Capitulo 23

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Azul

Todo es azul, sus jeans, pastillas  y sus manos cubren de colores que me matan sin fin, es azul y es azul. Luego todo es gris, su pelo y humo vi que le faltaban los colores que me hacían morir , es azul y es azul. 

Azul: Mal o tristeza. 

La puerta de una habitación oscura sonó tan fuerte al cerrarse dejando escuchar a todos los que se encontraban muy cerca de ahí y sorprendiendo a las dos personas que se quedaron afuera cuando esta se cerró en sus narices.

La habitación era grande, tenía sillones cómodos, una computadora y a lado un teclado y todo lo que se necesita para producir, además de que estaba lleno de cajones. Las paredes era de color gris y no tenían algún cuadro que alegrará el lugar. Lo único que podía alegrar un poco esa habitación era el pequeño rayo de sol que entraba por una abertura de la ventana que se encontraba a la esquina derecha.

Las manos de Irene temblaban y por más que intentaba controlarlo no lo lograba, ella corrió a cada uno de los cajones tirando todo lo que estuviera ahí sin importar de lo que se tratase. Parecía que buscaba algo que era más importante que cualquier cosa.

Encontró un frasco de pastillas que decía vitaminas y rápidamente lo destapo tirando algunas al suelo mientras una de todas ellas quedaba en sus manos dejando ver el color azul, de una forma muy rápida lo ingirió y mientras hacía efecto en su sistema nervioso ella recogió del suelo las que se le habían caído puesto que no quería desperdiciar ninguna de ellas.

Las personas enamoradas piensan con el corazón, algunas lo hacen con la cabeza, pero si tu corazón se ha podrido y la cabeza está llena de mierda ¿con que lo haces? Si todos supieran lo que hace cuando esta encerrada en estas cuatro paredes todos dirían que necesita ayuda, pero todas esas personas no saben lo que siente cuando su cuerpo de pone frió y comienza a sentirse asfixiada como estuviera bajo el agua sin poder salir entonces ve a la mujer que tanto odia y le desgracio la vida en la orilla mientras le sonríe burlándose deseando su muerte.

Había sido salvada, pero fue lanzada una vez más al vacío por esa mujer. Había caído más bajo y sabia que ya no tendría salida, porque ahora tenía que fingir una sonrisa frente a tantas personas mientras su cuerpo es consumido poco a poco por la tristeza, por el enojo, por la impotencia, por el miedo.

¿Cómo había llegado tan lejos? Se había convertido en una persona de color rojo frente a todos, pero a solas el color azul la gobernaba completamente complementándolo con el tono gris de su cabello y el gris de las paredes.

¿Tal vez será hora de marcharse? Cuando llega a su casa después del trabajo siempre escucha un silencio tan escandaloso, entra a su habitación y no hay ningún ruido. Las personas la ven como alguien grande, pero al llegar a esa habitación se siente tan pequeña. Si eso no la lastima entonces ¿Por qué llora?, si eso no la mato entonces esta media viva. Su corazón se rompió y se pudrió ahora lo único que hace es sufrir y ya no tiene razón para quedarse, probablemente debería considerarlo y marcharse.

Seria tan irónico hace unos días le había salvado la vida a una chica a pesar de su miedo al agua y ahora ella era la que quería marcharse. No tiene razón para quedarse, pero tampoco tiene el valor para marcharse.

Las pastillas habían afectado todo su ser y ahora el temblor de sus manos se había esfumado y lo único que hacía era sonreír.

Se puso una gorra y una máscara y salió de ahí cuidando que ninguno de los trabajadores la viera ya que todos podrían el grito en el cielo, al salir de la empresa un taxi ya la esperaba con la dirección que había proporcionado.

Colors /SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora