항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

3.

— Tierra llamando a Jiminnieeeeeeeeee. — Tae me pegó en la cabeza haciéndome salir de cada pensamiento. — Vamos ya a sentarnos —.

Fuimos llamados por Jin, ¿Cómo no perderme en mi mente cuando había alguien como él? y estaba a 3... 2... 1...

— Chicos ellos son Namjoon, Hoseok y Jungkook — señaló a cada uno, hasta llegar a ese chico.

Cabello oscuro, ojos grandes y brillosos, sus labios casi rosas, ese pequeño lunar en su barbilla, cerca de su labio inferior y su sonrisa, por Dios, su sonrisa con esos dientes de conejito.

— ¿Jiminnie?. — Jin parecía haber dicho algo importante, a lo que Tae ahora fue el que se burló.

— Ah, mucho gusto soy Park Jimin, vecino de Jin hyung. — Hice una reverencia pequeña y me senté, después Taehyung se presentó y fue a parar a un lado del tal Hoseok, vaya amigo.

La plática era normal, trataba de comer a gusto aunque la mirada de Jeon Jungkook en serio que no podía soportarla, de arriba hacia abajo y luego al revés.

Namjoon puso una manzana frente a mi. — Jin me habla mucho de ustedes dos, les podemos mostrar más tarde la Facultad completa —.

Hoseok suspiró. — ¿Completa? pero es muy grande, será aburrido, yo opino que solo nos busquen cuando nos necesiten. — Dicho esto se volvió con Taehyung a platicar, creo que se llevaron demasiado bien.

— Emh... y... bueno, ¿soy o me parezco?. — Por fin me atreví a decirle a aquel chico ya que todos estaban metidos en sus conversaciones.

— ¿Ah? nonono, lo que pasa es que pues nada, tu cabello es bonito. — Sus ojos se volvieron por un momento más grandes y yo sonreí como nunca.

Y así pasó mi primer día de Universidad y cumpleaños, cuando llegué a casa mis padres me cantaron, después partimos un delicioso pastel para cenar. Mi padre me regaló un par de zapatos junto con un perfume y mi madre mucha ropa, pantalones, étc; pero yo solo quería algo y no era material, tal vez como antes lo mencioné, ellos me sacaron de aquel mundo oscuro en el que vivía pero lo que deseaba era saber ¿por qué? y ¿quiénes fueron los que me dejaron ahí?

— ¿Fue un día largo cariño?. — Habló mi linda mamá mientras recogía los platos del comedor, llevándolos al fregadero.

— Si, un poco, quería pedirles un favor —.

Mi padre dejó de escribir en el computador y tomó asiento junto con mamá en la pequeña barra de la cocina.

— Dinos Jiminnie. — Mi padre examinó cada una de mis muecas, estaba nervioso y constantemente me mordía los labios.

— Bueno, no es fácil de decir... — hice una pausa, mi voz comenzaba también a temblar. — Sé que cuando me adoptaron les dieron mis papeles y solo tengo curiosidad de saber quiénes son mis verdaderos padres y hacer que ellos me respondan tantas dudas que me atormentan. —No terminé de hablar cuando mi mamá rompió en llanto buscando refugio en los brazos de mi papá.

Dolía, pero era ahora o nunca.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

❅.