❝ 020 ; mimos y galletas ♡ ❞

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Taeil suspiró aburrido mientras su vista estaba pegada al televisor, hace una hora que Young Ho había salido con los demás chicos para pasar el rato; quería mimos y comer, pero no estaba su novio para que le diera lo que quería.

Tomó su teléfono y presionó el contacto deseado.

-Johnny- le llamó una vez que el menor contestó la llamada.

-My love, ¿Qué pasa? ¿Está todo bien? ¿Te duele algo? ¿Chaeyoung y tú están bien? ¿Llamo a una ambulancia? ¿Quieres que...?- el menor parecía estar muy preocupado ante la llamada inesperada de su hyung, Taeil rió bajito; tan tierno su novio como siempre.

-No sucede nada malo cariño- contestó burlón, John suspiró aliviado del otro lado de la línea -Solamente que...- hizo una pausa, no sabía como pedir esto.

-¿Qué sucede bebé?

-Quiero mimos- puchereó tiernamente, tomando la orilla del jersey que llevaba puesto.

-Aaww lunita, que tierno eres- fue la respuesta de Seo a la petición del pelinegro -Termino de ver la maratón de películas con los chicos y luego voy a casa a darte muchos mimitos.

-Yo quiero ahora- puchereó nuevamente, golpeando el piso con su pie; en forma de berrinche.

-My love, son películas de superhéroes...- utilizó un tono de voz que le ayudará a hacer entender a su pequeño novio.

-¿Esas películas son más importantes que tus dos bebés?- contestó indignado.

-Claro que no- negó de inmediato.

-Entonces ponte de pie, empieza a despedirte de los chicos, sal del departamento y ven a darme mimos- su entrecejo estaba levemente fruncido, cruzó sus brazos e hizo un mohín.

Young Ho rió suavemente, no pudo evitar imaginar como es que estuviera el mayor ahora mismo -Bien, iré ahora mismo; llego en diez.

-¿Diez qué? ¿Horas, minutos, días, meses, años?- cuestionó Moon con el mismo tono en su voz.

-Diez minutos, my love- rió entre dientes, no quería hacerlo enojar aún más.

-Bien- contestó cortante. Y antes de que el estadounidense colgará, se apresuró a decir -¡Ah! Y trae ingredientes para hacer galletas, quiero que me hagas unas.

[...]

Cuando Taeil abrió la puerta, lo primero que se encontró fue a los ojos de su novio achicándose al sonreirle lleno de cariño, levantando en su mano derecha una bolsa de plástico que pronto cruje por el movimiento.

-Traje las cosas para hacerte galletas~

-¡Sí, gracias! Ahora ponte a hacerlas rápido, muero de antojo- se apresuró a meter al menor a la casa. Colocó sus manos en la espalda de Johnny y lo comenzó a empujar hacia la cocina.

-¿No me darás al menos un besito de bienvenida?- hizo un tierno puchero Johnny, agachándose un poco para que así su pequeño novio alcanzará sus labios.

-Después de que hagas las galletas- contestó el pelinegro, retirando su mirada de la del menor.

-Oh vamos bebé, solo un besito; con un piquito me conformo- puchereó Seo, mirándole con ojos suplicantes -¿Siiii?- alargó la palabra para darle un toque más tierno.

-¡Oki!- terminó cediendo, ahora se daba cuenta del poder de los encantos del chico; y de lo enamorado que estaba de él.

Taeil tomó de las mejillas a Johnny y lo obligó a agacharse un poco más, para así apoderarse de sus labios.

-¿Te gustaría ayudarme?- habló John una vez que se separaron del beso.

-Nop- negó rápido. Young Ho encarnó un ceja, Taeil rió bajo y le sacó la lengua de forma infantil; para luego salir a paso apresurado de la vista del menor.

-¡Taeilie!- gritó con enojo falso el estadounidense, el nombrado rió a carcajadas desde el sillón.

Young Ho se puso manos a la obra, si su novio quería galletas, él le haría galletas; todo sea por la felicidad de su pequeño, su lunita, su felicidad.

Mientras hacía las galletas, a su alrededor sonaban canciones de diferentes artistas; ya sean coreanos, japoneses, chinos, estadounidenses, etc. Moon miraba entretenido la televisión, ahora mismo estaban pasando una de sus películas favoritas; el cadáver de la novia.

-Gracias a todo mi público por estar aquí el día de hoy, los amo- gritó John con voz eufórica, el mayor miró hacia la cocina desconcertado -Ahora cantaré una de las clásicas, canten conmigo- Taeil soltó una risita traviesa, ver a Johnny con un delantal de cocina, lleno de harina por todos lados, utilizando una cuchara como micrófono y gritándole a la nada no era de ver todos los días.

-¡Seo Johnny! ¡Johnny! ¡Johnny!- animó Moon desde la sala con una sonrisa enorme en su rostro. El menor se giró a verle, sintió el calor en sus mejillas; rayos, le habían visto.

-M-my love- susurró avergonzado, el pelinegro le sonrió con ternura y se rió con suavidad.

-No te detengas Johnny, sigue dando tu concierto- insistió Taeil sonriente -¿Puedes cantarme algo?

-Lo que tú quieras bebé- la vergüenza se había esfumado por completo del cuerpo del estadounidense, ahora quería seguir el juego con su novio.

Taeil sonrió hasta que sintió como sus mejillas dolían, no podía evitar no hacerlo cuando estaba con Young Ho; era algo así como inercia, ¿Cómo no sonreír teniendo a Johnny a tu lado? Se sentía tan afortunado.

[...]

-¡Ya están listas!- gritó Young Ho desde la cocina, Taeil se giró a verle con emoción y anticipación. El menor se retiró su delantal y en un plato extenso, colocó las galletas y se las llevó a su novio.

-Se ven deliciosas- halago Taeil, pasándose la lengua por el labio inferior; saboreando cada una de esas galletas.

-Cómo la persona que las hizo, ¿No?- preguntó coqueto Seo.

-Yah, claro- contestó burlón.

Johnny tomó asiento a un lado de su pareja, pasándole el plato con las galletas; Moon con mucha rapidez en sus movimientos tomó dos galletas, dándoles una mordida; el mayor suspiró de satisfacción.

-Soy todo un cocinero- se halago a sí mismo Seo, con una sonrisa de superioridad; el pelinegro negó divertido.

Pasaron minutos en los que Taeil se dedicaba a comer la mayoría de las galletas mientras John veía la oportunidad de tomar una sin que su novio se enojará. Al final, el plato terminó vacío, con puras migajas.

-¿Mi bebé quiere mimos?- preguntó Johnny con voz melosa, como si estuviera hablándole a un cachorrito.

Y Taeil asiente feliz, sonriendo ampliamente -Muchos mimos.

-Mi bebé es todo un consentido.

Taeil no lo niega, no cuando Johnny empieza a repartir cariñosos besitos por todo su rostro mientras que sus grandes manos comienzan a escabullirse bajo su jersey para acariciar su cintura con ayuda de sus pulgares; risitas se escapan ante las cosquillas. Pronto su boca vuelve a ser reclamada y con eso, ambos se envuelven en su mundo ignorando el exterior.

Quizás Taeil sea consentido, pero Johnny es el principal culpable de ello.

꒰🍼꒱

Hola ฅ(•ㅅ•❀)ฅ

Espero les haya gustado uwu💓

Perdón por las faltas de ortografía✨💕

¡Gracias por leer!🐰❤

Crónicas de padres primerizos [#1] ψJohnilψWhere stories live. Discover now