항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

33.

Pov JK.

Ahí estaba, parado sin poder obligar a mis piernas ir tras la persona a la que quizás más he amado.

— ¿Nos vas a explicar qué carajo acaba de suceder Son Eun Seo? — mi padre quebró aquel momento de trance en el que todos caímos.

— Sería mejor que no toquemos ese tema y mucho mejor si Jungkook está lejos de él — sentenció para así darse la vuelta y retirarse del comedor, pero no la dejé, le tomé el brazo fuerte.

— Tú no te vas de aquí, ¿por qué Jimin te dijo mamá? — no ahora, no podía llorar, tenía que mantenerme firme — habla.

— Yo que sé, está loco — su nerviosismo florecía por cada gesto que hacía.

— Entonces ¿por qué no lo quieres cerca de Jungkook? — preguntó Jihyun, él nunca se metía en las discusiones, pero milagrosamente hoy lo hizo — también tengo curiosidad mami —.

— ¡Ya les dije que no sé! — se soltó de mi agarre y antes de que diera un paso mi papá se puso en la entrada impidiendo su desaparición.

— ¡NO SEAS MENTIROSA!, ¡BASTA! — grité desesperado. — ¿TÚ ERES QUIÉN DEJÓ A JIMIN EN EL ORFANATO? ¡RESPONDE!

— ¡Sí, pero ese no es asunto suyo, no te quiero con mi hijo! — todos quedamos boquiabiertos con su respuesta.

— Ja! — me burle con sarcasmo — ahora si es tu hijo, ¿no?, ¿después de cuántos años?

— Di-dijiste que su padre se lo había llevado consigo — soltó mi padre casi palideciendo. — Sabía que tenías un hijo, pero nunca que lo abandonaste — puso su mano en las orillas de su nariz tratando de no ponerse más rojo de coraje. — Antes de que nos casáramos te dije que si querías traerlo a vivir con nosotros y tan solo dijiste que él estaba bien, ¡Carajo eres de lo peor!

— Ahora resulta que yo soy la mala — espetó con un suspiro.

— Lo eres mamá... ¿hubieras hecho lo mismo conmigo si mi papá te hubiera dejado? — dijo Jihyun quitándose los audífonos.

— No mi vida, no para nada, jamás — lloriqueo poniéndose en cuclillas tomando sus manos, quién al sentirlas inmediatamente las quitó.

— No sabes lo mucho que ha sufrido Jimin por tu culpa, no sabes todo lo que él ha pasado y lo que siente — podía sentir mi sangre hirviendo. — ¿Y ahora vienes con qué no me dejarás estar a su lado? — una lágrima salió de su lugar y rápido la retiré con la manga de mi camisa, con tal brusquedad que me quedó roja parte de mi mejilla — ¡PUEDES METERTE TUS ADVERTENCIAS POR DONDE QUIERAS!

— ¡Jungkook! — habló mi padre.

— Eso no es todo — sonreí tan sádicamente que si yo mismo me hubiera visto me habría espantado — hay aún más, tú no me vas a impedir estar con él, que te quede bien claro. Ve a hacer mierda otras relaciones —.

Subí a mi habitación y en una maleta pequeña puse ropa al azar, tomé la mochila de mis libros y bajé con la misma prisa y rabia, tenía tantas emociones negativas recorriendo mi cuerpo.

— ¿A dónde crees que vas? — él no se merecía eso, era mi padre y por mucho que hubiera querido no lo odiaba. — Jungkook está anocheciendo, ¡te estoy hablando! —

Miré de mala gana a aquella Señora y salí dando un fuerte portazo. 

Caminé hacia las oscuras calles, alejándome cada vez más de mi casa, había pasado a una tienda de autoservicio donde compre un par de cervezas, las cuales me tomé tan rápido que no supe en que momento se acabaron, recordando el rostro de Jimin, recordando la tristeza que emanaba, debí detenerlo, pero el hecho de hacerlo pudo ocasionar que sufriera más.

Sin saberlo estaba parado en la puerta del departamento de Hoseok y Namjoon, toqué dos veces y un Hobi hyung con pijama y pantuflas me recibió adormilado.

— ¿Quién e... — abrió sus ojos. — Jungkook ¿qué pasó? —

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Y las lágrimas que estuve deteniendo en todo momento salieron, parecía un bebé, llorando sin dejar de ser consolado por sus dos amigos, bueno, tres, Jin hyung estaba ahí también.

Cada palabra que salía de mi boca me hacia sentir peor, no podía dejar de pensar en mi pequeño rubio, solo quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien, pero sin embargo comprendía el hecho de que se haya ido de esa manera.

— Kook, podrás hablar con él cuando estén mejor. — Jin llevaba rato acariciando mi espalda.

— No, no hip! — el alcohol me pegó bastante — Yo... hip!, neceship... necesito hablar con él. — ...— hip!

— Estas muy mal en este instante. — respingo Hoseok.

Y tarde era cuando comencé marcarle y mis amigos negaban repetidas veces.

— ¿Jiminnhip?...

— Soy Tae... —  la voz del castaño sonaba cansada — ¿Qué quieres Jungkook? —

De repente mis cinco sentidos volvieron, aunque no podía hablar igual correctamente.

— Quiero ha-hablar con Ji-Jimin —.

— Esta durmiendo Jungkook, él no paraba de llorar, así que deja que descanse, te lo pido de buena manera y como el amigo que soy.

— Tu no lo en-entiendes —.

— No, tal vez no lo entiendo, solo sé que no quiero que Jimin sufra. Deberían pensar las cosas los dos y hablar después —.

— Oye... Di-dile que lo amo —.

— Está bien, adiós Kook —.

...

— ¿Y bien? — preguntó Nam.

— Estaba llorando por mi culpa —.

Tenía que hablar con Jimin, ¿pero cuándo?, tenía que verlo, decirle que todo estaría bien, que no hay nada que temer, que él prometió no dejarme solo, él dijo que me ama, dijo que estaría conmigo.

Jamás dejaría que esto terminara.

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