CAPÍTULO 35 (ATAQUE DE PÁNICO)

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Caía el atardecer en Arendelle, Elsa y Jean Paul regresaban a las caballerizas después de haber pasado parte de la mañana y la tarde juntos, habían visitado una gran parte del reino. Recorrieron toda la villa, parte del bosque y cabalgaron alrededor de los fiordos, el recorrido había sido exhaustivo pero ameno para ambos, Jean Paul disfrutaba mucho la compañía de la rubia… Durante el recorrido ella explicaba varias tradiciones Noruegas, le mostraba una cantidad interminable de artesanías y le dio a probar algunas de las delicias típicas de su reino, había sido un día lleno de cosas nuevas para él, al llegar a las caballerizas juntos mientras reían, Hans observaba que finalmente y después de semanas Elsa era feliz de nuevo, pero el motivo de su felicidad ya no era él…
-Me encantó todo tu reino, es un lugar maravilloso… No pensé que Arendelle fuera tan particular.
-Jaja bueno… Y eso que no tuvimos tiempo de ir a la montaña del norte. En ese lugar hay otro palacio… Bueno… Es mi palacio.
-¿Tu palacio? –Preguntó confundido-
-Si, esta hecho de solo hielo, yo misma lo hice.
-¿Tu misma? ¿Cómo?
-Bueno… Fue el día de mi coronación, los incidentes de ese día me hicieron escapar hacia allá… Yo necesitaba estar sola, así que ya sin miedo de lastimar a alguien lo construí.
-¿Con tus poderes?
-Si…
Jean Paul se quedó solo observándola, -Ella es tan perfecta- pensó.
-No dudo que sea un lugar maravilloso… Como tú. –Dijo deteniendo el caballo-
Elsa al escuchar ese cumplido, no pudo evitar sonrojarse. Ambos se detuvieron ya dentro de las caballerizas, Jean Paul se bajó de inmediato para ayudar a la reina a descender del equino, la tomó por la cintura mientras la cargaba delicada mente, ella solo sintió que su cuerpo no le respondía, él la cargaba tan delicadamente que a penas sintió las manos del joven en su cintura. Al ponerla en el suelo con delicadeza sus miradas se cruzaron, se quedaron un par de segundos así, hasta que Elsa reaccionó.
-Bien… Emmm ¿entramos al palacio? –Preguntó titubeante-
-Claro… Si.
Sin decir nada Hans se acercó a ellos para quitar los accesorios de ambos caballos, evitó mirarlos, sabía que lo que iba a pasar a continuación le iba a doler demasiado… Jean Paul se acercó un poco más a Elsa y la besó en la mejilla, ella solo quedó inmóvil, sintió la presencia de Hans cerca y justo también el suave beso de Jean Paul en su mejilla, sintió que el corazón se le escapaba del pecho.
-Pasé la mejor tarde de mi vida junto a ti.- Le dijo el príncipe-
-…- A penas pudo asentir-
Hans se giró un poco para preguntarle a Elsa si necesitaba algo más, fue la peor idea… Se giró para ver como Jean Paul tomaba la mano de la rubia mientras la acercaba a su cuerpo y la abrazaba por la cintura. El pelirrojo no pudo más, sintió que la ira lo invadió, le dolía ver como el príncipe acercaba más y más a Elsa, mientras ella solo se quedaba ahí. Sin más se acercó furioso a él y de un solo empujón lo tiró al suelo.
-¡DEJALA!
Elsa reacciono de inmediato y tomo a Hans por el brazo.
-¡HANS! Ya basta…
Jean Paul se puso de pie también lleno de ira y se fue contra Hans, le dio un empujón tan fuerte que casi hace caer a la rubia.
-¡YAAAA! –Pidió Elsa-
Jean Paul se hecho sobre Hans para empezar a propinarle una golpiza.
-¡OIGAAAN! YAAAA – Elsa estaba empezando a perder la paciencia con los dos-
Hans quien estaba en el suelo, y como pudo tomo a Jean Paul de el cuello de su elegante saco y con fuerza le dio la vuelta para quedar sobre el y devolverle la golpiza.
-¡YAAAA! OIGAAAAN, NO… -Trataba Elsa de separarlos, pero era inútil.-
Jean Paul se soltó del agarre y sin pensarlo dos veces y tirado en el suelo logró darle una patada en el estomago a Hans haciéndolo quedar de pie.
