23. Roto

469 42 9
                                    

La voz de Kirk es lo primero que escucho al despertar. Me quedo en la misma posición intentando que todo el sueño desaparezca de mí.

-Todavia no.

Frunzo el ceño cuando me doy cuenta que está hablando con alguien más. Sé que es infantil que finja estar dormida para poder escucharlo, pero quiero saber de qué está hablando.

-Porque todavía no es tiempo- lo puedo escuchar suspirar-. Solo necesito tiempo- hace una pausa-Basta favor, solo quiero hacer las cosas bien.

Se queda unos segundos en silencio y estoy a punto de girar en la cama para sabe que está haciendo hasta que escuchar su voz de nuevo me detiene.

-Asi es, cariño- lo que escucho en su voz es claramente felicidad-. Muy pronto. Te amo más que a cualquier persona y esto pronto terminará.

Me quedo congelada ante sus palabras y la única reacción que tengo es mantenerme quieta y callada, aunque lo que más deseo es llorar.

-Por supuesto. Nada de mentira nada de secretos.

Mi corazón se rompe cada vez más y se que será imposible que alguna vez se arregle.

Cierro mis ojos cuando lo escucho moverse por la cama. Trato de respirar en forma tranquila y aparentar que aún sigo dormida. Sus dedos se deslizan en mi hombro y coloca un beso en donde sus dedos me habían acariciado antes.

-Enmendare todo lo que hice.

Lo siento alejarse de la cama y abrir y cerrar una puerta. Abro de nuevo mis ojos mirando a la pared, me quedo algunos segundos quieta pensando que en cualquier momento puede regresar. Pero cuando me doy cuenta que no lo hará, me levanto demasiado rápido de la cama y busco con la mirada mi ropa. Cuando la tengo entre mis manos la colocó sobre mi cuerpo mientras escuchó la regadera. Dando una última mirada a la habitación antes de salir.

Mientras bajo la escaleras tomo mi teléfono y descuido llame a la única persona que se me ocurre en este momento.

-¿Lily?

Susurra Sam y sé que tal vez este en alguna de sus clases.

-¿Te interrumpí?

Escucho el sonido de varía cosas moviéndose del otro lado seguido de un grito y un puerta siendo abierta.

-¿En dónde estás?

-En la casa de Kirk.

Limpio las lágrimas de mis mejillas.

-Estaré ahí en dos minutos.

Finaliza la llamada y sorbo por mi nariz tratando de no hacer ruido mientras salgo de la casa de Kirk. Incluso decir su nombre duele.

Miro hacia ambos lados de la carretera. Esperando que ella llegue, sé que probablemente tendrá que saltarse algunos semáforos para llegar en tan pocos minutos. Saber que significó demasiado para alguien me hace sentir especial, pero ahora verdaderamente.

Las llantas del auto de Sam chillan cuando frena de golpe frente a mí, abre la puerta del acompañante y me deja entrar sin siquiera apaga el auto, sé que trata de que nos vayamos de aquí tan rápido como sea posible, parece conocerme demasiado bien que sabe qué hacer incluso aunque yo no lo diga.

Cuando cierro la puerta coloco mi rostro entre mis manos mientras las lágrimas se deslizan en mii mejillas. Sam sigue conduciendo y agradezco eso porque quiero alejarme de aquí lo más rápido posible.

Ni siquiera se cuanto dura el trayecto al lugar a donde tiene planeado llevarnos Sam, cuando levantó la vista me sorprendo al ver que me trajo a la universidad.

En mi pielOnde as histórias ganham vida. Descobre agora