UNA PEQUEÑA DRAGNEEL.

41 PRIMERO DESCANSAR

Horas se pasaron allí sentados los dos. Varios cambios de turnos de aquellos magos del consejo que habían ido a ayudar a Fairy Tail, y Natsu y Laxus, ambos sentados y con un par de jarras de cerveza, seguían ideando lo que esperaban que fuera un plan perfecto...

La noche se hizo dueña de la ciudad, las farolas iluminaban los caminos de vuelta a casa de muchos de los magos del gremio que necesitaban volver a sus camas para descansar, y ellos aún no asomaban la cabeza.

Todo aquello comenzaba a ser ridículo.

¿Tan difícil era entrar, arrasar y salir con lisanna en brazos? Ya se ocuparían después de revertir lo que Zeref le había hecho.

Pero no.

Parece que los años transcurridos y la nueva y sorprendente madurez del pelirrosado les impedía hacer algo así. El caos y la destrucción para cuando una de sus más preciadas amigas no estuviese en peligro. Comprensible, sí.

Cuando la noche ya no podía ser más oscura, pudo escucharse desde dentro del gremio el grito de emoción de Natsu. Ya tenían un plan. Algo que conseguiría acabar con este problema de una vez por todas.

- ¿Uh? ¿Ha oscurecido ya...? -Preguntó el Dreyar al salir de la tienda. Habían estado tan centrados en todo, que no se habían dado cuenta de que las horas seguían pasando, que el mundo no se paraba a esperarlos.

- Habéis estado horas ahí dentro, claro que ha oscurecido... -Comentó Lucy atravesando la puerta con una pequeña niña totalmente dormida en brazos.

Los magos que aún quedaban en el edificio salieron para encontrarse con ambos dragon slayers. Después de tanto esperar, las espectativas estaban altas, desde luego.

- ¿Y bien? -Elfman, sabiendo que a su hermana le daría miedo preguntar por si la respuesta era que salvar a Lisanna era algo imposible, fue quien preguntó primero. -¿Habeis conseguido sacar algo en claro?

- Claro que sí, ¿por quien nos tomas? Pero es un plan a... ¿Semi largo plazo? No se. Vamos. Que no es inmediato. -Natsu, liándose solo.- Es tarde... Deberíamos ir a casa a descansar.

- Natsu, por muy a largo plazo que sea...

- Luce... -Murmuró el mago. Notaba la culpabilidad que su pareja sentía en la mirada, y no le gustaba nada.- Lo importante primero es saber que es lo que Zeref le ha hecho a Lisanna. Necesitamos tener conocimiento sobre el hechizo que ha usado con ella para que le siga tan ciegamente. Empezaremos con eso. Ya he pedido ayuda, y parte de los chicos que están aquí se pondrán a ello esta noche, nosotros empezaremos mañana. -Miro a Mirajane, dirigiéndose ahora a ella.- Necesito que hables con los demás gremios, que preguntes... Todo lo que podamos saber sobre esa magia es importante. Pero ahora...

- Pero ahora todo el mundo a descansar. -Concluyó el rubio, quien había escuchado a su compañero, con cierto orgullo había que decir, explicar "la primera fase" de aquel sencillo pero que esperaban eficiente plan.

Dicho y hecho, por supuesto. Siendo esas horas, siendo tan tarde, nadie tenía ganas de llevarles la contraria a ninguno. Todos necesitaban descansar...

En el camino de vuelta, tanto Natsu como Laxus explicaron todo lo necesario a sus parejas, pues sabían que las más ansiosas por comenzar todo aquello eran ellas.

Explicaron como, tras conseguir toda la información necesaria sobre el hechizo "lava cerebros", buscarían a alguien que pudiese contrarrestarlo. Que entrenarían duro, pues sabían bien que Zeref los estaría esperando con todo lo que tuviese, y que no lo matarían. Eso era algo que sabían de sobra. No lo matarían... El destino de Zeref tenía que ser otro.

Pero un plan que en un principio no era urgente salvo por Lisanna y que efectuarían entre pocos, se volcó en algo más grande cuando Natsu recibió un mensaje del consejo.

La más joven de los Strauss no era la única que, repentinamente, seguía a Zeref ciegamente. Se habían dado casos de otros magos en otros gremios a los que les había pasado lo mismo...