-¡¿ES EN SERIO CABALLEROS?! ¡POR FAVOR YA BASTA! –Gritó la rubia al borde del llanto, mientras tomaba a Hans del brazo para evitar que siguieran peleando.
-¡VAMOS WESTERGAARD! DEMUESTRA QUE TAN HOMBRE ERES. –Dijo poniéndose de pie-
-¡JEAN PAUL POR FAVOR! –Pidió ella-
-Solo eres basura Hans… No vas a poder conmigo.
-¡RETAME! –Dijo Hans desafiante, sin haberse soltado aún del agarre de Elsa-
-Jajaja… No sabes como eh deseado hacer esto desde que llegue aquí.
-Ya no más… Se están comportando como animales. –Dijo Elsa, sin soltar a Hans-
-NO ángel… Suéltame por favor.
-¡NO!
-¿Ángel? –Preguntó Jean Paul confundido-
Era el fin, Hans había cometido un terrible error, el solo llamarla así en frente de Jean Paul dejaba ver lo que realmente estaba pasando, Elsa solo evitó la mirada de Jean y trató de evitar que Hans siguiera la pelea.
-Si… Ángel. Anda Elsa… Dile…
Elsa se encontraba entre la espada y la pared.
-¿Qué esta pasando?- Preguntó Jean Paul-
-Nada…- Dijo ella evitando más preguntas- No pasa nada.
Hans la miró y sintió el corazón romperse… Él la había delatado, su mirada era de vergüenza y decepción.
-¿Estan juntos? –Dijo Jean Paul sin querer escuchar la respuesta-
-No… -Dijo Elsa antes de soltar a Hans- Ya no…
-¿Qué? –Dijo Jean Paul, antes de ir de nuevo contra Hans-
Lo tomó del cuello de la camisa y levantarlo un poco.
-¿Qué le hiciste a mi lady?
Hans solo se quedó observando a Jean Paul a los ojos… Su mirada hacia el príncipe era fría, ya no importaba nada…
-Jean… Bájalo por favor. –Dijo tomando el brazo de él-
-¿Te esta obligando a hacer algo que tu no quieras Elsa?
Los ojos de la reina se llenaron de lágrimas...
-No… -Dijo en un susurro- Suéltalo…
-¿Qué… Le hiciste a MI LADY? –Dijo Jean Paul mientras apretaba más a Hans…
-Jean Paul… Bájalo… Por favor.
-Déjalo Elsa… Ya no importa nada, sin ti ya no me importa nada… Que me mate si quiere.
Elsa no pudo más, y sin pensarlo dos veces con una de sus manos empezó a congelar el pie de Jean Paul…
-Bájalo… -Dijo ella apretando los dientes-
Jean Paul soltó a Hans, mientras solo miraba a Elsa…
-¿Qué haces? –Preguntó-
-Les pedí a ambos que pararan… Pero ninguno obedeció… No voy a permitir esta clase de comportamiento en frente mío, ni mucho menos en mi reino. –Dijo mientras con la otra mano amenazaba a Hans, si se movía de su sitio correría con la misma suerte que Jean Paul- Hans… Vete…
-No…
-Vete.
-No me iré… No te voy a dejar sola con él. No desconfío de ti… Desconfío de él… Lo lamento mucho Ángel… No era mi intención poner en duda tu amor, ni tú honor.
Elsa soltó un par de lágrimas antes de que Hans se acercara a ella…
-Lo lamento mucho. –Dijo el pelirrojo con la voz quebrada-
-¡ALEJATE DE ELLA!- Gritó Jean Paul.
-Ve a tu habitación por favor…  -Dijo al pelirrojo entre sollozos y tranquilamente-
Hans solo se quedó observándola… Entendió el mensaje, sin más se alejó de ella para irse de ahí finalmente.
Al estar a solas con Jean Paul, Elsa descongeló su pie mientras procesaba todo lo que acababa de pasar, ya no importaba… La verdad se había descubierto, no quería que todo pasara así, no quería que todo el mundo supiera que era lo que estaba pasando, ya él lo sabía, pronto lo sabrían sus padres el rey Christopher y la reina Camille. Lo que tendría que enfrentar iba a ser difícil, esa información tan delicada se iba a esparcir por todos los reinos, sería juzgada por eso.
Elsa bajó la mirada, no tenía palabras para explicarle a Jean Paul lo que estaba pasando.
-Elsa…
-…- Rompió en llanto. –Lamento haberte congelado.
