En mi piel

3.5. De nuevo ½

Después de algunos minutos de largo transcurso, por fin habíamos llegado a la casa en donde sería la fiesta. Era enorme e impactante y para mi absoluta asombro, se encontraba repleta de personas, personas que cubrían el patio delantero y sin duda alguna sabía que el interior de la casa se encontraría en peores condiciones.

La música a todo volumen me confirmó que no se trataba de una fiesta tranquila como pensé que sería, sobretodo al posar mi mirada en diversas chicas qie caminaban por el césped, enfundadas en pequeños trozos de tela que llamaban vestidos, además de que había demasiadas personas ebrias y varios vasos y botellas de cerveza esparcidos en el césped. Me preguntaba cómo algunos se encontraban en mal estado si hace unos cuantos minutos atrás el partido había acabado, entonces me dí cuenta que la fiesta había sido unas horas atrás sin tener importancia el partido de nuestra universidad. Era una clásica fiesta de fraternidad.

Con cautela bajamos del auto y aún dudosa de lo que hacía, caminé junto a Sam por el sendero de cemento que nos guiaba hasta la entrada de la casa.

Cuando atravesamos la puerta, fuimos recibidas por los gritos de las personas en el interior de la casa, quienes no dejaban de bailar o corear alguna canción que colocaba el DJ. Con miedo entrelace mi mano con la de Sam y dejé que me guiara al interior de la enorme casa.

Atravesamos a las personas que se encontraban en la sala, en una improvisada pista de baile.

Cuando nos encontrábamos cerca de la cocina, apareció frente a nosotras Matthew quién sonriendo de oreja a oreja rodeó nuestros hombros.

-Pensé que no vendrían chicas.

-Jamas nos perderíamos una fiesta como está- grito Sam sobre la música mientras señalaba a nuestro alrededor.

La sonrisa de Matt se hizo más grande, como si eso fuera posible y nos guío al interior de la cocina, en donde nos entrego a cada una, una botella de cerveza, no sin antes destaparla. Mientras que Sam tomaba un trago sin dudar, yo coloque la botella en mis labios sin tomar un trago de ella, jamás había sido una fanática del alcohol, pero la interrogativas en el rostro de mis dos amigos me animaban que bebiera un trago de esta.

Con duda incliné la botella hacia arriba, dejando que el alcohol se deslizara por mi garganta, haciendo que un ardor apareciera en está, aleje la botella de mi boca y gruñi ante el picor que el alcohol ocasionó.

Matt sonrió ante mi mueca de disgusto.

-Estaré con los chicos si necesitan algo- señaló con su pulgar al patio detrás él-. Diviértanse.

Colocando un beso en cada una de nuestras fuentes camino hasta la puerta, en donde encontró a una rubia, la cual tomo por las caderas y la acercó demasiado a su cuerpo, la chica sonrió y siguió a Matt.

Sam alzó los hombros al ver la mueca de disgusto en mi rostro, entrelazó su mano con la mía y me guío de nuevo a la sala, hasta la pista de baile. Era obvio que ella comenzó a bailar y tomando mis manos hizo que siguiera sus pasos.

Mientras los minutos pasaba la cantidad de alcohol que ingeria Sam iba en aumento, la bebida parecía no hacer ningún efecto sobre su cuerpo, pues se encontraba en las mismas condiciones de minutos anteriores. Yo aún sostenía la cerveza que Matthew me había dado.

Sudor comenzó a deslizarse por mi pecho y mi cuello. La chaqueta que había utilizado para cubrirme del frío ahora en este momento me molestaba. Mis caderas se movían al ritmo de la música de un lado a otro, entrecerrados los ojos podía ver como las luces de diversos colores estaban esparcidos en lugares estratégicos dandole un aspecto sombrío al lugar y dándole una apariencia sensual cuando se posaba sobre algún cuerpo.