Prólogo

10.1K 492 61
                                    


**ADVERTENCIA: EL PRÓLOGO CONTIENE VIOLENCIA**

Me hubiese gustado contar esto de una manera diferente, una historia donde soy la heroína y no la villana, tampoco es que fuese tan villana, sino que la cadena de eventos poco afortunados parecía seguirme.

Una vez alguien me dijo que "a la miseria le gusta la compañía", de esa forma me hicieron entender que yo era la nube negra y donde fuese, llevaba una gran mochila de miseria a mi espalda que consumía la vida de los demás. Lo peor de esos comentarios, es que las palabras se convierten en realidad, las creemos, cada vez que alguien nos intenta poner una etiqueta, somos nosotros mismos quienes creemos esa etiqueta y de alguna forma la terminamos reforzando por nuestras acciones.

Durante esa semana trabajé cuatro días en la biblioteca del campus de la universidad, a eso le agregué horas extras; un café tras otro era lo único que necesitaba para mantenerme de pie y debo admitir que lo peor de beber tanto café, es que nunca me ha gustado, aun así sabía que era la única forma de volverme "útil" mientras trabajaba.

Mi mente no funcionaba del todo, no dormía en las noches debido a una extraña costumbre que adapté cuando Kat comenzaba a transicionar, consistía en buscar cualquier serie de Netflix que tuviese más de cuatro temporadas, sobre veinte capítulos y que durase cincuenta minutos cada uno de ellos. No quería nada que me hiciese razonar, pensar o analizar, apagaba mi cerebro de noche viendo un capitulo tras otro, aceptando servicios de Uber donde trabajaba en las cercanías de la universidad cada vez que podía. Y de día iba a mis últimas clases, porque me graduaría en los próximos meses.

Me costaba asumir algo, mi vida había tomado otro rumbo desde que mi ex novio cambió. Ethan cambió su nombre, género, identidad y cuerpo, acepto el hecho que era transgénero. La noticia me tomó por sorpresa, recuerdo el día que decidió contarme todo sobre lo que estaba planeando desde hace tanto tiempo, estábamos en nuestra habitación (en ese tiempo aún era Ethan y compartíamos la misma cama) él no dejaba de llorar, su cuerpo temblaba y mil ideas recorrieron mi mente, pensé que quería terminar conmigo o que uno de sus padres había muerto, los peores escenarios posibles podían acompañar esa escena que Ethan montaba, llorando hasta ahogarse, pero no. Él sufría de disforia, eso ya lo sabía desde el momento que lo conocí, pero nunca pensé que era disforia de género y se había decidido a cambiar por quien realmente era, una mujer.

Eso ocurrió hace unos seis meses, indudablemente durante todo su proceso de transición lo ayude, apoyé y nunca abandoné. Las cosas cambiaron de forma evidente, terminamos nuestra relación amorosa pero comenzó una nueva era de Kat, así se llamaría desde ese día en adelante, quien estaba destinada a ser mi nueva mejor amiga. Respeté su decisión y le brinde todo el soporte posible, aunque muchas veces antes de irme a dormir, me cuestionaba ¿Y quién me apoya a mí? Había perdido a quien más amaba en ese momento, alguien con quien tenía muchos planes... como novio.

La transición no fue instantánea, comenzó con hormonas, luego pequeñas cosas como dejar su cabello largo, depilarse de forma "permanente", agregar vestuario femenino a su closet, maquillaje y finalmente cambiar su identidad en su licencia de conducir. Nunca le pregunté si estaba seguro de hacer la transición, siempre callada acepté cada cosa que se le ocurría.

La noche del 19 de Septiembre, Kat llegó con dos botellas de tequila en cada mano, parecía más feliz que de costumbre.

- Hoy, fiesta, no puedes decir que no - entró a mi habitación de un golpe, su cabello rosa pastel se movía junto a ella cada vez que agitaba las botellas frente a mi rostro.

- No, no lo creo - no protesté, simplemente contesté lo más sensato que podía pasar por mi mente, de todas maneras debía seguir viendo Orphan Black y de seguro esa noche mucha gente ebria necesitaría un viaje de Uber que yo no dudaría en tomar.

𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐃𝐎𝐎𝐌𝐄𝐃Where stories live. Discover now