-No importa… Solo quiero saber… ¿Es eso lo que te ah tenido triste? ¿El te esta obligando a hacer algo que tu no quieras mi lady?
-No… No, es… Es difícil de explicar.
-Puedes contarme… No te juzgaré. ¿Te lastimó?
-No… Bueno… -Suspiró- Yo…
-Tú…
-Jean Paul… No quiero que esto se sepa, pero… Ya no tengo más remedio… Hans y yo…
-¿Si?
-…-Suspiró- Estuvimos juntos… ¿Entiendes?
- ¿Te obligó a…
-Noo, no, él y yo… -Suspiró- Yo… Yo lo amo… Y mucho, sé que es descabellado, y si… Sé que es Hans Westergaard quien trató de asesinarme a mí y a mi hermana… Solo pasó.
-Quiero entender… Pero no puedo.
-No te pido que entiendas que… Que siento, pero solo me pasó… No me hizo nada, no me dio nada… Lo único que hizo fue cuidar de mí, en un mo…
-Suficiente Elsa… -La interrumpió- Creo que entiendo lo que quieres decir… Eres una mujer excepcional, pero… Tengo que procesar todo esto, discúlpame.
Se alejó de ella para salir de las caballerizas y dejarla sola con sus pensamientos, sola con su horrible sentimiento de vergüenza… Acababa de decirle a un hombre que era más que obvio que tenía intensiones serias con ella, que ella había estado con otro… Otro que no era ni siquiera un príncipe, un hombre que había perdido todo el honor por su actuar, un hombre que ya no era más que uno del montón, acababa de terminar el trabajo que Hans había empezado… Tal vez no era intensión de él haber dicho lo que dijo, pero ya las cartas estaban echadas, todo había salido a la luz, solo le quedaba esperar… Esperar y pedirle al cielo que ni los demás monarcas, ni toda su corte real, ni mucho menos otros reinos fueran inquisitivos con ella. Salió cabizbaja del lugar, caminó sola de vuelta al palacio, estaba tan metida en sus pensamientos que a penas notó que había una persona que la seguía, había una persona que vio todo lo que ocurrió.
Al llegar al palacio caminó hacia la habitación de Hans, ella ya había tomado una decisión y no se iba a echar atrás, sin golpear como se le había vuelto costumbre entró.
-Elsa… -Dijo Hans sentándose en la cama, de inmediato al verla entrar, el estaba recostado con los pies de un solo lado de la cama-
-Cállate Hans… -Interrumpió- Es mi turno de hablar.
El pelirrojo se quedó solo observándola… La veía molesta, llena de tristeza y al parecer con una decisión lista para hacérsela saber.
-Debes irte… -Pudo decir finalmente-
-¿Qué?
-Te iras, no del palacio… De Arendelle. –Dijo evitando que las lágrimas cayeran por sus mejillas, con un nudo en la garganta que a penas la dejaba hablar-
-Elsa…
-No Hans, no… No puedo tenerte más aquí. Lo arruinaste todo… Vendrán por ti, en cuanto todo el mundo sepa. Yo… Yo solo quiero saber ¿Por qué? ¿Era tan difícil guardar el secreto?
-…
-Tenías que hablar solo para que tu hombría, tu ego y tu orgullo se vieran más fuertes y más grandes. Querías presumir que habías logrado lo que nadie había logrado, pusiste tu virilidad por en sima de mi honor, de mi orgullo y de mi misma… Eso no se hace Hans… -Dijo con los dientes apretados-
-Yo…
-Cállate… No he terminado.
El pelirrojo quedo en silencio de inmediato.
-Creo que lo que pasó acaba de demostrarme que… Me equivoque… Cometí un terrible error, un error irreparable.
-¿A que te refieres? –Dijo molesto-
-A todo lo que pasó entre nosotros… A ti, a mi…
-Santo cielo, te acabas de dar cuenta que cometiste un error, ¿solo por que él esta aquí?… Entiendo.
-¡No eh terminado de hablar!
-No, no me importa… Te das cuenta de que cometiste un error por que hay alguien mejor que yo, en todos los aspectos.
-Yo no estoy diciendo eso… -Dijo con la voz llorosa y finalmente rompiendo en llanto- Yo solo…
-No… No me digas nada más, solo fui un experimento para ti. Solo querías saber que era el amor, pero veo tristemente que si pudieras cambiar todo… Lo harías, y lo elegirías a él. Y en parte… Entiendo… Mírame.
