29 LA BATALLA QUE JAMAS DEBIÓ DE SER GANADA

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Aquel mago tan temido por todos bajo de los lomos de aquel espectacular dragón. Su paso era firme. Avanzaba hacia el gremio sin vacilar. Observaba como todo Fairy Tail se ponía en posición de defensa. Ninguno de ellos sabía que era lo que ocurría realmente y Zeref lo sabía. Frente a tanto mago confuso la pareja que estaba buscando. Natsu y Lucy con imponente calma estaban mirando al mago al que debían enfrentarse de nuevo.

-Mirajane –Natsu se giró para hablar con la albina, como si el mago más poderoso, temible, espeluznante y efímero de todos los tiempos- Necesito que llames al consejo. Pide que vengan a Fairy Tail de inmediato.

-N-Natsu... -La pobre Strauss no comprendía nada- El consejo esta hasta arriba últimamente... Ni si quiera se quejan de nosotros...

-Te harán caso. Saben de la situación. –La seriedad de Natsu en aquel momento asustaba a cualquiera que conociese como era realmente el Dragneel. En aquel momento Fairy Tail  pudo ver como el mago mas desastroso y destructivo del gremio había madurado notoriamente.- Si no te hacen casos, diles que es una orden mía.

Aun sin entender nada, la portadora del Satan Soul asintió y salió corriendo hacia el despacho del maestro. Todos los demás del gremio no quitaban la vista del mago con aquella indumentaria tan  inconfundible.

El mago se acercó hasta estar enfrente de la pareja. Su serenidad estaba a la par que la de los Dragneel, nada que ver con el Zeref que Fairy Tail había visto tantos años atrás. El azabache, hizo una reverencia, a lo que únicamente Lucy respondió.

-Cuanto tiempo, Lucy... -comento con voz sosegada y profunda- Natsu...

El pelirrosa tan solo se limitó a hacer una minúscula inclinación con la cabeza en forma de saludo. Desde aquel momento, todo lo que hasta ahora había ido tan lento y moderado se aceleró bruscamente.

Lucy hizo una señal a Makarov. En aquel momento todo Fairy Tail salvo los que ya tenían tareas asignadas como Levy o Mirajane y el matrimonio Dragneel, salieron del gremio , atacando con todo lo que tenían al descomunal dragón negro del apocalipsis.

En aquel momento el cuerpo de Natsu fue cubierto en relucientes llamas rodeadas de chispeantes rayos. Una sonrisa burlona asomaba por la cara del hijo de Igneel, era evidente que no podía esperar para empezar a jugar. Lucy tampoco se quedó atrás. Lanzo todas las llaves al aire, muchas más de las que tenía cuando se marchó del gremio, veinticuatro llaves en total. Doce brillaban gracias a su tono dorado y los rayos de sol del mediodía. Las otras doce, relucían con un color esmeralda. Todas las llaves quedaron esparcidas por el suelo del enorme comedor del lugar. Natsu miró a su mujer y ella sonrió. Y sin más dilación, ambos magos saltaron a atacar al mago de ojos rojos.

-¡RUGIDO DEL DRAGON DE FUEGO! –El Dragón Slayer dejo salir tal cantidad de fuegos y rayos que, a diferencia de todas las demás peleas contra este mago, golpearon a Zeref haciéndolo retroceder.-

-¡Loke! ¡Lóng! –Fue lo que gritó la rubia. De aquel grito dos hombres salieron de sus respectivas llaves para ayudar en el combate. El primero con un pelo alborotado y azafranado, trajeado y con un inconfundible anillo. El segundo en cambio, tenía el pelo verde, vestía unos pantalones verde militar y no llevaba camiseta. En su espalda, un tatuaje de un enorme dragón verde y en su mano derecha una lanza de la que colgaba una pequeño arracada con el símbolo chino del dragón-

Ambos combates se hicieron realmente largos y dolorosos para ambos bandos. Mientras Fairy Tail luchaba contra el dragón más temible sobre la faz de la tierra, el matrimonio que luchaba por el bien de su hija peleaban como si no hubiese mañana contra el mago de la destrucción.

En la ardua pelea que estaba llevado a cabo dentro del gremio, los dos bandos estaban siendo heridos. A los diez minutos de estar combatiendo, más de siete espíritus de Lucy estaban en escena ya. Entre ellos Virgo y Hû, el espíritu del tigre en el zodiaco chino. Natsu en cambio estaba lleno de heridas, recibía todos los ataques que ibas dirigidos a Lucy y eso no era nada bueno para el pelirrosa. La pérdida de sangre ocasionada por varias heridas en el estómago estaban haciendo que Natsu empezara a tambalearse. Era más que evidente a donde dirigía todos sus ataques Zeref.

Pero al de casi media hora de estar combatiendo sin rumbo fijo tanto Zeref como Acnologia, cesaron sus ataques. Tenían ya lo que querían.

-Esto ha acabado por hoy, Dragneels... No olvidéis a quien quiero... y que la conseguiré... -y dicho aquello el mago salió del gremio como pudo, dejando un rastro de sangre ocasionado por todas las heridas que Natsu, Lucy y los espíritus estelares de esta le habían causado.-

En cuanto salió, el azabache se subió a aquel enorme dragón que hasta hace poco había odiado. Este, desplegó las alas y salió volando, aun cuando Fairy Tail también le había hecho múltiples cortes, arañazos y heridas grabes.

Al de pocos minutos, uno de los escuadrones del consejo, llegó a socorrer a Fairy Tail. Un Fairy Tail lleno de heridos. Mientras los que habían luchado contra Acnologia trataban de ayudarse unos a otros con las lesiones causadas por el dragón, Natsu estaba apoyado en el marco de la puerta, esperando a su escuadrón, Lucy estaba apoyada en la pared, tratando de retener la sangre que salía de sus heridas, de todos los ataques que no había podido esquivar.

-¡C-Capitán! –uno de los soldados se acercó a Natsu, a la vez que otro a Lucy- ¿Dónde está el?

-¡¿C-Como se os ocurre tardar tanto?! –aun con todas esas heridas y estar apunto de caer inconsciente a causa de sus heridas, el Dragneel aún estaba dispuesto a gritar a quien hiciera falta- ¿¡Alguien ha ido a ver si estaba Luna a salvo?!

-Lo está, Natsu... no te preocupes... -una voz conocida para Fairy Tail se asomó entre todos aquellos soldados. El famoso mago del consejo, Doranbolt, había aparecido-

-A-A quien se ha llevado entonces... -Natsu se sujetaba la herida mas profunda del estomago mientras el soldado que lo tenia sujeto le ayudaba a sentarse en una silla- Ir a ayudar a Luce... -murmuró al soldado y volvió a dirigir la mirada a Doranbolt, después de asegurarse de que alguien trataba a su mujer ya inconsciente.- Sabes que siempre se lleva a alguien...Quien es...

-Lisanna... -Sentenció el mago- Lisanna Strauss...

UNA PEQUEÑA DRAGNEEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora