𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐃𝐎𝐎𝐌𝐄𝐃

XLI: El accidentado

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La historia se desarrolla en una clínica para rehabilitación de adicciones; Thomas, es un chico con ansiedad social, introvertido, nervioso, inseguro, enamorado de su novia y de temperamento corto con bastantes secretos que prefiere guardar, y en la estadía en la clínica, conoce a la explosiva y extrovertida Pandora. ¿Qué pasará cuando se conozcan?

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***

A causa los calmantes que el médico le prescribió, Frank roncaba pesadamente junto a mi lado, yo no había podido dormir un solo segundo esa noche, tenía miedo de moverme y accidentalmente moverlo, o despertarlo, sabía que su pierna estaba recta y en altura, bajo una pila de almohadas, pero quería que descansara y no quería molestarlo.

Al día siguiente me levanté de la cama de Frank para darle espacio, como no pude dormir, no tenía ningún sentido permanecer ahí. Él por su parte, seguía roncando con la boca abierta, su respingada nariz quedaba suspendida en el aire, suspiré al ver la ternura que me inspiraba, incluso haciendo el ruido de un tractor.

Preparé una taza de té y me quedé mirando por el gran ventanal de su sala de estar. Debía contarle a su padre lo que había pasado, él de seguro no lo haría. Su orgullo de "macho alfa" parecía negarle hacer cosas, como ayer cuando se molestó en el momento que Gerard lo tomó en brazos para ayudarlo a sentarse en la silla de ruedas, y el hecho que no asumiera el dolor que tenía debido a su caída,hasta que en el hospital llegó una enferma que al tocarle el tobillo chilló hasta que le salieron lágrimas de sus ojos.

Estaba cansada pero la taza de té me había dado la energía suficiente como para levantarme, tomar una ducha y ordenar un poco el lugar. Tenía todo listo para Frank, en caso que quisiera comer algo, y también había organizado los medicamentos que debía tomar al medio día, para bajar la inflamación de su tobillo. Pero las horas pasaban y él seguía durmiendo, de seguro los medicamentos que le inyectaron la noche anterior para el dolor eran fuertes, tanto que parecían haberlo noqueado en un profundo cansancio.

Sentí la necesidad de comunicarme con su padre y contarle lo sucedido, aunque no era de mk incumbencia asumir un rol que no debía.

Frank no tenía un clave o patrón para ingresar a su teléfono, simplemente podía tomarlo y ver lo que quisiera, pero no haría eso, sólo llamaría a su papá.

— ¿Frankie? – se escuchó por el otro lado de la línea.

— Hola, no, soy Lola

— ¿Lola? ¿Pasa algo que llamas desde acá, le pasó algo a Frank? – su tono se notó preocupado

— No, o sea quería hablar con usted por algo

— Si, seguro dime

— Frankie ayer tocando se fracturó el tobillo, peroné para ser más exacta. Él está en cama, durmiendo aún, le dieron unos medicamentos un poco fuertes. Yo sé que no debería entrometerme pero pensé que sería sensato avisar— me interrumpió y no pude continuar.

— Lo que hiciste fue lo más inteligente, iré cuando él despierte, llámame y estaré allá enseguida, ahora dejémoslo descansar

A las cuatro de la tarde abrió sus ojos lentamente, yo estaba sentada en una silla de su habitación, perezosamente deslizando mi dedo índice por mi teléfono.

— ¿Hola? – sus ojitos estaban hinchados, había dormido casi catorce horas.

— Frankie, ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? – las cortinas de su habitación permanecían cerradas, no quería que le llegara luz a sus ojos.