Elsa posó sus ojos llorosos sobre el ex príncipe, para observarlo detenidamente.
-¿Qué ves? Dime que ves…
Elsa se quedó en silencio mientras lloraba desconsolada…
-Solo… Solo ves a alguien del montón. Un hombre que ya no tiene nada que perder… Lo único que quería ya no lo tengo… Ya no tengo a la mujer que amo… Por que no soy más que basura. Solo soy eso para ti, solo alguien más… Pfff jajaja incluso no soy digno de ti… Mírate… Eres todo lo que un hombre desearía en una mujer… Eres bella, eres lista, tienes tú propio reino… Tienes el corazón más noble y bueno. Alguien como yo no merece tanto.
-…- Ella no paraba de llorar, lloraba con sus manos cubriendo su rostro-
-Eres todo… Lo eras todo para mí. En un mundo donde yo ya no tengo nada… Tú eras lo único que me quedaba Elsa. Tú y tu enorme bondad, tú y tu enorme corazón… Los perdí… Honestamente ya no me importaría morir en altamar… Eso sería menos doloroso y agobiante.
La rubia sentía que ya no podía respirar de tanto llanto… Estaba desconsolada escuchando todo lo que él le decía.
-Yo… Me iré en la mañana.
Elsa cayó de rodillas ante Hans, sintió como su fuerza se desmoronó por completo… Esas palabras finales la habían destrozado. El pelirrojo solo se quedó observándola… Le dolía verla así, quiso acercarse a ella para abrazarla.
-No quiero causarte más molestias. No las mereces.
Vio como ella solo se quedó ahí arrodillada llorando, ella quería decirle que no se fuera, pero no podía, primero por que ella ya había tomado una decisión, y segundo las palabras ya no le salían. Sentía que se estaba ahogando… Empezó a toser demasiado fuerte, su cuerpo temblaba, trataba de respirar pero no podía. Hans se percató de inmediato… Ella estaba entrando en pánico, alrededor de la rubia se empezó a formar una capa de hielo… La escarcha invadió todo el lugar. Vio como el rostro de ella empezó a tornarse rojo, veía que ella trataba de respirar, le estaba costando trabajo solo inhalar, se acercó de inmediato a ella y la tomo por lo hombros.
-Elsa… ¿Qué ocurre?
-Aaahh –Trataba de hablar pero no podía-
-Respira… Por favor tranquilízate…
Los jadeos de la rubia alarmaron al joven, quien de inmediato la tomó en sus brazos, trató de ayudarla a incorporarse pero era inútil, sus piernas no le respondían, veía como ella temblaba.
-Tranquila… Trata de calmarte por favor… Respira despacio.
Ella veía todo borroso, estaba saliéndose de control… La temperatura en la habitación empezó a descender de una forma brusca, el frio era impresionante… Similar a la tormenta que había provocado ella el día de su coronación, sus poderes estaban fuera de control. Hans lo único que pudo hacer en su angustia fue tomarla en brazos como pudo y subirla a la cama.
-Ángel… Respira… No quiero que te pase nada. Respira… Por favor.
Los ojos de ella se posaron sobre el joven, su mirada era de pánico… Estaba entrando en pánico.
-Tranquila… No me iré… No te dejaré, pero por amor al cielo respira… Tranquila… -Dijo mientras acariciaba su cabello- No quiero que te pase nada malo… Solo trata de tranquilizarte… No quiero que mueras.
Se subió a la cama con ella y la acomodó entre sus piernas para finalmente recostarla en su pecho y abrazarla. Sentía el cuerpo de ella temblar, pero el sabía que no era precisamente frio.
-Tranquila… No me iré… Solo trata de calmarte por favor.  Respira despacio. Tranquila… Solo respira.
Ella sentía que ya no podía más, era la primera vez que una de sus decisiones la afectaba así… El solo haber tomado la decisión de dejarlo ir le había dolido pero no pensó que el oírlo decir sin miedo que se iría la afectaría tanto. Hans la tenía entre sus brazos, mientras acariciaba y besaba el rubio cabello.
-Tranquila… Respira…
Escuchaba el llanto cesante de ella… Su respiración se tornaba más lenta… Estaba empezando a recobrar el control sobre su respiración, sentía su corazón latir demasiado fuerte, quería tranquilizarse pero tenía miedo de que él se fuera… También tenía miedo de su reacción, tuvo un momento de pánico y estrés que la pusieron en un riesgo terrible, pero ahora al estar recostada en el pecho de Hans escuchando su corazón, se sentía más aliviada. Estaba de nuevo en su lugar favorito, ese lugar que tanto le gustaba… Justo ahí.
