항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

28.

Al parecer él ya había comprado cosas, estábamos haciendo espagueti.

— Saca dos platos de ese mueble — señaló aquel lugar un poco alto.

— Voy — me tuve que parar de puntitas para tomarlo, al final no lo logré. — No alcanzo Kook —.

— Espérame entonces — vi como se limpiaba las manos en su mandil y luego se lo quitaba, en su otra mano traía un frasco de salsa de tomate y antes de ver que se acercara a mi yo intente nuevamente alcanzar los platos, dándole la espalda.

— Y-ya ca-si — un poco, solo un poco más y los tomaba, pero una mano los agarró primero, Jungkook estaba detrás mío, cuando me paré adecuadamente él se pegó a mi sintiendo aquella sensación que hace unos días. — Gr-gracias —.

— De nada Minnie — di la vuelta y ahora lo tenía de frente, no se alejó, puso los platos a un lado de mi y con esa misma mano me tomo de la cadera. — Aunque preferiría que me agradecieras con un beso.

Me acerqué a él rozando mis labios con los suyos, después tomé su cuello y lo hundí más a mi, intensificando un poco más el beso, estábamos tan metidos en nosotros mismos que el sonido del agua donde se estaba hirviendo la pasta nos espantó cuando comenzó a caerse.

— Mierda — dijo Kook pues dio un pequeño salto y la salsa que traía en la otra mano se derramó en su camisa. — Mierda de nuevo — me reí mientras apagaba la parrilla y colaba el agua.

— Ve a cambiarte, yo termino. — Jungkook me hizo caso y se fue a una habitación, la única que había de hecho.

Pov JK.

Entré y saqué una playera blanca de manga corta, cuando volví a la cocina Jimin había terminado todo, la comida puesta en la mesa y la botella de licor que compré también la puse ahí mismo.

— ¿Vamos a tomar? — la cara de Park estaba hermosa, tan solo de ver su inocencia me volvía loco.

— Si, solo si tu quieres — este hizo ademán de volver a hablar pero no dijo ni una palabra solo se sentó y comenzó a cenar. — ¿Sabe rico? —

— Mmh, si mucho mucho — me sonrió y yo le devolví la sonrisa — ¿te sirvo?

— Si, por favor —.

Tomó la botella de whiskey y la sirvió en pequeños vasos poniendo hielo.

— Por nosotros — alzó su vaso y yo lo imité.

— Por nosotros Mochi — le di un sorbo a mi trago y comenzamos a cenar.

La noche para mi buena suerte se hacia larga y a este paso yo ya estaba sentado en una pequeña colcha frente a una chimenea de la sala con Jimin entre las piernas, ambos habíamos tomado un poco de más, pero no tenia ningún problema con eso, todo estaba seguro.

— Kook voy por una cobija a la habitación — yo asentí y lo seguí con la mirada, hace rato que no podía dejar de verle las piernas, estaba excitado y el pantalón ajustado que traía puesto Jimin no me ayudaba para nada.

No dudé un momento en levantarme y alcanzarlo cuando iba saliendo de aquel cuarto con un pequeño bulto arrugado en sus manitas.

Lo apresé en la pared y el me vio fijamente, estaba un poco mareado. — Jimin... — me acerqué a él, su boca entreabierta dejó que aquel olor a alcohol saliera y yo sonreí porque por alguna razón eso me gustaba aún más. — ¿Ya te he dicho que eres hermoso?

— Un par de veces — su sonrojo fue inevitable y no me resistí a besarlo, como me lo esperaba me correspondió soltando la cobija para después tomar mi cintura mientras yo acariciaba su rostro.