❝ 022 ; canciones de cuna ♡ ❞

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Taeil se encontraba acomodando algunas cosas del armario; desde la mudanza no había tenido tanto tiempo para acomodar como se debe ese lugar. En la planta baja estaba Young Ho cocinando, el mayor dejo que su novio se encargará de la comida cada que él estuviera; no era muy bueno en ese ambiente y no quería arriesgarse o lastimar a alguien.

Mientras revisaba cuales eran las cosas que se hallaban guardadas en aquel lugar, encontró una de la cual no se acordaba; y no porque no la quisiera, sino, porque su mente estaba concentrada en otras cosas más importantes. Su bella guitarra estaba guardada hasta lo más profundo del armario.

—¿Cómo fue que terminaste aquí dentro?— se preguntó, estirando un poco su cuerpo para alcanzarla —No recordaba que estuvieras aquí.

Sonrió ampliamente cuando la tuvo entre sus manos, esa hermosa sensación de volver a su pasado; buenos recuerdos le vinieron a la mente con esa guitarra. Oh cielos, recuerda haber pedido a Johnny ser su novio tocando la guitarra y cantando; estilo serenata.

—No llores, no llores…— se repetía una y otra vez, la melancolía le invadía y sus hormonas no ayudaban. Todo fue en vano porque bastaron unos segundos más para que las lágrimas salieran.

Una vez que se controló, y sus ojos dejaron de estar rojos y sus mejillas rosas; bajó hacia la cocina con la guitarra en mano.

—Johnny— le llamó, éste dejó de picar verduras y se volteó a ver a su amado.

—¿Sí, my love?— preguntó algo desconcertado.

—Mira, encontré mi guitarra— exclamó con mucha alegría, levantando el instrumento frente a él.

—Cielos— fue lo único que dijo Seo, para después lavar sus manos y secarlas —¿Dónde estaba?— preguntó acercándose a él.

—En el fondo del armario— rió —¿Recuerdas por qué la dejamos ahí?

—Nop, la verdad no; pensé que la habíamos dejado en el departamento del grupo— la tomó entre sus grandes manos, Moon asintió; también pensaba lo mismo —¿Podrías tocar algo para mí?— sugirió con un brillo sincero en sus ojitos.

—Johnny— pronunció Taeil, recordó el porque había llorado en la habitación; y otra vez quería hacerlo.

—¿Recuerdas que con ésta guitarra y tu hermosa y angelical voz me pediste ser tu novio?— cuestionó con una sonrisa llena de ternura y amor.

—S-sí, como podría ol-olvidarlo— contestó con un nudo en su garganta —Fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida… y eso que yo suelo tomar más, malas decisiones.

—Me alegro y me sigue alegrando que hayas sido tú el que se atrevió a dar el siguiente paso— le miró con mucho amor —Si no lo hubieras echo, posiblemente no seríamos pareja y mucho menos papás— dejó la guitarra recargada en el marco de la cocina, mientras con un brazo rodeaba la cintura de Taeil.

—En aquel entonces eras muy tímido e inseguro Johnny— reconoció el pelinegro con cierta tristeza.

—Sí— agachó su cabeza avergonzado —Pero gracias a ti y a los demás, logré dejar de serlo— besó su nariz —Y luego, yo te ayude con tu inseguridad.

—Sí, fue muy bonito de tu parte— se puso de puntillas y besó los dulces labios del estadounidense —Creo que si seguimos así… voy a llorar— dijo burlón.

—No llores my love— le limpió con sus nudillos las lagrimitas que amenazaban por salir de sus ojitos —Mejor hay que terminar la comida, ¿Quieres?— Taeil asintió con una pequeña sonrisa.

[…]

Una vez que terminaron de comer y de lavar los trastes, tomaron asiento en su cómodo y gran sofá; mientras veían la televisión juntos.

Crónicas de padres primerizos [#1] ψJohnilψWhere stories live. Discover now