21.

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— ¿Otra vez tú? — el hermano de Kook había abierto la puerta.

— Si, disculpa — solté una risita y rasque mi nuca. — ¿Se encuentra Jungkook?

— Creo que si, no lo sé... — abrió por completo. — Pasa si quieres, su habitación es la primera subiendo las escaleras —.

— Muchas gracias.— Hice muchas reverencias —.

— Hey, voy a salir, dejaré cerrado — el chico menor dio la vuelta sin decir nada más.

Subí lentamente todo era color caoba, sus escaleras de madera, plantas en cada sitio donde hubiera una esquina. Su casa era bella, mi corazón se aceleraba conforme aquella puerta se veía más cerca de mis narices.

— ¿Kook? — giré la perilla y asomé un poco mi cabeza. — Soy Jimin... — no escuché alguna respuesta y decidí pasar, y ahí estaba él, acostado boca abajo con sus auriculares, el volumen estaba tan alto que se podía escuchar un poco.
Quité con cuidado el gran cable que llegaba a su teléfono y me senté en su cama, junto a él, y empecé a susurrar en su oído. — Cariño, cariño eres un caramelo macchiato, tu aroma es todavía dulce en mis labios.— Acaricié su cabello y le di un beso.

— ¿Mochi? — habló abriendo poco a poco sus ojos. — ¿De verdad estas aquí?.— Sonreí.

— Si, Kook, aquí estoy. — Me aventé a sus brazos.— Perdóname, perdón en serio, yo te quiero y quiero estar siempre para ti, quiero demostrarte que lo puedo todo solo si estás tu a mi lado. — Jungkook tomó mi cintura y me subió en él.

— Perdóname tú, estos días te extrañé mucho, ya habíamos hablado de esto, simplemente no quisiera perderte —.

— No pasará, por nada ni nadie.— Me incliné y lo besé, tomo mi rostro y lo acarició, podía sentir mariposas en mi estómago, podía sentir una anestesia en mi cabeza mientras estábamos juntos.

— Mochi... — rocé mi nariz con la suya.

— Dime Kookie —.

— Gracias por venir — una lágrima salió y yo lo abracé con mucho más fuerza que la primera vez.

— Eres un pequeño conejito Jungkook —.

Hablamos mucho rato, incluso bajamos a su cocina a tomar jugo de naranja, ahí estaba la sonrisa que más anhelaba.

— Humm, ¿interrumpo algo? — un hombre de traje estaba parado justo enfrente de nosotros, no se veía muy anciano.

— Para nada — la voz de Kook había cambiado, su tono era seco, sin ningún sentimiento.— Él es Jimin, Jimin él es mi papá.

Me levanté y salude con un apretón de manos al señor. — Mucho gusto, soy Park Jimin —.

— Mucho gusto, soy el el Señor Jeon.— Me ofreció una sonrisa ladina.— Jung ... en unos minutos viene tu mamá, pasó por la comida, si quieres puedes quedarte a comer con nosotros y también tu amigo —.

— No es necesario, nosotros ya íbamos de salida. — Jungkook me tomó de la mano y nos guió a la puerta.

— Kook...— su papá se quedó con la palabra en la boca.

No supimos exactamente a donde íbamos, solo caminamos sin sentido.

— ¿Quieres que visitemos a alguien? — pregunto aún tomándome de la mano.

— No Kook, mejor vamos al parque a platicar si quieres —.

— Si, si quiero Mochi —. 

Las luces del parque estaban encendidas, no dejaban ver con alegría la luz propia de las estrellas, sin embargo ahí estuvimos sentados.

항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻Kde žijí příběhy. Začni objevovat