Crónicas de padres primerizos [#1] ψJohnilψ

❝ 006 ; noticia a los padres ♡ ❞

Taeil ya tenía tres meses de embarazo, su vientre ya estaba más inflamado que antes; su pancita se notaba más, su ropa le comenzaba a apretar, por lo cual ahora utiliza la de Young Ho.

El tiempo ya había pasado, y las personas más importantes y cercanas a los chicos conocían sobre el embarazo de Moon; todos menos las primeras personas que debieron enterarse... sus padres, los de ambos.

Así que hace una semana Seo pidió un día de descanso para poder ir a la casa de los señores Moon y darles la gran noticia; era una lastima que no pudieran darle la noticia a sus padres, ellos no estaban en Seúl.

La pareja se estaba terminando de arreglar, para ir a la casa de los padres del mayor.

-Johnny, ¿No tienes miedo?- preguntó Taeil, acomodando un poco el suéter del menor.

-No, ¿Por qué debería estarlo?- preguntó ladeando su cabeza.

-Porque son mis padres Johnny, ¡Mis padres!- pausó un momento -Ya sabes como son, aparte... nisiquiera les caes bien, temo que si les decimos esto, nos mataran y te odiaran más... no quiero eso- se puso de puntillas, besando la punta de la nariz del menor.

-Tranquilo- le dijo, acariciando su mejilla -Todo estará bien, ¿O acaso te he mentido alguna vez? Desde que te he dicho eso, no ha pasado nada malo- Taeil asintió, su novio tenía razón -¿Lo ves? Nada malo pasara, y si sucede... pues no es nuestra culpa- Seo temía un poco de sus palabras, por primera vez sintió nervios y duda al decirlo; la verdad es que si les temía a los padres de Taeil, temía a lo que dirán o incluso harán... pero no debía decirlo, debía ser fuerte y apoyar a su pareja.

[...]

La feliz pareja se encontraba frente a la puerta de lo que fue alguna vez el hogar del mayor. Taeil volteó a ver a Young Ho, preguntando con su mirada si estaba preparado para lo que vendría, John asintió un poco decidido.

Después de tocar el timbre, no paso ni medio minuto cuando la puerta fue abierta; dejando ver a una señora con lentes y cabello negro con algunas canas.

-Taeil, hijo- pronunció la señora cuando se percató de quienes estaban parados frente a ella -Ah, y Johnny- dijo disgustada, mirando de arriba a abajo al más alto, volteando sus ojos en forma de fastidio por la presencia del estadounidense.

-Hola madre- saludó animado el pelinegro, aunque esa pequeña mueca que había echo al ver como le hablaba a su novio, no desapareció.

-Hola señora Moon- saludó igualmente Young Ho.

-Hola- volteó sus ojos, John soltó una débil tos para darle a entender al mayor que era mejor pasar -Pasen, es su casa... bueno, sólo tuya mi amor- miró a su hijo con amor, mientras que a John le miraba con indiferencia.

Taeil y Johnny tomaron asiento en el sillón más grande de la sala, el sillón principal como solía decir el pequeño Taeil. La madre del mayor se sentó en el otro, donde cabían dos personas.

-¿Qué hacen aquí? ¿No tiene promociones que hacer o algo?- preguntó la mayor, viendo a la pareja, más bien a su hijo; el pelinegro iba a contestar pero fue interrumpido por la voz de su madre -Taeil, mi amor, estás un poco más gordito, ¿La empresa ya no te da una dieta que seguir? Porque no te haría mal volver a seguirla, esa pancita mhh... nop- negó con el ceño fruncido su madre. Taeil se encogió un poco, vaya, es un gran apoyo de su parte; por otro lado John había gruñido por la falta de respeto de la madre de Taeil hacia él.