Parte 5 -Camaradas-

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—Es mi culpa—

Alexei miró a su amigo con el ceño fruncido.

—tu culpa por qué?—

Oleg hizo un gesto que Alexei no podía descifrar, como si acabara de recordar algo y se encogió de hombros.

—es mi compañera de misión, entrenábamos juntos todos los días y si no se sentía bien yo tendría que haberme dado cuenta— no le había contado a su amigo sobre su relación y no pensaba hacerlo, la información es una cosa peligrosa y no le pareció necesario que Alexei corriera más peligro del que ya corría con el plan que los iba a sacar de la Mansión.

—no sabemos porque lo hizo, ahora hay que esperar a que despierte y..—

—si es que despierta— Oleg lo interrumpió. No quería perder las esperanzas de que Marina pudiera volver del coma en el que había quedado luego de, aparentemente, intentar suicidarse unos días atrás, pero tampoco deseaba albergar ilusiones falsas o los demás de darían cuenta de la profundidad de sus sentimientos y no lo dejarían acercarse más a ella.

No lograba entender porque lo hizo. En que estaba pensando? Quizás había tropezado pero ella era muy cuidadosa, le gustaban las alturas y si bien no les temía, las respetaba.

Pensó que quizás ese era el motivo por el cual no la desecharon como recluta. Lo esperable en circunstancias como aquella, era que la persona fuese expulsada y esa palabra, en la KGB significaba algo mucho más grave que ser arrojado a las calles sin comida.

Oleg imaginaba que la Directora Sarkissian podría tener dos motivos muy diferentes para mantenerla con vida: su esperanza le decía que era porque consideraba que la caída no fue intencional y pretendía reincorporarla después de su recuperación, pero su razón le decía que era porque al despertar, la descartaría como recluta activa y entonces la usaría como conejillo de Indias para los experimentos de Kudrin, y probar el suero que su amigo había escuchado decir que buscaban desarrollar.

Por desgracia sospechaba que las probabilidades estaban del lado de la razón.

—y como van las cosas con la tal Melina— ante la mención de su nueva compañera de misión, Oleg puso los ojos en blanco y exhaló con impaciencia.

—está loca— Alexei trato de contener una pequeña risa al recordar las cosas que le contó Natasha sobre su amiga, sobre lo competitiva y celosa que era y de la nueva soberbia que se había apoderado de ella al enterarse que reemplazaría a Marina en la primera operación del programa.

Oleg lo miro de reojo a la izquierda de la mesada, tratando de no perder la concentración en el taller de aberturas.

Estaban ubicados en filas con cerraduras dispuestas frente a cada alumno como empotradas en una puerta invisible esperando a ser abiertas.

Aprender a abrir diferentes tipos de cerrajes era tan vital como saber operar un arma de fuego estando en territorio enemigo.
Oleg seguía maniobrando una cerradura cilíndrica con un alambre, sin mucho éxito.

Marina era mejor que él con las cerraduras, sus manos eran más delicadas y pensar en sus blancas y suaves manos hacía que las suyas se entorpecieran más, con frustración.

—lo digo en serio, esta loca— Alexei dejo de sonreír y lo miró de reojo también, con curiosidad, mientras se quedaba con la mano inmóvil en el alambre metido en el mecanismo que estaba tratando de dominar.

Asintió con la cabeza como diciendo "continua" y Oleg le obedeció implícitamente.

—el otro día le escuché decir que quiere que expulsen a Marina por cobarde— miro a su amigo a los ojos pero de costado, tratando de hacerle entender la gravedad del asunto pero disimulando que mantenían una conversación para que el Mayor Bulka no advierta la distracción entre sus alumnos.

Black WidowWhere stories live. Discover now