-Shhh tranquila… Respira despacio.
Ella empezaba a respirar más despacio, con más conciencia sobre su respiración, con más control… A medida de que se iba tranquilizando el hielo y la escarcha se iba disipando del lugar, todo volvía a la normalidad lentamente. Pasó un rato más hasta que finalmente Hans decidió hablar.
-Debes aprender a controlar eso Elsa… No puedes solo ponerte en riesgo así…
-…
-Pensé que morirías.
-…
-Tuve mucho miedo.
-…
-Que angustia que pierdas el control de todo de esa manera… Es… Es preocupante, pudiste haber muerto por un ataque de pánico… Te pusiste roja, parecías un tomate.
La reina solo soltó una risa ante lo que acaba de escuchar.
-Ah… ¿Te da risa?
-Un poco, nadie me había dicho que parezco un vegetal.-Dijo tratando de recuperar el aliento-
-Bueno… A mi me dio mucho miedo… Creí que morirías. Eso no me da risa…
-… -Suspiró- A mi tampoco me dan risa tus reacciones… -Dijo tranquilamente- No me gusta que pelees. Eso no esta bien.
-…
-Tuve miedo…
-…
-Pensé que… Que los dos morirían ahí, y solo por mí.
-Yo moriría una y otra vez por ti.
-No quiero que mueras… -Dijo tiernamente, mientras seguía descansando en el pecho del pelirrojo-
-No… ¿No quieres que muera?
Ella solo negó con la cabeza sin decirle nada…
-Tampoco quiero que te vallas. Pero por todos los cielos Hans, no puedes celarme de esa manera, no puedes solo llegar y golpear a otra persona así de la nada.
-Tuve miedo de perderte… Él tiene otras intenciones contigo… No solo quiere ser tu amigo, créeme.
-Eso yo lo sé… Pero yo con él no quiero nada, él es solo un… Un muy buen amigo mío. Eso es todo.
-No te creo… Eh visto como lo miras.
-No lo miro como te miro a ti.
-No… Pero es como si los dos supieran algo que nadie más sabe.
Elsa abrió los ojos como platos y de inmediato los recuerdos del beso con Jean Paul la golpearon.
-…
-¿Ves? Ocultan algo.
-Bueno… Mi primer beso es algo difícil de olvidar. Jean Paul fue… Fue él mi primer beso.
Hans solo se quedó en silencio, no supo que decir… No esperaba que ella le dijera eso.
-Entiendo…
-Pero tú fuiste mi primer hombre, y quiero que seas el único… Fuiste el único que cuidó de mí cuando más te necesitaba, fuiste el único que me enseño cosas nuevas, tú fuiste el que me devolvió la confianza. Él podrá ser mi primer beso y todo lo que quiera, pero él no eres tú. Solo tú logras tranquilizarme en un ataque de pánico, solo tú conoces lo más mínimo de mi… Solo tú conoces de mi cuerpo hasta la más mínima parte, conoces mi carácter, conoces mis miedos, conoces todo Hans, y me duele que dudes de mí aún cuando me conoces tan bien. Es feo.
-Lo lamento mucho. –Dijo mientras acariciaba el pelo de la rubia-
-¿Es verdad lo que me dijiste?
-¿Qué?
-Que no desconfiabas de mí, sino de él.
-Si…
-¿No desconfías de mi? –Dijo sentándose entre las piernas de Hans y girándose hacia el para quedar de frente-
-No… Solo tuve mucho miedo de perderte.
-¿Por qué?
-Por que vi que él es mucho mejor que yo. –Dijo bajando la mirada con tristeza-
-¿Mejor? ¿En que?
-Elsa... Él es un príncipe, yo no. Yo ya…
-Shh- Dijo poniendo delicadamente un dedo sobre los labios del pelirrojo- ¿En serio tú crees que eso lo hace mejor que tú? Por favor Hans, ¿No haz entendido nada? Un titulo real no te hace nada, ni nadie si tu corazón no es bueno. ¿De que te sirvió a ti tener un titulo? Hasta que no perdiste tu orgullo no pudiste ver que hay algo bueno en ti, solo así yo te descubrí… Solo de esa sencilla y simple manera pude ver bondad en ti. A mi no me importa si no tienes una corona que adorne tu cabeza, yo solo quiero lo que hay en tu corazón… Eso es todo lo que me importa.
