Beautiful Angel; Justin Bieber

Capítulo 56.

—Tenía pensado decirte lo mismo pero no hasta que tuviera mi apartamento lujoso y seguro. — suspiró — También se lo comentaré a mis padres y a Justin, siento que lo mío ya está considerado.

—¿Te irás definitivamente? — Romee preguntó mientras sonreía. — Me siento demasiado feliz, tenía mucho miedo en irme y alejarme de ti. Ahora, ¡ahora estaré contigo!

—Definitivamente, no. — sonrió —Quiero comprar el apartamento dónde estoy viviendo, también querré pasar algunas vacaciones aquí en California.

—Siento que fuimos hermanas en una vida pasada. — Romee sonrió — Estamos pensando igual, Em. ¿Por qué no te conocí mucho tiempo antes? Siempre quise tener una amiga que tuviera las mismas ideas locas que yo tengo, y tú eres esa.

—Me haces sentir especial. — sonrió.

—Lo eres, bueno, para mí eres super especial. — murmuró.

Emily sonrió y no hablaron más del tema, ambas terminaron de meriendar su respectivo almuerzo. Después de tener una tarde de chicas, ambas decidieron salir a divertirse un rato en uno de los clubes de Beverly Hills, y como siempre los fotógrafos no las dejaron en paz.

—¿Sigues aún en contacto con Justin Bieber? — preguntó uno de ellos.

Emily rodó sus ojos e ingresó al interior del club en compañía de su amiga íntima, Romee Strijd. Se dirigieron al bar para pedir dos cosmopolitans para iniciar la noche bastante animada.

—Se podría decir que el próximo show de Victoria's Secret será dentro de dos meses. — Romee sonrió y bebió de su copa de manera sorprendente, ganándose una mirada bastante asombrada por parte de Emily. —¿Qué? Quiero divertirme.

—Lo estás haciendo, pero deberías de tomar con bastante precaución. — Emily asintió y bebió un poco — Sólo somos dos chicas en un bar, bastante extremo ¿no?

Romee rodó sus ojos y le pidió otra bebida al barman.

—¿Nunca has ido a un club sólo con otra persona? — preguntó.

—La verdad no, Romee. Es bastante peligroso, podrían echarnos alguna sustancia en nuestras bebidas y... — fue interrumpida por una voz varonil.

—¿Emily? — el acento ruso se hizo notorio.

Romee alzó su ceja en señal de confusión y Emily se llevó una sorpresa bastante incomoda para su gusto. Volteó a observarlo y se trataba del mismísimo Nikolay Petrov.

—La misma. — sonrió incómoda.

—Vaya, pensé que nunca más te volvería a encontrar — suspiró — ¿Zoe? — preguntó en señal a la chica que se encontraba detrás de ella, haciendo referencia a Romee.

—Oh no. — suspiró y volteó a ver a Romee quién tenía una cara de bastante disgusto. — Zoe volvió a Italia, ahora estoy sola, bueno no tan sola. Tengo a Romee conmigo.

—¿Volvió a Italia? — se sorprendió.

—Así es. — asintió.

—No pensé que fuera capaz de hacerlo. — suspiró y cambió su rostro divertido por uno de seriedad.

—¿Disculpa? — Romee se atrevió a preguntar, se estaba cansando del tipo.

—No, no. No estoy hablando de algo que a ustedes dos les interese. — le restó importancia. — ¿Qué haces aquí, Em? Pensé que una ángel bastante importante debe de llevar una vida bastante sana.

—Y lo hace — volvió a responder Romee, «¿a caso Emily no se daba cuenta de lo bastante arrogante que era éste tipo?» — Sólo quisimos salir a divertirnos, no le veo ningún problema.

—Bueno, yo tampoco. — asintió — Invitó un trago.

—En realidad, nos íbamos. — Romee asintió y observó en dirección a Emily haciéndole una seña.

—Sí, en realidad sólo queríamos venir y tomarnos dos copas. — Emily sonrió incómoda — Algo bastante raro, pero bueno, queríamos hacerlo así.

Nikolay asintió confundido observando como las dos modelos se iban del lugar. Al llegar afuera, Emily suspiró y frunció su ceño.

—¿No te cayó bien, verdad? — preguntó.

—No, se ve que quiere algo raro de ti. — suspiró — ¿Cómo lo conociste? Y además de eso, no es él precioso Justin Bieber.

—¿Algo raro de mí? — frunció su ceño e intentó descifrar lo que Romee le quiso decir.

—Sí, Em. — rodó sus ojos — ¿A caso no notaste cuándo preguntó por Emily y luego murmuró “no puedo ser que haya sido capaz” o algo así?

—Sí lo noté — asintió — Pero no pensé que fuera un tema bastante interesante para pensar que quiere hacerme algo a mí u obtener algo de mí.

—A veces eres tan ilusa. — sonrió — Ven, vamos.

Emily asintió y en lo que restó de camino hacía su apartamento, su mente no dejaba de procesar aquellas palabras que Romee le había dicho. Y tenía algo de verdad, lo único que había preguntado había sido por Zoe, ni siquiera le importó sobre ella.

¿Será que tal vez él y Zoe tenían algún plan secreto en contra de la modelo y ángel?