Después de once años, vuelven a encontrarse. Emily Grey siendo una modelo y ángel para Victoria's Secrets y Justin Bieber siendo el cantante pop más reconocido mundialmente.
¿Será este el nuevo comienzo de una historia de amor entre los dos chicos q...
Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.
—¡Em, el desayuno está listo! — Jason habló a través de la puerta, asustándola un poco. —Nuestra señora y hermosa cocinera te ha preparado un desayuno dietético.
—Dame un momento, Jas. — Emily le murmuró intentado colocar su outfit de la noche anterior, algo completamente incómodo y muy elegante para una mañana sin rutina.
—Justin está impaciente. — Jason murmuró de nuevo y Emily rodó sus ojos, en realidad en ese momento no le importaba Justin Bieber, se sentía utilizada por sus redes y no lo quería ver porque sí lo hacía, juraba que le lanzaría su tacón por haberla ilusionado de esa manera ayer con un beso.
—¿Le tienes miedo a tú hermano, Jason? — Emily le preguntó divertida mientras abría la puerta y dejaba ver a un Jason totalmente asombrado, frunció su ceño. —¿Ocurre algo? Lo sé, me voy muy elegante.
—No, no...— Jason negó de inmediato y sonrió, era demasiado hermosa y perfecta. Justin tenía que decirle sus sentimientos rápidos o sí no alguien llegaría y se la arrebataría— Estás bien, sólo que aún no asimilo verte así — La recorrió con la mirada y Emily se sintió incomoda— Todavía tengo a la pequeña Emily en mi cabeza.
—Menos mal, me estabas asustando. — sonrió.
Salió de la habitación y comenzaron a recorrer el largo pasillo hasta llegar a las escaleras y comenzar a descender para dirigirsen hasta la cocina, dónde los tres tomarían su desayuno. Emily atravesó la puerta y observó a Justin hablar por su teléfono.
—Sí, Sofia... — sonrió y en ese mismo momento quiso lanzar le su tacón pero se arrepintió y apareció por el campo de visión del chico y le sonrió cómo sí nada hubiera pasado ayer. —Eh, discúlpame, debo colgar.
Dejó su teléfono e inspeccionó a la chica que estaba en frente suyo, era hermosa, muy hermosa y ayer no había podido apreciar eso porque se encontraba ebrio, sólo recordaba ellos dos juntos, los guardaespaldas y Jason mirándolos con ternura y por último el beso.
—¿Como amanecer, Justin? — Emily le preguntó amigable y le dirigió una sonrisa.
—Um, amanecí bien ¿y tú? ¿Dormiste bien, Em? — Justin preguntó interesado por saber como había amanecido ella.
—Interesante... —Emily observó a Jason quién los miraba divertidos.— Sí, todo genial.
Justin asintió y observó a su hermano, quién sonreía ante la escena y frunció el ceño. La señora encargada de la cocina, apareció por su campo de visión sonriéndoles alegre.
—Buenos días, chicos. — saludó y Emily le dedicó una sonrisa dulce, no estaba acostumbrada a este tipo de cosas y siempre trataba de hacer que las demás personas se sintieran cómodas. — Aquí les traigo un delicioso desayuno.
—Madelaine, tan bella como siempre. — Jason le sonrió y recibió su desayuno dietético por culpa de Justin.
—Se ve delicioso, ¿Madelaine? — Emily la miró y la señora de unos cincuenta años asintió.