-…
-Yo quiero que entiendas que eres mejor que tu padre… Eres mejor que tus hermanos. –Dijo mientras acariciaba el rostro del pelirrojo- Quiero que entiendas que el apellido Westergaard no te define… Tú eres un hombre bueno. Jean Paul también, pero el no logra hacerme sentir lo que tú me haces sentir, es cierto que me rio mucho junto a él, pero… El no me da la tranquilidad que tú me das… Solo cuando estoy contigo así como ahora, me siento en paz.
Hans solo se quedó observándola, ella no paraba de decirle que él era un hombre bueno… Aún después de su pelea con Jean Paul y de la forma en la que el dudó de ella. Sentía que él era poco para ella.
-Solo… Debes mejorar en tu forma de tratarme, si me amas y si confías en mí, como yo confío en ti, vamos a estar bien. ¿Entiendes?
-Si… Entiendo.
-¿Confías en mi?
-Si…
Elsa se acercó un poco más a él y finalmente lo besó.
-Yo te amo… Y no quiero perderte… -Dijo él-
-Yo tampoco quiero estar sin ti.
Solo hubo espacio para un abrazo de reconciliación, ese abrazo que solo ellos dos se daban y los hacia olvidar todo lo malo.
-Bien… Me iré a mi habitación.
-Sabes que no debes irte… Puedes pasar la noche aquí.
-Jeje me gustaría, pero… Debo estar pendiente de Anna, ella no esta bien del todo… Debo cuidarla.
-Esta bien… -Dijo antes de darle un tierno beso en la frente a la rubia- Que descanses.
-Te amo. –Dijo poniéndose de pie-
-Te amo más…-Dijo él mientras la veía acercarse a la puerta-
-Elsa…
- ¿Si? –Respondió ella girándose para mirarlo-
-¿Te sientes bien? Me refiero… ¿Puedes respirar bien?
-Si… Solo me duele un poco el pecho, tal vez por la forma en la que tosí, pero voy a estar bien.
Hans solo se quedó mirándola preocupado.
-No te preocupes… No pasa nada. Iré a descansar, descansa.
-Adiós. –Se despidió-
Al salir, Hans se quedó pensando en la forma en la que Elsa se había puesto al decirle que se iría en la mañana, no pensó que algo así la afectaría tanto, sintió terror al verla ahí en el suelo llorando y esforzándose por respirar, tuvo pánico de verla como trataba de no ahogarse mientras su cuerpo temblaba, sintió angustia al verla que no se ubicaba, es como si ella hubiese estado a punto de morir solo con sus palabras… Si el lo pensaba bien, el sentía algo similar al solo pensar que ya no la tendría más cerca de él, preferiría morir antes de estar lejos de ella, esa mujer se había convertido en su todo, era consiente de que le debía la vida pero no solo eso, le debía lo que era ahora… Un hombre bueno.
Elsa caminó un poco más tranquila hacía su habitación, pasó por un segundo a los aposentos de su hermana, pero notó que la cama estaba vacía. –Debe estar en la cocina- Pensó, le agradaba la idea de que Anna comiera algo, eso era una seña clara de que estaba recuperándose y de que ella y su sobrino estarían bien. Al llegar a su habitación se despojó de su ropa y se dirigió al baño, tomo una breve ducha antes de descansar, eso la ayudaría a dormir mejor, el momento tan incomodo que vivió en las caballerizas la había alterado y lo que había pasado en la habitación de Hans le había causado mucho estrés, sintió que moriría ahí, esas palabras la golpearon sin darle tiempo de nada. Nunca algo la había afectado tanto, nunca algo la había hecho temblar y toser así… Nunca jamás algo la había hecho llorar de esa manera, sintió como el aire de su cuerpo la abandonaba… Tal vez así sentiría la ausencia de Hans, como si simplemente le cortara la respiración. Salió de la ducha y se envolvió en una bata para dirigirse a su cama… Quería descansar, pero aún no quería dormir… El estrés causado la había hecho olvidarse de la cena, sin más después de ponerse un camisón cómodo y recoger su pelo de una forma delicada y cómoda para poder descansar se acomodo debajo de sus cobijas para leer antes de dormir… Sin darle tregua de nada y con la luz tenue que solía usar para dormir cayó en un profundo sueño.
