9.5 Besos inesperados ⅓

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Las luces del lugar deslumbraron mis ojos por unos segundos hasta que pude acostumbrarme a ellos, pero para eso tuve que parpadear varias veces.

La única cosa que tenía en mente era encontrar a Kirk y poder hablar con él. Antes de que pudiera dar de más de dos pasos, Kirk se colocó frente a mí con una sonrisa en el rostro, sus ojos estaban descubiertos y a la vista de las personas y estaban con un brilló extraño y un tanto particular, que no podía descifrar. Tomó mi mano y me alejó de Sam quien sólo miraba en nuestra dirección.

Me guío a través de la ola de personas que se encontraban en el lugar hasta una puerta negra de madera. Aún con la sonrisa en su rostro abrió la puerta permitiendo que entrara yo primero. Antes de que él pudiera seguirme, Matt se colocó a su lado y lo tomó de la muñeca.

Kirk frunció el ceño pero permitió que Matthew lo guiará. Me hizo una seña indicándome que me quedara en este lugar, yo asentí sin entender lo que estaba sucediendo.

Cuando la puerta se cerró miré la habitación, que tenía una apariencia a una oficina. Un escritorio café junto con unas sillas de igual color, unos sofás apoyados en cada lado de la pared que era de color blanca y algunos otras cosas, como papeles anotados en el escritorio, archiveros, incluso una mesa de centro con un cristal en la parte superior.

Camino hasta uno de los sofás, en donde pienso sentarme hasta que Kirk aparezca de nuevo. Mordí mi labio inferior al ver pasar el tiempo.
Miré por tercera vez el reloj que se encontraba sobré el escritorio. Habían pasado alrededor de quince minutos desde que Kirk me había dejado en la habitación.

Moví mis pies contra el suelo nerviosa y segura de que Kirk no regresaría. Dando un suspiro de derrota me levanté de mi lugar y caminé hasta la puerta.

Tomando la manija de la puerta gire está y sali de la obscura y solitaria habitación.

Cerrando la puerta detrás de mi espalda mire a todas las personas que se encontraba ahí, quienes ni siquiera notaron mi presencia, lo cual agradecí, me sentiría muy incómoda que las personas se dieran cuenta que salía de una habitación, en la cual había permanecido durante demasiado tiempo.

Sabía que tenía que encontrar a Sam e intentar o más bien, obligarla a que nos largaramos de este lugar, porque probablemente Kirk me buscaría.
Mientras avanzaba las personas me golpean con alguna parte de su cuerpo haciendo que me moviera de un lado a otro y me tambaleara mientras caminaba.

La escena que se encontraba frente a mi, me dejó completamente impactada y confundida. Sam y Patrick se estaban besándo en medio de la pista de baile sin importarles las personas a su alrededor. Me soprendi al recordar que alrededor de una hora atrás se encontraban completamente distantes y Sam se encontraba enojada sin ningún razón aparente.
Di algunos pasos hacia atrás al comprender la situación. Sabía que al único lugar que podía ir en este momento era al bar, claramente no bebería porque no era gran fanática del alcohol.

Una vez en la barra, una despampanante mujer se colocó frente a mí del otro lado. Me sonrió mientras me esperaba que ordenará algo.

—¿Tendrás agua?

Frunció el ceño pero asintió mientras sacaba algo debajo de la barra de madera. Me entrego una botella de agua y antes de que pudiera pagarle ella se alejó simplemente de mí.

Destape la botella y comencé a dar pequeños tragos mientras miraba a través del espejo que se encontraba detrás de la bebidas, el cual daba directo a la pista de baile detrás de mí.

—¿Brown?

Una voz gruesa pregunto, la persona dueña de ella se sentó en el banco a mi lado. No le preste atención hasta que comprendí que había dicho mi apellido, gire sobre mi asiento y miré al hombre que se encontraba a mi lado.

En mi pielWhere stories live. Discover now