❝ 011 ; cariñitos ♡ ❞

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Taeil se encontraba acomodando la ropita que días antes había comprado junto a su novio. Ya la había lavado, bueno mejor dicho, le pagó a JungWoo para que le hiciera el favor ya que en estos meses su energía estaba muy baja y el cansancio llegaba más fuerte.

Ya había doblado la ropita con ayuda de RenJun, ahora la estaba metiendo al armario; no había mucho espacio, pues se encontraban las prendas de Young Ho, JaeMin y él. No tuvo de otra más que sacar la ropa del más pequeño, para poder mantener en buen estado la de Chaeyoung; solamente esperaba una buena reacción de Jaemin, pues no le había pedido permiso para sacar su ropa y meterla a bolsas.

—¿Qué es todo este desorden?— habló Doyoung a sus espaldas, Taeil se giró riendo.

—Pues la ropa de Jaemin— dijo mientras seguía metiendo ropita.

—La metiste a bolsas de basura, ¿En serio?— preguntó Doyoung mientras intentaba pasar, había muchas bolsas en el suelo; sin contar las bolsas de las compras de la bebé y la gran caja de la cuna —Jaemin te matará.

—Claro que no, debe entender que es por un bien común— dijo seguro; nadie le estaba asegurando que el pelirosa se lo tomará bien.

—Ya— dijo el otro pelinegro, la verdad no se fiaba; Jaemin era un poco explosivo cuando se trataba de sus cosas —Hay muy poco espacio, es incómodo estar aquí— habló mientras tomaba asiento en el pequeño espacio que quedaba libre de la cama matrimonial, ésta estaba ocupada por ropa del pelirosa y cosas para bebés.

—Un poco, y no hablemos de la cuna; esa cosa agarra mucho espacio de la habitación… ahora me siento como una sardina— comentó Taeil mientras se ponía de puntillas para colocar las pequeñas lociones en la parte superior del armario.

—Igual— hizo una mueca, ese lugar se sentía un poco asfixiante.

—¿Qué tal si me ayudas y así liberamos un poco de espacio?— le miró con el ceño fruncido.

—Pss, bueno, igual no tengo nada que hacer— suspiró el menor, poniéndose de pie para comenzar a caminar hacia Taeil con dificultad.

[…]

Después de ordenar la mercancía, Taeil terminó muy cansado; a la mitad del acomodo el pobre Doyoung se quedó solo ordenando ropa y más, mientras seguía las instrucciones de donde colocar los biberones y chupetes de la hija del mayor.

—Ah, fui yo él que hizo todo hyung— suspiró cansado el otro pelinegro, mientras se dejaba caer sobre la cama ya libre de Jaemin.

—No te quejes Doyoung, al menos no tienes esta enorme panza— dijo con el ceño fruncido, apuntando su ya abultado vientre.

—Bueno, eso sí— rió, cuanto le alegraba no tener que cargar con esa panza.

—¡Doyoung! ¡Baja ahora mismo!— se escuchó la voz de Yoon Oh en la planta baja.

—Bien, me voy hyung. Parece que tengo que arreglar algunas cosas— rió amargo Doyoung, yéndose de la habitación con más facilidad.

Luego de un rato, una voz chillona entró a la tranquila habitación de los próximos padres.

—¡Hyung!— gritó escandalosamente JungWoo, detrás de él venía Yukhei cargando bolsas en sus dos brazos.

—Ah, ¿Qué pasa Junguwu?— preguntó cariñoso, pero muy dentro de él aquel grito le fastidio mucho.

JungWoo sonrió al escuchar la tierna forma en que le llamó el mayor —Le tenemos una sorpresa— sonrió ladino, Taeil asintió esperando la gran sorpresa. El castaño buscó entre las mil bolsas que cargaba su novio —Lucas, ¿Dónde está la sorpresa para Taeil hyung?

Crónicas de padres primerizos [#1] ψJohnilψDonde viven las historias. Descúbrelo ahora