-Pssst Elsa… -Llamó Anna en voz baja- Elsa…
Estaba más que profunda.
-Elsa… Oye… Pssst
-Uhmm
-Elsa… Despierta.
-Uhmmm no… -Dijo adormilada y sin abrir los ojos-
-Ayúdame…
De inmediato abrió un ojo para ver a su hermana llorando de pie junto a la cama mientras la miraba y sostenía su barriguita.
-Anna… -Dijo aún muy poco consiente de lo que pasaba, abrió el otro ojo- ¿Qué pasa?
-Me duele…
Elsa quitó el libro que descansaba en su pecho y se sentó en la cama.
-¿Qué te duele?
-Todo… -Dijo sollozando- Me siento muy mal… Me duele todo el cuerpo.
Elsa ya un poco más despierta salió de la cama y se puso de pie junto a su hermana.
-Ven, siéntate… No deberías estar de pie.
-Lo sé… Solo que ya no puedo aguantar más… -Tomó la mano de su hermana mayor y la llevo hacia uno de sus senos-
Elsa de inmediato quitó su mano del seno de su hermana, se asustó mucho al sentirlo… Estaban mucho más grandes de lo normal y supremamente tiesos.
-Me duelen mucho los senos… Van a explotar en cualquier momento, es un dolor horrible.
-Santo cielo Anna, no sé si eso sea normal. Déjame ir a buscar a Gerda.
-No… No me dejes sola… No quiero estar sola…
Elsa se detuvo a mirar a su hermana menor.
-Esta bien, pero no sé que hacer…
-No me dejes sola… Kristoff no está y… Auuu. Me duele la cintura, mi espalada me esta matando, siento mucho dolor.
-Bien… Trata de recostarte ¿si?
-¿Puedo dormir aquí?
-Claro… Si.
Ayudó a su hermana menor a acomodarse en la cama la veía sufrir y sentía pena por ella. Puso un par de Almohadas alrededor para que ella quedara más cómoda.
-¿Te duele mucho? –Preguntó con ternura-
-Si… -Dijo Anna mientras lloraba- Lamento incomodarte… Pensé que Hans dormía contigo, no quise atreverme a venir… Y menos…
-No, el duerme en su habitación y yo en la mía. –Dijo tranquila y tiernamente-
-En verdad no quiero incomodarte…
-No pasa nada… Te sientes mal, esta bien que duermas aquí, a demás no puedo enviarte de vuelta a tu habitación si no hay alguien que se quede contigo.
-Si… Solo pensé que tal vez Hans vendría más tarde.
-Soltó una leve risa- No… Trata de descansar ¿si?
-No puedo… Tengo mucho dolor, es difícil dormir así.
-Uhmmm ya sé… Déjame ir a la cocina por algo de té… Tal vez te ayude a relajarte y te ayude a dormir, ¿si?
-No…
-No tardaré, te lo prometo.
La pelirroja asintió levemente mientras acariciaba su enorme vientre, en todo el embarazo no se había sentido así… No tanto por el dolor físico, sino que estaba extremadamente sensible… Todo la hacía llorar, sus hormonas eran una bomba de tiempo, habían días en los que estaba muy tranquila, había días en los que ella no podía aguantarse ni a si misma… Había días en los que solo quería comer, otros días solo quería llorar por todo. Nunca se imaginó estar así… Era una situación difícil, Kristoff sabía como lidiar con ella por momentos, como había momentos en los que él en verdad deseaba que su hijo naciera rápido, los cambios hormonales y emociones alocadas de Anna a veces lo hacían enfadar, pero la amaba tanto que trataba de en verdad mantener la compostura.
Pasado un rato Elsa volvió de la cocina con una charola en la que se veían dos tazas de té y una tetera, puso las dos tazas sobre la mesita de noche mientras la charola la dejaba en la silla contigua a la mesita.
-Bebe esto… Espero que te haga sentir mejor. –Dijo después de servir el té mientras le entregaba la taza a su hermana-
-Si.
Anna bebió el té que su hermana le dio… Estaba caliente, lo saboreó un poco y lo tragó.
-Sabe muy bien.
-Bébelo todo… Tal vez te ayude a descansar, ¿Te duele mucho?
-Si… Jmmm nada de esto me estaría pasando si no te hubiera desobedecido.
Elsa solo se quedó en silencio, no quería que ella se sintiera así.
-Estaría en mi habitación descansando y no aquí… Incomodándote.
