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Zayn observó su móvil y sonrió por sexta vez en el día al ver que el mensaje venía de Liam.

Fueron pocos días los que continuaron a esa pequeña reunión, días en que ambos intercambiaron sus números telefónicos y empezaron a mandarse mensajes con miles de pretextos inventados. Días donde el humor de Liam cambió y se transformó en una más vivaz y jovial, donde volvió a recordar cada día de felicidad con Zayn y las sonrisas compartidas antes del dolor.

Pero, al igual que la comunicación entre ambos incrementaba, también lo hacían las dudas. Aquellos recuerdos que venían a la mente de Zayn, siendo influenciados por las palabras de Nick y la cizaña impuesta en ellas, con el único propósito de manchar la imagen de Liam frente al moreno.

Porque cuando todo era felicidad entre ambos, el dolor aparecía y se llevaba la poca valentía que Malik poseía, llenando su mente de incógnitas y desconfianza.

— ¿Debería ilusionarme con la idea de que podríamos retomar lo que dejamos perdido? — apagó el móvil y sonrió tristemente mientras se abrazaba a sí mismo — Si no funcionó aquella vez, si no confiamos en el otro, ¿valdría la pena intentarlo una vez más?

Como si de una pequeña respuesta se tratara, recordó su antiguo hogar. El pequeño nido de amor que él mismo había diseñado para tener una vida al lado del hombre que amaba, el pequeño lugar al que asistía cuando sabía que no podía más, cuando extrañaba tanto a Liam que no podía soportar la intensidad de melancolía.

— Nuestro hogar, Liam... siempre será nuestro hogar.

No hubo duda alguna en su afirmación, aquella casa siempre sería de ambos, sin importar su separación. Porque, por mucho que tuvo el impulso de vender aquella casa, nunca pudo hacerlo. No podía desechar años de felicidad y recuerdos, no podía borrar al castaño de su vida, ni de su corazón.

Cuando escuchó el tono de llamada de su móvil, no quiso responder. Sabía muy bien quien era y lo que quería en ese momento y, por esa misma razón, solo dejó que el ruido cesara para poder ensimismarse en su soledad una vez más. Era casi extraño encontrase solo en casa, su padre había salido a la empresa, Josh fue con su esposa a pasear por la ciudad y Niall se hallaba junto a Shawn en su departamento. Pero, agradecía aquel momento de lejanía y soledad, porque su corazón y mente lo necesitaban, requerían verse enfrascados en ellos mismos para que las decisiones fueran un poco menos equívocas.

Yo regresé por ti.

— Es mi decisión, ¿verdad? — se preguntó a sí mismo.

Cansado de mantenerse en esa posición y sin poder llegar a nada, decidió tomar su chaqueta y salir de la mansión de su padre.

Sus pasos fueron ligeros conforme se dedicaba a pensar en sus propias decisiones y la fuente de su verdadera felicidad.

Porque su padre se lo había dicho aquella vez y de manera indirecta, su felicidad había regresado después de un año estando fuera de su alcance, su felicidad tenía el cabello castaño claro, los ojos marrones y aquella sonrisa jovial y encantadora que no hacía más que inspirarle el más doloroso sentimiento de remordimiento por haberlo dejado ir.

Fue inevitable para Zayn no hallarse llorando mientras caminaba con dirección desconocida. Derramando aquellas lágrimas que no pudo derramar cuando escuchaba cada oración malintencionada de Nick. Sintió aquella opresión en el pecho que había sentido los últimos días antes de aventurarse en aquella calle primaveral y llena de colores, la cual no hacía más que atraerlo y llenarlo de recuerdos.

No solo se trata de diseñar una casa, Liam. Se trata de edificar aquel pequeño espacio donde podemos visitar cuando estemos solos, donde viviremos nuestro amor y mantendremos el juramento de permanecer juntos. Estoy diseñando nuestro hogar.

Love Is Not Over (ZIAM)Where stories live. Discover now