17. Manos de más ⅓

554 51 5
                                    

Kirk no deja de reír con cada paso que da, yo ruedo los ojos pues sé que las causante de su humor soy yo. Algunos minutos atrás había estado viendo como prácticaba Kirk con sus demás compañeros, cuando había terminado Kirk se había acercado a mí corriendo. En un momento de torpeza había lanzado a una chica que sostenía una enorme caja, la chica había chocado contra mí y todo su peso había caído directamente en mi tobillo derecho. Kirk había tomado a la chica por los brazos y la había alejado de mí, con preocupación me había mirado.

—Deja de reír.

Golpee su pecho, él solo sonrió intentando ocultar la risa. Rodando los ojos recargue mi cabeza en su hombro y deje que él siguiera caminando.

—No puedo evitarlo— dice mientras me acomoda entre sus brazos—, tu tobillo comienza a inflamarse cada vez más.

Y ahí estaba el problema, aquella chica que había caído sobre mi pie y había torcido mi tobillo. Kirk había mirado mi pie con pánico, pero en el momento no que comenzó a tornarse rojo y comenzó a hincharse, Kirk no pudo evitar reír, ocasionando que las personas a nuestro alrededor mirarán en nuestra dirección.

—¿Crees qué duela demasiado mañana?

Kirk comienza a deslizarme por su cuerpo hasta colocar mis pies en el suelo. Aún me sostiene contra su cuerpo mientras abre la puerta de mi casa, el único lugar al que quería ir después de que terminaran las clases.

—Posiblemente— es su respuesta—, pero yo cuídate de ti.

—Por supuesto, después de que pares de reír— levantó mi pie, para que mi peso no esté sobre mi tobillo—. Además es algo difícil caminar cuando duele como el infierno.

La puerta se abre y Kirk la empuja dejándonos ver la completa obscuridad de la casa. Mi madre estaría en el trabajo alrededor de una hora más, lo justo que necesitaba para estar con Kirk. Tomándome de nuevo en sus brazos, Kirk me carga al estilo nupcial atraviesa la puerta.

—Te daré un masaje y lo vendare, para que te sientas mejor.

Me coloca con lentitud en el sofá de la sala, intentando que mi tobillo no sea golpeado contra el material. Suelto un suspiro cuando me recuesto en el sofá y miró a Kirk delante de mí.

—Eres el mejor novio.

Kirk sonríe y se inclina hacia mí, colocando su mano en el respaldo del sofá mientras acercaba su rostro hacia mí. Extiendo su mano y la llevo hasta su cuello, tomando su cabello lo acerco más rápido y beso sus labios. Kike gruñe a lo bajo y me hace separar de él.

—Necesito buscar algunas cosas— aún se encuentra inclinado hacia mí—, para darte un masaje.

—Esta bien. ¿Crees poder encontrarlas?

Asiente y camina hasta la cocina. Con cada paso que da, su vaquero negro se presiona con su fascinante y maravilloso culo. Es imposible no poder resistirme e intentar estrujarlo entre mis manos. Dando un suspiro y moviendo mi cabeza de un lado a otro, intentando despejar esas ideas de mi cabeza, pasar demasiado tiempo con Olivia a estado perjudicando mi cerebro.

—¿Te dijo Oli, que aquel estúpido volvió a buscarla?

Y es como si Kirk supiera que hablaba de ella. Entra de nuevo en la sala con algunas cosas entre sus manos.

—¿T.J?

Pregunto confundida mientras me impulso con el respaldo del sofá y me siento esperando que él se coloque a mi lado. Asiente y tomando mis pies se sienta frente a mí, colocando mis pies ahora en su regazo.

—Ni siquiera sé cómo se llama en realidad, pero es él. Le dije a Olivia que si volvía a molestarla solo me dijera y que golpearía su trasero.

En mi pielWhere stories live. Discover now