-No me incomodas…
-No me sentiría tan débil… Ni tan adolorida. –Dijo llorando de nuevo- Soy una torpe.
-No digas eso… Trata de no pensar en eso… Piensa en que unos meses habrá alguien a quien vas a amar por sobre todas las cosas… Creo que cuando este bebé nazca te darás cuenta de que todo valió la pena. ¿No crees?
-No lo sé… Solo quiero que esto acabe rápido. En verdad estoy sufriendo mi desobediencia. -Lloró de nuevo desconsolada-
Elsa sintió mucha pena por su hermana menor, se veía tan harta de estar así, se veía cansada y adolorida. Al terminar ambas de beber el té, Elsa se subió a la cama de nuevo y cubrió con las mantas a su hermana quien estaba semisentada mientras acariciaba su vientre y se acomodó junto a ella…
-¿Te sientes mejor?
-Algo… Solo me duele mucho la espalada… La columna, la cintura… Todo. –Dijo algo triste-
-Pronto todo va a acabar… Ya lo verás.
Anna quiso recostarse mejor y quitó un par de almohadas para quedar acostada junto a Elsa… La rubia se acomodó mejor pues su hermana ocupaba gran parte de la cama con su barriga.
-Cuidado… Te vas a caer. –Dijo la pelirroja-
-No, no te preocupes… ¿Estas cómoda?
-Si…
-Bien, trata de dormir. –Dijo mientras acariciaba las mejillas de la menor-
-Uhmmjumm
-Si te sientes mal no dudes en despertarme. ¿SI?
-Uhmm –Gimió Anna antes de empezar a quedarse dormida-
Elsa vio como su hermana iba finalmente conciliando el sueño, hasta quedar dormida… -Pobre Anna- Pensó para si misma mientras la veía dormir y acariciaba sus mejillas. Ella definitivamente nunca pasaría por algo así, era doloroso e incomodo según lo que veía, no se permitiría una cosa de esas, era demasiado… Sonrió un momento antes de imaginarse así. -¿Cómo sería un bebé mío y de Hans? -Se pregunto mentalmente, acto seguido desecho la idea de inmediato de su cabeza. –No, no nos va a pasar- pensó antes de bajar su mano al vientre de su hermana y sentir al pequeño bebé quien se movió al sentir la caricia de ella. El movimiento que hizo el pequeño fue tan brusco y fuerte que vio a Anna hacer una mueca de fastidio y dolor, quitó su mano de inmediato, le asustaba pensar que había alguien ahí, en el vientre de su hermana menor, una vida que esperaba salir al mundo. Sonrió de nuevo -¿Cómo será?- se preguntó, -¿Qué se sentirá tener un bebé adentro?- las preguntas la invadían pero tan rápido como podía las empezaba a desechar, no podía hacer eso… No podía preguntarse a estas horas de su vida algo así… Era joven, era imposible para ella, sería terrible traer a alguien como ella a un mundo tan cruel con lo desconocido, sintió algo de pena por si misma… Miró un poco más a Anna quien ya parecía estar profunda, veía en ella y en su rostro una que otra mueca de dolor, se acomodó un poco mejor y con su mano empezó a masajear la cintura de su hermana, vio como los gestos cesaban y ella sonreía levemente… Se sentía mejor, veía a su hermanita descansar ya más tranquila. Se quedó un poco más así, brindándole apoyo hasta que finalmente el cansancio de ese día tan agotador la venció. Se fue quedando dormida lentamente, junto a su hermana menor, podría acabarse el mundo con lo que Jean Paul había descubierto pero al final del día sabía que la única persona que no la lastimaría, que la amaba y protegería por sobre todas las cosas estaba acostada en esa cama con ella… Su hermana menor… Y su sobrino.

Holaaa preciosas!!!
Aquí está el capítulo, espero que les haya gustado... Que se hayan emocionado, que lo hayan disfrutado. Desde aquí empezamos a contar el final de esta historia, por favor... Necesito que se me mentalicen de que lo que viene es difícil, de que vamos a llorar y de que el final las va a sorprender, quiero que tengan en cuenta que está historia tiene una continuación... Recuerden que esa continuación solo será #HELSA quiero saber si les interesaría o si no.
No siendo más, no olviden votar, comentar e invitar más gente a que lea está historia ya que eso me motiva muchísimo más a seguir escribiendo. Les envio un abrazo enorme, byeeee 👋 😍 ❄














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