-Te ves tan tierno.- susurró/gritó queriendo acercar su mano hacia la rosada mejilla del mayor quien solo atinó a golpearlo para que dejará de acercarse.

-Basta.- Ordenó frunciendo el ceño avergonzado.

-Mi madre me enseñó a no mentir, tierno SeokJin.- el platinado acarició su propia mano en el golpe que le habían propinado aún sonriendo triunfante.

-¿Sabes por qué elegí este café?- dijo de pronto el mayor levantándose de su asiento con dicha taza en las manos y las mejillas más rojas aún por lo que planeaba decir.

-¿Porqué te mantiene despierto por las noches y nunca podrás dejar de tomarlo?- subió las cejas para nada disimulando la insinuación sexual en sus palabras, algo que hizo aún más rojas las mejillas del mayor quien ahora no sólo estaba avergonzado, sino también molesto por no saber cómo defenderse de aquel moreno boca suelta.

-No, por qué es negro y amargo. Adiós.- Bueno, quizás tener 23 años y pelear con alguien de 20 no siempre significaba insultos elegantes y palabras refinadas, algunas veces simplemente eran ofensas de niños de 10 años que ocultaban su buena amistad con palabrerías que evitaban sonrojos inocentes.

NamJoon chasqueó la lengua riendo despacio en su sitio, ligeramente avergonzado por la comparación que él había hecho sobre sí mismo con el café, y luego recordando la penosa frase cursi sobre la frutilla.

-¿Debería preocuparme por encontrarte riendo solo?- elevó las cejas dudoso el chico pelirrojo que había entrado a la cafetería, localizando a su buen amigo NamJoon riendo solo en su mesa con una malteada en mano.

-Hola.- termino sonriendo con su nuevo acompañante sentado frente a él.-¿Dónde estabas? Ya casi se acaba el receso.

-Tuve que arreglar... Algunos asuntos.- contestó robando la malteada del menor para estirarse en sitio con cansancio.- Siento que huelo a mierda...

-No solo tú lo sientes... Yah! Perdón...- se disculpó riendo entre dientes por el golpe que el pelirrojo le propinó con la pajilla de la bebida.

-¿Haz visto a Yoongi? Lo busqué toda la mañana y nada de encontrarlo.- NamJoon levantando los hombros abrió un par de cuadernos que necesitaba leer antes de sus próximos exámenes.

-Creo que le está enamorado de Jimin pero no lo quiere aceptar.- comento subrayando conceptos en su texto.- Ya sabes... Típico de hyung, hacer tormentas en vasos de agua.

-Quizás para él ese vaso pueda ser un mar entero.- NamJoon elevó la vista de sus hojas para encontrar la mirada perdida en la malteada de Hoseok.

-¿Tu también tienes una tormenta en tu vaso de agua, no?- resoplando el mayor tiró el vaso de malteada vacío a un cesto cercano y tomó su bolso.

-Diría más bien que es de esos vientos que traen tierra y golpean tu cuerpo cuando quieres caminar por la calle.- arrugando la nariz se alejó despidiéndose con su mano de NamJoon.

-¡Supongo que algunas veces es un desierto!

-¡Deja de crear metáforas!- gritó por último haciendo sonreír al moreno quien aún permanecía sentado en su lugar, sin la malteada y con libros en la superficie.

-Hola.- Y ahora, una nueva y desconocida voz femenina que ocupaba el sitio frente a él.

-Hola.- respondió cortésmente, siguiendo con su trabajo de subrayar y memorizar conceptos tras conceptos.

El silencio se extendió durante un par de minutos en donde la desconocía fémina comía galletas intentado no hacer ruido mientras NamJoon susurraba en voz bajas aquellas palabras largas y complicadas de memorizar. El platinado podía sentir la pesada mirada de la joven encima suyo y, conforme el tiempo pasaba, incluso podía ver de reojo como la chica se inclinaba en la mesa, mirando de lejos lo que NamJoon hacia en las hojas. Mordisqueando su labio inferior cerró lentamente su cuaderno y cansado de tanta incomodidad se dispuso a guardarlos en su mochila, haciendo el ademán de irse.

-¿Ahora el qué huirá de la mesa serás tú?- pregunto la chica sonriendo a NamJoon quien aún no se había levantado de su silla.

-¿Cómo?-

-Ah, es que ví como lo otros tres chicos se iban de aquí con la cara toda roja.- se rió entre dientes comiendo otra de sus galletas.- Quería saber que tanto decías para sonrojarlos.

-¿Por eso viniste a sentarte aquí?- la joven asintió apoyando su brazo en la mesa, y sobre su palma su mejilla.

-Pero solo estás estudiando, así que no sé porque los pusiste de esa forma. ¿Es solo tu presencia lo que los pone nerviosos?

-Ellos son mis amigos... Bueno, algo así.- titubeó pensando en Jin.- De todas formas, que preguntes cosas así hace que te veas como una rarita.

-Me lo han dicho. Me llamo Tzuyu.- extendió su mano sonriente.-¿Cuál es tu nombre?

-NamJoon.- respondió, está vez sonriendo por lo graciosa que se miraba desde arriba, cuando él ya estaba levantado de su asiento, tomó su mano y la sacudió levemente.

-Oh, ya veo porque se sonrojaban...- NamJoon ladeó la cabeza curioso por lo que había ducho Tzuyu.- Tus hoyuelos.

-Es una deformación facial.- dijo el moreno, riéndose del rostro en pánico de la muchacha.

-¡Oye!- se quejó levantándose de su lugar también.- Son lindos.

-Gracias, supongo.- apartaron sus manos al fin escuchando la alarma en el celular de la chica pelinegra.

-Debo irme. Adiós, NamJoon-ah...- el nombrado asintió despidiéndose también, colgando la mochila en su hombro salió por el lado contrario a Tzuyu.

-Asi que... Tu nueva conquista.- una brazo lo detuvo un paso antes de salir de la cafetería, deteniendolo en medio del pasillo con voz divertida.

-Hasta que te digna a asistir a clases, Jimin.-




***

NamJoon siendo super prota. JAJAJA

Este es de esos capítulos que no tiene definido el final porque se aproxima una maratón. Siqsi.

Dedicada a:

MATILDASTONE44

Gracias por leer y seguirme hasta aquí. uwu


No creí que varios lectorsitos quisieran dedicatoria así que... Maratón por ellos.

1/?

Nos leemos pronto.
<3

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Where stories live. Discover now