Parte 11 -Monaldeschi-

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Melina necesitaba desesperadamente una ducha para sacarse la misión de encima ya que literalmente, hedía.

Ophelia y Pável los esperaban en otro departamento pequeño pero por lo menos más limpio que el de Praga.

Pensó que Sarkissian ya había vuelto a la academia y se sorprendió al encontrarla allí.

—La misión no terminó— anunció la Directora con una cara que insinuaba tragedia y le hizo pensar a Melina que algo había sucedido.

Ella y Oleg se pararon frente a la profesora con las manos detrás del cuerpo como lo hacían los soldados en reposo, pero dispuestos a escuchar sus órdenes.

—Un comando enemigo atacó instalaciones de la KGB hace unos días cerca de la academia. Se trata del laboratorio al que los llevé antes de salir a la misión. Su ubicación era secreta por lo que las medidas de seguridad no eran tan estrictas como tendrían que haber sido, nunca imaginamos que podría ser un blanco para el enemigo ya que nadie estaba al tanto de su existencia—

Melina no sabía si lo imaginaba, pero le parecía que a medida que la Directora iba relatando los acontecimientos en relación al ataque, Oleg se iba tensionando a su lado.

Acababa de venir de una misión, tenía los sentidos alerta y estaba especialmente sensible a los cambios de humor de su compañero por esa empatía especial que se desarrolla entre colegas en una situación de peligro como la que ellos acababan de experimentar.

—se destruyó parte vital de la investigación de la Dra Kudrin así que necesitaremos que esta noche, secuestren al científico Arnim Zola en la embajada de España en donde habrá una velada con invitados especiales como Norman Virgil Osborn, titular de Industrias Oscorp y Howard Stark, otro empresario joven de Estados Unidos así que habrá mucha seguridad y varios agentes del servicio secreto y la Cia en la Embajada—

—deberías hacerlo tú misma— le reclamo Pável a Sarkissian que no lo miró pero sus cejas bajas, labios apretados y orificios de la nariz abiertos indicaban que aquella idea no le simpatizaba demasiado.—o acaso no eres tú la famosa Viper, la mujer más letal de Hy..—

Antes de que pudiese terminar de hablar, Ophelia le empujó la cabeza y le estrelló la nariz contra la mesa, tomó su mano, le dislocó el pulgar y cuando se hizo hacia atrás para emitir un grito de dolor, le giró el cuerpo apoyándolo de espaldas en la mesa y le incrustó su propio puño en la boca, llegando casi hasta la garganta, lo que, ademas de sorprenderlo, le provocó un par de arcadas.

No podía sacarse la mano de la boca ya que ella le agarraba el codo con una mano y con la otra lo presionaba desde la cabeza y seguía haciendo arcadas.

—no recuerdo si te lo indiqué Pável pero tengo la costumbre de reaccionar mal cuando soy interrumpida así que tomate esto como una advertencia y de ahora en más, solo hablaras cuando yo te pregunte algo, entendiste?— el hombre aterrado sacudía su blanca cabeza calva en afirmación y antes de soltarlo le advirtió que nunca más volviera a mencionar a Viper.

—en donde estábamos?— miró a Oleg y a Melina que tenían la boca abierta en un gesto atónito, irónicamente mudos y a la vez llenos de preguntas: Oleg se cuestionaba quién habrá sido Viper y los crímenes que tendrá en su currículum, y Melina se preguntaba si Pável habrá tenido las manos muy chicas o la boca muy grande como para que se la metan de esa forma porque normal, no era.

Sabían que Sarkissian era una ex agente, que era una de las mejores pero nunca la habían visto en acción. Ella no dictaba clases, por lo general supervisaba como lo hacen justamente los Directores.

Exudaba poder y Melina pensó "quiero ser ella".

—nos estaba hablando sobre la seguridad esta noche— Oleg se aclaró la garganta antes de hablar con una tos incómoda— la seguridad en la embajada de España en Roma—

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