.....yo no....estoy acostumbrado – él la abrazo intentando que parara y lo logro.

Tsukimi se pasmo de inmediato, aunque no se petrifico, la chica estaba quieta sin poder hablar, dejo de pensar en todo y se concentró en el joven que le rodeaba con sus brazos –de seguro me veo tan patética que era lo único que podría callarme–

–No, algo te duele mucho, puedes confiar– ¿confiar? Esa palabra le hacía recordar el último año, vino a su cabeza shu, kay y por supuesto kuranosuke.

–Perdona, debo de irme– otra vez salió corriendo esperando no volver a llorar por todo.

Llego a su casa, su padre estaba haciendo la comida ella llego y lo abrazo por la espalda aun llorando, a su padre no le incomodo, soltó el sartén y volteo a devolverle el abrazo a su hija.

–tsukimi, ¿qué debo de hacer?, no sé qué sientes en tu corazón, pero aquí tendrás siempre un lugar para sanar las heridas, ¡oh mi pequeña hija! Deseo que no sufras–

El segundo beso ( Kuragehime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora