39.

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Había regresado de abrir el local.

— Buenos días Jimin — dije mientras salía con su cabello hecho un lío, sonreí por lo tierno que se veía.

— Buenos días Kook — se veía perdido.

— Te quedaste dormido mientras llorabas, así que decidí que te quedarías conmigo a dormir y fin — se sentó frente a mi y yo le di un vaso de leche.

— No avisé a mis papás, no traigo mi mi, mi teléfono — bebió y luego me miró — ¿Puedo tomar el tuyo para hablarles? —

— Por supuesto — le pasé mi móvil y el llamó, ni siquiera se fue a otro lugar, solo aviso y colgó.— Vaya, eso fue rápido —.

— Si — sonrió haciendo que sus ojos se convirtieran en dos pequeñas líneas. — Sobre lo de ayer... tenía preparadas unas palabras pero mis lágrimas me traicionaron — hizo un puchero y yo me reí.

— Entonces soy todo oídos —.

— Bueno, al principio me sentí celoso, ¿suena chistoso? Pues si, se asemejaba más a la envidia, tú y Jihyun tuvieron a mi madre, los crio y los procuró mientras que yo me hundía en mi miseria.— lo miré fijamente. — Todos lo días me la pasé maldiciendo, no me reconocía, yo jamás lo había hecho, pero después las cosas se acomodaron como debían de ser, tú también sufriste y fue por mi, tú no tenías en absoluto la culpa, fuiste tú quién me hizo feliz... Corrijo... quién me hace feliz, ¿cómo podía tratar así a la única persona que me hace disfrutar cada segundo cuando estoy a su lado?, ¿cómo estar así de distante con la persona que más amo?... ¿Cómo? — De pronto su mirada se volvió melancólica.

Rodeé la pequeña barra y me acerqué a tomar su rostro.

— Te entiendo perfectamente, no pidas perdón Jimin — delineé su bonita cara con la punta de mi dedo — en serio que yo pude esperar años por ti y no me hubiera importado nada, no hay motivos, solo tengo el gusto y la necesidad de tenerte para el resto de mis días. — Lo besé lentamente.

— Pero me porté como un bebé — dijo mientras tocaba sus labios tan rosas como siempre, tan suaves como de costumbre.

— Eres mi bebé, no importa —.

Y tomé su cintura para profundizar el beso, podía sentir sus suspiros continuos, su corazón estaba tranquilo al igual que el mÍo.
Se levantó de la silla y lo aprisione entre la mesa y mi cuerpo, su lengua pedía permiso para entrar y yo la acepté con gusto, disfrutando de cada movimiento que hacia, haciéndole pequeñas mordidas en su labio, de verdad que lo había extrañado demasiado, pero ya estaba conmigo, ya nada importaba.

— Por cierto — me separé de él observando sus labios hinchados y lamiendo los míos por inercia. — Las pulseras son bonitas —.

— ¿Qué?... Pe-pero no te he dado nada Jungkook — me encogí de hombros.

— Es que la curiosidad me ganó ChimChim.— Tomé su muñeca y amarré la otra pulsera de color rojo.— listo, ahora también la tienes —.

— Era un regalo de mi para ti y ahora parece que fue al revés — puchereo y yo lo besé de nuevo.

— No me hagas berrinches por favor — sonrió con malicia y me arrastró hasta el sofá donde se sentó a horcajadas en mi.

— ¿No vamos a ir a la Universidad? — negué y tome su cuello para que se inclinara y me diera otro beso.

— No no no, es viernes, ¿qué más da? —

— Que malo eres Kookie Kookie — me regaló mordiditas en mi cuello mientras que yo hacia para atrás mi cabeza dándole paso a sus travesuras.

— Tú eres aún más malo — lo giré haciendo que quedara debajo de mí.— te llevaré al lugar donde trabajo, le he contado muchas veces de ti a la dueña — él frunció el ceño — es una abuelita bobo —.

—Vale.— Respiré su aroma y nos quedamos quietos mientras veíamos una película. 






Íbamos de la mano hacia la pastelería, Jimin se veía más puro que semanas antes, más lindo y más deseable.

— Hola Señora Jang — abrí las puertas de cristal y Jimin pasó detrás de mi.

— Buenas tardes Señora — se inclinó soltándome de la mano para agarrar la punta de mi sudadera, yo reí por su acción.

— Buenas tardes jovencito — la anciana de acercó a Minnie y lo miró de arriba a abajo. — ¿Quién es él Kook? —

— Ah, soy Park Jimin, mucho gusto —.

— Es mi novio — sonreí y a Jimin se le coloraron las mejillas.

— ¡Ah! ¿tú eres el que le quitaba el sueño a mi Kookie? — preguntó sin inmutarse a nuestras reacciones

— Eh, yo, supongo — sus nervios estaban a flor de piel y yo no podía quedarme en silencio.

— Bueno, voy a ponerme mi uniforme — anuncié para voltear a dejarle un beso en la frente a Jimin — te veo al rato —.

— ¡No no no! Para nada — la anciana nos espantó con sus palabras.— Vete hoy con él, bastante lo estuviste esperando, no hay problema corre, corre —.

— No se preocupe Señora — habló Jimin. — Debo ir a ver a mi mamá, está embarazada y la cuidaré toda la tarde —.

— ¡Mejor aún! — se giró — ¡Channnnn tráeme un pastel de crema con chocolate en su caja! — gritó nuevamente.— ¡Rápido rápido!

En segundos salió el que horneaba todos los postres y me extendió la caja.

— No es necesario — dije.

— No es para ustedes — se burló la Señora Jang. — Llévaselo a tu mami pequeño, sus antojos deben estar muy fuertes —.

— Oh, mu-muchas gracias — sonrió Jimin.


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❅.

항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻Where stories live. Discover now