Beautiful Angel; Justin Bieber

Capítulo 36.

—¡¿Dónde mierda andabas, Justin?! — Sofia gritó tanto que sintió su garganta desgarrarse, quería aventarle cualquier cosa que se encontrara en su lugar.

—Ya te había dicho. — pasó su mano con pesadez por su cabello, volvió a depositar su mirada en la chica que se suponía ser su novia e intentó acercarse a ella. — En casa de Emily.

—Ya lo veo — negó e intentó calmarse, sentía un dolor tan profundo qué aún no entendía la razón — Te espere, Justin. No sabes cuánto te espere y hasta soporté al horrible ogro de tú hermano... Y, y estás son tús horas de llegar.

—Bien, sí tienes algo de razón — suspiró — Pero también tenía que hacer Cosas, Emily estaba mal.

—¿Mal? Vi las fotos de ella saliendo de aquella fiesta y no me parece que estuviera mal — Sofia sonrió con sarcasmo —¡No me veas la maldita cara de estúpida, Bieber!

—¡No te la estoy viendo, Sofia! — gritó.

La rubia sintió como su ira comenzaba a florecer. Desde que había aparecido ese castaña de globos oculares azules intentando parecersen al mar, todo había cambiado entre ella y Justin. Lo observó por unos segundos y después salió de su habitación intentando conseguir un vaso de agua para calmarse, necesitaba hacerlo.

—Deberías dejar tús dramas — murmuró — No todo el mundo está haciendo cosas malas, Sofia.

—Tienes razón — murmuró — Pero creo que tú eres la excepción.

Justin la observó por última vez, abrió la puerta y salió del interior del apartamento de Sofia. Estaba echo una furia, había sido un completo idiota al no confesarle la verdad a Sofia y no haber cumplido la promesa qué le había prometido a Emily.

—Qué tenga un buen día, señor Bieber — deseó el señor encargado de la vigilancia del edificio.

Justin por otro lado sólo le dedicó una sonrisa a medias, caminó hasta su automóvil y en un par de minutos ya se estaba introduciendo en el tráfico de Los Angeles, y para su mala suerte un carro de un paparazzi venía persiguiéndolo, después de lo maravillosa que había sido su madrugada siempre había algo que tenía que arruinarsela. Golpeó con fuerza el volante de su automóvil ocasionando que el claxon sonará.

—¡Mierda! — gritó.

Veinte minutos más tarde estacionó afuera de su mansión e ingresó a esta encontrando a su hermano menor sentado junto con su mascota Esther viendo una serie en Netflix.

—Wow, alguien está de mal humor hoy. —bromeó.

—No estoy para tus bromas, Jason — se limitó a responder.

—Adivinaré, peleaste con tú querida novia Sofia y ahora quieres echar tú ira sobre mí — sonrió — Te equivocas, hermanito.

—No quiero descargar mi ira sobre ti... — rodó sus ojos —Tampoco te creas el centro de atención del mundo.

—¡Y ahí está! — exclamó — Quizás ésto pueda canalizar tú ira... Jeremy, nuestro querido papá ha llamado para invitarnos a un viaje.

—¿Qué viaje? — preguntó interesado en la noticia qué le estaba acabando de dar su hermano.

—Un viaje al Cabo San Lucas, quiere reunirse con nosotros y... — suspiró rodando sus ojos — Dice que puedes llevar a tú novia o a Em, pero más que todo a Em, dice que quiere verla de nuevo.

—Emily no es mi novia — Justin suspiró sintiéndose mal por lo que acababa de decir — Sofia tiene ese derecho, llamaré a avisarle.

—Eres un completo idiota — murmuró frustrado por las acciones de su hermano.

(...)

—Por favor, contéstame — murmuró Justin mientras escuchaba como el teléfono de Sofia colgaba sus llamadas, dándole a entender que no quería hablar con él. — Sof, por favor.

—¿Qué mierda quieres, Justin? — una voz fría y neutral apareció por los parlantes de su teléfono.

—Hablar contigo, eso quiero. — murmuró.

—Pues adelante, dime lo que me tengas que decir — suspiró.

—Quiero disculparme contigo, sé que no debí demorarme demasiado tiempo y además de eso, tampoco debí colgar tú llamada cuándo me estabas llamando... — suspiró — ¿Sabes hace cuánto no tengo una novia? Contigo estoy intentando volver a hacer las cosas bien, y créeme que sí fuera otro no estaría aquí perdiendo mi dignidad contigo... — rió.

—Eres hermoso, cielo — Sofia murmuró y después dejo escapar una pequeña risa — Tienes mis disculpas.

—¿En serio? Gracias, Sof — sonrió.

—Sí, en serio bebé — asintió aunque sabía que Justin no podía verla.

—Estoy tan agradecido contigo, pensé que después de todo no me perdonarías — sonrió — Te llamaba para decirte que mi padre nos invitó a ti y a mi a una viaje.

—¿Qué? Aún no estoy preparada para conocer a tú familia — suspiró nerviosa — Apenas puedo sobrellevar con los malos humores del ogro de tú hermano qué no-

—Shh, le caerás bien a mi padre y a mis otros hermanos pequeños — aseguró Justin.

—De acuerdo, debo colgarte — suspiró — Saldré a comer con algunas amigas, cuídate.

—Está bien, suerte. — sonrió.

Colgó la llamada y bajó de nuevo al primer piso dónde se encontraba su hermano platicando por teléfono alegremente, Justin frunció su ceño pero ignoró el hecho y siguió su camino hasta la cocina dónde prepararía un poco de cereales con leche. Hizo su trabajo y después volvió hasta dónde estaba su hermano, ahora guardando su teléfono de nuevo en su bolsillo trasero.

—¿Nueva conquista? — preguntó pícaro.

—No, de hecho era Emily. — sonrió.

Justin sintió ahogarse con sus cereales pero por suerte su hermano se compadeció de él y le dio una pequeña palmada en su espalda.

—¿Qué... Qué hacías hablando con ella? — intentó controlar sus celos y por ello Jason se rió de él.

—Tranquilo, no te la voy a quitar hermanito — suspiró.

—Sé que no lo harías porque te gusta su ex mejor amiga. — rodó sus ojos.

—Exacto — asintió.

—Pero, ¿entonces porque hablabas con Em por teléfono? — volvió a preguntar.

—La invité al paseo que está organizando nuestro padre — sonrió orgulloso por su acción — Espero no te moleste eso, Justin.

—Mierda. — en su mundo acababa de empezar el drama.

—Y lo mejor de todo fue que aceptó... — sonrió — Dice que puede ir porque su show en París será en una semana.

—¿El paseo cuándo es? — preguntó perdido por todo lo que estaba sucediendo.

—Pasado mañana. — Jason suspiró y se alejó de su hermano— Espero y sepas controlar a tú novia.