El segundo beso ( Kuragehime)

Vol 2 Capitulo 9 Adieu amars

El sábado por la tarde se dedicaron a visitar lugares emblemáticos de la ciudad, viajaron en metro para complacer a bamba, entraron por fin a la torre Eiffel, hicieron cola más de una hora para entrar, Hanamori tenia un terrorífico don para convencer a las mujeres parisinas, hacia que lo dejaran entrar a cualquier lugar por una cantidad limitada, Mayaya llamaba mucho la atención por su forma tan simpática de levantar la voz, lo que la gente se asustaba y se retiraba de las filas tan largas dándoles paso a todas las amars. Chieko también llamaba la atención con sus típicos kimonos y tomada del brazo de un hombre muy alto, Pasaron a una casa de regalos y suvenires a comprar algo, el viaje ya había sido mágico, para ellos dos inolvidables. Numo san y Chieko compraban muñecas de porcelana, meijiro una taza de café, Hanamori tenía prohibido gastar un solo yen, Nisha compraba una bufanda y bamba unos pequeños trenes solares, jiji postales de hombres mayores invitándola a visitar más lugares de Francia, kuranosuke vio una postal del acuario de París donde una foto de medusas hizo que el chico le prestara atención. Kuranosuke sugirió ir para complacer un tsukimi.

Así pues, en el grupo fueron al acuario de París, que estaba enfrente de la torre Eiffel, entraron y como era de esperarse Tsukimi se desconectó, todas admiraban la majestuosidad de estos seres y entendieron por fin porque tsukimi hacia los diseños de Jellyfish.

–Es hermoso– miraban atónitas a los pequeños seres que se encuentran dentro de sus kreissel (Pecera especial para medusas) Nisha  entendía al fin en una imagen el vestido de novia diseñado para ella. 

Kuranosuke abrazaba en todo momento un tsukimi a pesar de que esta no le hiciera caso. Ya se había acostumbrado y también se había aprendido  algunos nombres de medusas por todas las noches que pasaron en vela haciendo diseños, para kuranosuke era la persona más especial, para ella kuranosuke su princesa que luego se convirtió en su príncipe.

Mayaya y bamba tomaban videos haciendo gestos raros frente a la cámara, jiji reía con el señor de seguridad del acuario que estaría en la cuarta década, Chieko tomaba del brazo a meijiro observando a las pequeñas que parecían ser como clara en diminuto, Numo san les explicaba a sus muñecas. Se les paso el tiempo muy rápido, no se dieron cuenta que la noche estaba llegando.

Hanamori sugirió ir al club nocturno Gibus, uno de los concurridos clubes de París, kuranosuke estaba administrando el dinero, ya no quedaba mucho así que decidio ir a pesar de sus recursos limitados, Nisha sacaba su tarjeta dorada para amenizar la noche, las chicas calentaban gargantas, habían pedido una ronda de cócteles para entrar en calor, toda la timidez se volvió humo con el primer vaso de licor, la noche pintaba para largo y en la pista bailaban gente de todo el mundo, Nisha y hanamori fueron los primeros en abrir pista a las amars les siguieron; bamba y Mayaya que ya estaban un poco valentonas para ir a bailar, jiji paro a bailar junto a ellas era notorio el efecto del alcohol, kuranosuke miraba a tsukimi divirtiéndose como nunca, le era imposible pensar que pronto se separarían,

–Cariño, ¿quieres bailar? –Leía con ojos de enamorado

–Sí, dijo mientras le brillaba la mirada –kuranosuke, hay que llevar a un meijiro, cheinko y numosan por favor–

–Claro – se dirigía a hablar con meijiro – no tiene caso que miremos específicamente, bajemos a la pista con los demás– las amars accedieron mientras que en la pista los ritmos eran variados y desconocidos por la mayoría, a pesar de haber abierto al mundo, las cosas con las chicas era como verlas por primera vez, a  kuranosuke la resultaba bastante satisfactorio poder compartir esas experiencias y más cerca de tsukimi.

Pasaron las horas muy divertidas, la pintoresca ciudad y sus visitantes reprodujeron en la mente de ellas un collage de emociones, regresaron al hotel para pasar su última noche, al otro día  tenían que partir a  Tokio de nuevo en espera de recibir pedidos ahora por las mejores casas de ropa.