— Entonces ya te quedó claro, ¿no? —

— ¿El qué .— respondió y yo le mordí el labio con necesidad.

— El que me gustas, lo que me encantas — repetí la mordida y Jimin soltó un pequeño gemido.

— Kookie...— no dejé que terminara cuando empecé a besarlo con desesperación, el se removía hacia mi y no evite bajar mi mano hasta su abdomen, metiéndola entre su camisa. — Ahh, estás frío. — Sonrió juguetón y se lamió los labios.

— No hagas eso Minnie porque me harás perder la cordura —.

Y no le importó porque lo volvió a hacer, no lo pensé dos veces y de un movimiento le quité aquel pantalón que me enfadaba, dejándome ver la erección de Jimin.

— Tsch, me da pena que me veas de esa manera Jungkook.— se tapó la cara y lo acerqué a mi poniendo mis manos sobre su trasero.

— Es que me vuelves loco, ¿cómo no podría mirarte así?. — Jimin alzó su vista y me acarició las mejillas mientras se movía haciendo que nuestros miembros rozaran.

— También me vuelves loco Kookie — cerró sus ojos y note lo mucho que estaba disfrutando aquello, lo cargué y caminé de nuevo hacia la sala sentándolo a horcajadas en mi.

Empezó a moverse sobre mi miembro, me quitó la camisa y me acosté, dejando a Jimin sobre mi.

— Mmh Jiminniee —.

— ¿Puedo quitarte también el pantalón? — asentí y lo zafó de un tirón.

Volvió a montarse en mi y esta vez yo le baje su ropa interior, el alcohol y la excitación se había mezclado a la perfección en mi cuerpo. Jimin gemía y de vez en cuando se mordía el labio sin dejar de mirarme.

— ¿Te gusta? — pregunté tomándolo por la cintura.

— Mucho Kookie — se restregó más en mi y se inclino dándome un beso — ¿por qué me agarraste el trasero? aprovechado — rio dejando sus ojos en dos medias lunas.

— Porque desde hace rato que quería hacerlo, ¿no puedo tocarlo? —

— Hmmm. — Sonrió de una forma pervertida y se bajo de mi poniéndose de rodillas; cuando me estaba reincorporando él se había puesto en cuatro. — Vamos conejito, desmuéstrame entonces que querías tocarme —.

No podía creer que aquel era mi tierno e inocente novio.

— ¿Seguro? — alcé mi ceja.

— Demasiado — gimió bajito. 

Me acerqué a la hermosa vista que me había proporcionando, me bajé los boxers y le metí dos dedos en la boca y mientras los lamía pase mi mano por su miembro.

— Sabes que hacer —.

— Agh  — arqueó su espalda al sentir mi mano masajeandolo y mi primer dedo deslizándose por su entrada. Un segundo entró mientras los movía simulando unas tijeras y me incliné besando el lóbulo de su oreja. — Mmh Kookie — dijo jadeante y metí el tercer dedo.

Mi mano traía líquido pre seminal de Jimin, lo pasé por mi miembro antes de penetrarlo, estaba duro y ver a mi bebé así de sumiso me puso más.

— ¿Listo? — no escuche su respuesta pues lo hice enseguida y el comenzó a gemir, tomé su cintura y comencé mi trabajo.

Con cada embestida mis ganas aumentaban. Estaba cegado en el placer que me provocaba ese chico rubio.

— Uhm Jeon — cada palabra que soltaba me encantaba.

Lo masturbé hasta que se vino, saqué mi miembro de él haciendo que regresara a su posición original sobre mis piernas.

— Siéntate amor — casi podía sentir el fuego que estaba en esa chimenea, la frente de Jimin tenía sudor y yo sonreí de la satisfacción.

— ¿Cómo puedes hacer esto tan bien? — Jimin bajó lentamente siendo penetrado de nuevo. —Ahhh, ummmh~

Comenzó a dar saltitos sobre mí y yo lo jale del cuello para besarlo, su lengua se hizo presente y yo dejé que entrara, se escuchaban los chasquidos de nuestros besos y el sonido de su trasero tocando mi pelvis. Cuando me separe para tomar aire pude ver detenidamente a Jimin, tenía las mejillas rojas, sus labios estaban hinchados y sus ojos brillaban.

— Muévete rápido Mochi — no dudó nada para hacerme caso, y yo no duré nada para correrme dentro de él. Se quitó de encima mío y yo lo miré, mi semen resbalaba por sus piernas, él paso su mano por éstas y luego me miró lamiéndose un dedo. — Y luego dices que soy yo el malo —.

— Quería disfrutar este momento — se recostó y yo fui por la cobija que habíamos dejado tirada enfrente del cuarto.

— ¿Entonces las otras veces no lo disfrutaste? — fingí un puchero y tape con cuidado a Minnie abrazándolo después.

— Si, pero debía controlarme porque no sé — se encogió de hombros— alguien nos podía ver o eso —.

Me reí y dejé un beso en su frente.— No dejas de ser tierno ni un minuto —.

— Ash — giró los ojos. — Gracias por traerme aquí, esta muy lindo —.

A pesar de que eran las 3 de la mañana seguimos platicando de temas al azar, su compañía lo era todo para mi.

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Ya vienen los capítulos más difíciles para mi :(

❅.

항상 너 º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻Where stories live. Discover now