30.

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Estuvimos sentados alrededor de media hora.

— Demonios — Jungkook se quejó amargamente y después me miró.

— ¿Qué sucede? —

— Dice mi Papá que demorarán un poco porque tienen que terminar de arreglar unos papeles. — Aventó molesto su teléfono a la mesa y de repente su mirada se perdió en un punto fijo al suelo.

— ¿Kook? —

— Ya sé, mientras llegan acompáñame...

— ¿A dónde? — no me respondió, solo tomó mi muñeca y me arrastró fuera de su hogar.

Pasamos a un florería, compró margaritas con dos rosas rojas en medio, creí que eran para mi, pero la sorpresa me llevé cuando no me las entregó.
Caminamos no muy lejos, a penas y eran 20 minutos, entramos a un panteón, lo cual me desconcertó.

Jungkook paró en una tumba, la lápida tenía escrito con letra cursiva Lee Bo Young más su año de nacimiento y la fecha en que murió.

— Mami... — habló Jungkook — te traje a la persona que prometí, estoy seguro que es él — hice una reverencia y guardé silencio. — Jiminnie, ella es mi madre por si te has dado cuenta — sonrió y me tomó nuevamente de la mano después de haber puesto las flores sobre la tumba.

— Jungkook — lo miré y no sabía qué hacer.

— No te preocupes, ella murió cuando yo tenia 3 años, estaba pequeño pero aún así recuerdo cada una de sus facciones, sus gestos y un poco su voz — había cerrado sus ojos — prometí traer a alguien que me hiciera casi tan feliz como lo hacía mi mamá, no lo encontré... Así que te traje a ti — me dio un beso en la mejilla.— porque tú me haces mucho más feliz de lo que llegué a pensar —.

Sin poder detenerla, una lágrima cayó y me tapé avergonzado mi cara, no podía con tanto amor... Él había llegado a mi vida para completarla.

— Te amo — me recargué en su hombro. — Señora, ahora yo prometo cuidar a su hijo en las buenas y en las malas, nunca estará solo —.

Estuvimos un rato más platicando de cosas un poco sentimentales, pero Jungkook no se veía triste, se veía tranquilo, como siempre.




Pov JK.

Teníamos que regresar y eso hicimos, la compañía de ese rubio era lo mejor para mí.

— ¿Ahora si estás listo Jimin? —resoplé pues mi novio se había puesto más berrinchudo de lo normal.

— Pues ya qué... Deséame éxito — sonrió y sus ojos se volvieron dos líneas rectas.

— ¿De qué hablas?, yo entraré contigo bobo —.

Pasamos al comedor y mi papá ya estaba sentado.

— Oh, mucho gusto jovencito — se levantó dejando por muchos centímetros abajo a Jimin. — Me llamo Jeon Hyungji —.

— Mucho gusto Señor Jeon — hizo una reverencia de noventa grados y me reí silenciosamente.

— Es mi padre. — recalqué. — ¿Y los demás? —

— Tu hermano está terminándose de bañar y tu madre...

— Madrastra. — puntualicé.

— Madrastra — dijo rendido — está arreglándose así que pueden tomar asiento, yo buscaré una botella en el sótano que sabe muy bien, con permiso —.

— Propio — dijo Jimin y yo giré los ojos, otra vez se haría tarde, mi plan, solo que Minnie los conozca y jamás traerlo de nuevo, no hacia falta.

— ¿Quieres que te sirva un vaso de agua de mientras? —

— No, gracias — jugueteaba con sus manitas y yo moría de ternura. — ¿Por qué no le dices mamá? —

— No tiene importancia —.

— Para mi si — ¿Cómo negarle la verdad a un ángel?

— Pues... Ella hizo que mi papá no me prestara tanta atención después de que nació su hijo, siempre era el último, en saber lo que comeríamos, el que tenía que salir aunque no quisiera, el que nunca tuvo voz ni voto en las decisiones entre "familia". Aparte de que es muy extraña cuando mi hermano tiene un problema, digo, es normal porque es su hijo y yo no, pero lo sobre-protege, igualmente me importó poco, aprendí a ver solo por mi... Aún hay más explicaciones, ¿quieres oírlas?

— Mmmh, nop, me quedó claro —.

— Eres tan adorable. — Jiminie miró perplejo y en eso unos pasos nos sacaron de nuestro pequeño mundo.


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❅.

항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻Où les histoires vivent. Découvrez maintenant