CAPÍTULO 26 (ELSA)

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Con tan solo siete años ya tenía su futuro escrito, despertaba lentamente al escuchar la voz de su madre quien dulcemente la llamaba para que empezara un nuevo día.
-Buenos días hijita... -Decía mientras acariciaba el pelo de su primogénita-
La pequeña solo abrió los ojos por un momento para observar el rostro de su madre... Los cerró nuevamente, quería dormir un poco más.
-Vamos pequeña, es hora... Debes estar lista, en un momento llegara tu padre junto con las institutrices, sabes que no le gusta llegar y que no estés lista. -Quitaba las cobijas despacio a su princesa-
-Solo un momento más mamá... - Dijo adormilada la niña-
-Vamos angelito, debes levantarte... Una reina debe ser madrugadora para velar por su reino.
La pequeña ya resignada a no poder dormir un poco más abrió sus ojos azules zafiro los cuales se posaron en el rostro de su madre, quien la levantaba suavemente de la cama para despojarla de su pequeño camisón, al estar sentada sobre la cama aún procesando lo que su madre acababa de decirle y casi desnudita preciso decir.
-¿Qué hora es? Aún no amanece madre... Todo esta oscuro.
-Lo sé angelito, debes estar lista antes del amanecer. Antes de que tu reino despierte debes estar en píe.
-¿Anna ya esta levantada? -Preguntó aún somnolienta y apesadumbrada-
-No amor... Aún no. -Dijo la reina mientras cargaba a su hija en brazos y la dirigía al baño-
Ya en el lugar y la tina llena de agua helada introdujo a su niña para empezar a bañarla. El agua estaba demasiado fría, pero a su pequeña parecía agradarle se veía feliz y llena de tranquilidad al estar entre lo que ella consideraría un castigo fatal para un niño, el agua era realmente helada para que un niño de tan corta edad la tolerara, pero su hija... Su pequeño ángel se veía llena de gozo en medio de ella. Lavo con amor y cuidado a su primogénita quien le sonreía con cada muestra de cariño que ella le daba, lavo su carita con mucho cuidado y su cabello lo consentía con el shampoo para que luciera brillante y suave como de costumbre, al terminar el baño llevo a su hija de vuelta a la cama para vestirla.
-¿Qué vestido te gusta más? -Preguntó dándole dos opciones a la pequeña-
-Uhmm el azul madre.
-Sabía que lo elegirías. -Sonrió a la niña-
Vistió a la niña dejándola casi lista, solo faltaba peinar su cabello. La sentó frente al espejo y con delicadeza empezó a cepillarla, luego trenzo hábilmente el cabello de niña para finalmente decirle.
-Te ves muy hermosa hijita, luces como la más brillante de las joyas. -Para después darle un beso en la mejilla-
La pequeña solo sonrió, desde el incidente en el que sin querer lastimó a su hermanita menor la niña se había vuelto más callada, se convirtió en una niña más cohibida y reservada.
-Ven, -Dijo tomando los guantes de satén- Vamos a ponerte tus guantes amor.
-Si mamá... -Dijo la niña con voz triste mientras extendía sus manitas-
-¿Qué te dice tu padre siempre que los coloca? - Preguntó mientras los colocaba-
-No, haz de abrir...
-Tu corazón. -Completo la reina- Vamos mi angelito- Tomo la manita de la niña y la sacó de su habitación para llevarla al despacho que en un futuro sería de ella-
Al llegar tomo varios libros y los puso en frente de la pequeña quien ya estaba sentada en una mesa mientras observaba su itinerario, sin duda sería un día lleno de aprendizaje para ella. Su madre se acercó y con una sonrisa.
-¿Estas lista? -Preguntó-
-Si madre...
-Bien, primero debes leer todo lo que es de matemáticas, tu institutriz no tarda en llegar sin embargo ve estudiando esto, después de eso verás escritura en runas antiguas, veo que haz mejorado mucho en esto, después empezara tu lección de modales, desayunarás, luego etiqueta y modales ante tus mayores, seguimos con tu clase de francés, luego clase de latín, hebreo e italiano. Podrás descansar un poco en las horas de la tarde, te recomiendo que mientras lo haces leas un libro que te escogí, al terminar tu descanso podrás continuar con tu clase de escritura y gramática, con eso finalizan tus lecciones del día de hoy hijita. Al terminar juntas tomaremos el té y hablare algo importante contigo ¿Esta bien mi ángel?
-Si madre... ¿Anna tomará el té con nosotras? -Pregunto inocente mente la pequeña-
-... - Miró a su niña mientras pensaba la respuesta- No mi amor, ella tomará el té con tu padre.
Era demasiado para una niña de tan corta edad, pero se había convertido en el día a día de la heredera, su vida había dado un giro al ser separada de su hermana menor, sus responsabilidades sin duda la mantenían ocupada y lejos de ella, pocas veces la veía o la escuchaba en el pasillo, la más pequeña trataba de llamar su atención pero aunque quisiera salir de ese despacho o de su habitación y pasar tiempo con ella no era posible, sus padres habían dado la orden expresa a sus institutrices de no dejarla salir. Sus clases y diferentes lecciones la tenían sumergida en un mundo aislado y diferente al de los demás.

FROZEN EVER AFTER Where stories live. Discover now