Crónicas de padres primerizos [#1] ψJohnilψ

❝ 010 ; comprando cositas ♡ ❞

—Johnny, cariño— le llamó Taeil al ver como metía y metía cosas al carrito —¿Crees qué podamos pagar todo eso?— gruñó el pequeño pelinegro.

—Perdón, amor. ¡Es que todo es muy, muy lindo!— exclamó Johnny emocionado.

—Y no querías que fuera niña— se burló.

—Nunca dije eso— negó —Solamente decía que ojala fuera niño— se encogió de hombros —Pero ahora me da igual, ¡Le voy a enseñar a pelear!

—¡Johnny! Ya hablamos de eso... ella debe ser buena niña.

—Ay, yo sé que a Chae le gustará saber pelear— besó la mejilla de su novio.

—Yah, claro— rió al ver a su novio tan mimoso —Oye, cariño, ¿Vas a elegir un body para la bebé?

—Pensé que nunca me lo dirías— Taeil rió —Vi unos muy bonitos en el pasillo cuatro, vamos— tomó el carrito de compras y guió a su perdido novio hacia el dicho pasillo.

Johnny tenía una forma muy particular e infantil de llevar el carrito, lo hacía como un niño pequeño; tomaba vuelo y se subía al carrito, provocando que Taeil sonriera como tonto al verle.

—Johnny, te vas a caer si sigues así— advirtió el mayor, yendo a paso lento; tomando por debajo su abultado vientre, ya se le dificultaba un poco el movimiento.

—Uh, perdón— dijo con un puchero.

La pareja siguió a paso lento hacia el pasillo, John no quería apresurar a su cansado novio. Después de llegar, cada uno se fue a distintos estantes; Young Ho fue directo por unos body's y Taeil por unos zapatitos.

—Mira Taeil, mi amor— le llamó John, caminando rápido hacia el pelinegro —Ya escogí como tres— le mostró los tres body's a su pareja, Taeil rió —¿Podemos llevar uno de tigre?

—Bueno, lleva, lleva— Taeil sonrió.

—¡Mira esos zapatos! ¡Tomalos antes de que alguien más lo haga!— exclamó Young Ho, mirando atento a las demás parejas que pasaban.

—Bien, tranquilo— respondió mirándole con una sonrisa, no había cosa más tierna, adorable y bella, que ver a un padre emocionado esperando el nacimiento de su bebé... y el hecho de que sea Johnny, lo hacía aún más.

[...]

Taeil llevaba puesto un polerón color azul marino dos tallas más grande que él, de esa forma ocultaba su gran vientre ante la vista de las personas en el centro comercial.

Entró con mucha cautela a una tienda para bebés, su novio había ido por unas cajas de galletas oreo; las favoritas del mayor. Su vientre ya se veía con más facilidad y tenía que tener cuidado por donde iba, para evitar los comentarios de toda esa gente homofóbica , fue imposible pues en ese lugar muchas miradas de femeninas le miraban con desaprobación y asco.

Fue directo hacia las cunas y más, aún no comprarían los muebles que necesitarían pero le hacia ilusión verlas.

—¿No te da vergüenza andar así?— preguntó con asco una señora que llevaba dos niños.

—¿No piensas en las traumas que les puedes provocar a los niños?— añadió una embarazada del otro lado.

—Solo estoy viendo cunas para mi bebé, ¿Qué tiene de malo?— se giró nervioso, mordiendo su mejilla interna al sentir todas esas miradas asqueadas sobre él.