Parte 2 -Cómplices-

393 22 11
                                    

Antes de terminar con la reunión, la profesora Sarkissian indicó que los reclutas prontos a recibirse, Oleg Ivanovich y Marina Buryakov debían acompañar a la Dra Kudrin al laboratorio.

Los reclutas que irían a la misión de Paris en seis meses, recibirían clases adicionales de Ballet para reforzar su identidad falsa, también de tácticas y operaciones militares con el Soldado de Invierno o Profesor Barnes como lo llamaban desde que eran niños.

Se retiraron rápidamente del salón. Natasha se quedó inmóvil en su lugar, observando las espaldas de sus compañeros, de sus camaradas, mientras se alejaban y por un momento pensó que esa sería una de las últimas veces en que aquellas personas le darían la espalda de esa forma tan confiada, con la presunción implícita de que no les haría daño.

Probablemente después de la misión de Navidad en París, cuando algunos de ellos se hayan convertido oficialmente en espías de la KGB, pasarían a ser una banda de depredadores moviéndose en manadas de uno, alpha contra alpha, a la defensiva para siempre.

—y, que piensas?—se asustó al darse cuenta de repente que había quedado alguien más en la habitación. Volteó en dirección a la pregunta y Alexei Shostakov la miraba con curiosidad.

Natasha lo estudió rápidamente como aprendió a hacer en las clases de lenguaje corporal. Las manos a los costados del cuerpo, no las llevaba cruzadas en el pecho como a la defensiva ni detrás de la espalda o en los bolsillos como lo hacen los que ocultan algo.

La miraba a los ojos con la cabeza levemente inclinada hacia un costado y una sombra de sonrisa en los labios que no era completa, no le estaba brindando su sonrisa estudiada de negociador. Aparentemente Alexei estaba siendo genuinamente y simplemente, curioso.

—pensaba en la navidad, nunca celebramos nada, solo practicamos celebraciones y costumbres del mundo. Esta sería la primer navidad real que veremos y estaremos en una misión— la sombra de la sonrisa que apenas había tocado su rostro se esfumó.

—es verdad, es difícil recordar las anteriores, no te parece?—sonaba implicante, mientras hablaba se acercó lentamente, y a medida que achicaba la distancia entre ellos, el tono de su voz iba cayendo hasta ser solo un poco más que un susurro.

Natasha dudó por un segundo antes de responderle con otra pregunta

—a que te refieres con anteriores?—

Alexei estaba parado a menos de un metro de ella, esa cercanía era prohibida entre los reclutas de Viuda Negra y los del programa Wolf Spiders, el programa equivalente para los agentes masculinos.

Se miraron a los ojos intensamente por un segundo, tenían los labios llenos de preguntas que no podían pronunciar.

Acaso él también había dejado las pastillas del Dr Chelintsov?
Acaso él también podía hablar del pasado sin resistencia?
Podía ser que él también necesitaba salir de allí para poder saber quien era?
Y si había dejado las pastillas como lo había hecho ella, y ahora eran los mejores que los de su clase, las pastillas suprimían algo en ellos además de los recuerdos?

Y si los habían seleccionado para la misión porque ya sabían que eran los dos reclutas desobedientes, traidores que la KGB pretendía eliminar en acción?

Apenas su mente producía una pregunta, la siguiente la atropellaba y si no se controlaba caería en las arenas movedizas que son el talón de Aquiles, y el peor y mejor amigo de cualquier espía: la paranoia.

Ella decidió arriesgarse, era una criatura de instintos y sentía desde la boca del estómago, que su segunda conciencia le gritaba "aliado, aliado".

Black WidowWhere stories live. Discover now