Nadie como tú (Star vs las fuerzas del mal - AU)

20. El distanciamiento

M: En un movimiento inesperado de la vida, Hekapoo y yo nos hicimos novios. Esta noche, pase lo que pase, jamás se irá de mis recuerdos, ya que ha resultado ser mágica, única, fabulosa. La bella guardiana dimensional me confesó su sentir y, a decir verdad, era algo demasiado impresionante. En esos 16 años de persecusión y locas aventuras a través de diversas dimensiones jamás se me pasó por la mente que ella desarrollaría sentimientos de esa clase por alguien que ella consideraba inferior e indigno. Supongo que el no haberme rendido pudo cambiar su perspectiva sobre mí.

Después de decir que sí aceptaba ser su novio, nos fundimos en un cálido y dulce abrazo que duró unos minutos.

Hekapoo: Gracias, Marco... de verdad... gracias...

Marco: No hay nada que agradecer, preciosa.

Hekapoo: Estoy muy feliz, Marco.

Y al terminar el abrazo, recogí sus botas y mis zapatos, saqué mis tijeras y abrí un portal directo a su guarida.

Marco: Aquí empieza a hacer frío, preciosa. Vayamos a casa.

Hekapoo: Está bien (mi amor).

Cuando llegamos a su guarida me insistió en que me quedara con ella, pero sabía que no podía hacerlo, ya que mañana debía trabajar con la reina Eclipsa con el tratado para la semana siguiente. Ella puso cara triste pero me dió la razón y me dejó ir no sin antes darme un beso muy tierno como despedida.

Hekapoo: Adiós, mi galante caballero.

Marco: Nos vemos, preciosa.

Regresé directo a mi habitación en el castillo de Eclipsa. Y cuando regresé, de inmediato me arrojé a mi cama pensando en lo que acaba de pasar.

Marco: (Wow, eso sí que fue... grandioso... no creí que ella sintiera algo así por mi y menos que me lo llegara a decir.)

Miré el reloj de mi teléfono y vi que ya era más de la una de la mañana, por lo que me di prisa en terminar de arreglar unas cosas para irme a dormir, ya que mañana estaré casi todo el día ocupado con mi entrenamiento y con el asunto del tratado.

S: Me sentía muy mal, demasiado mal: Marco se había ido y sin avisarme a dónde o con quien se iría, y por lo que se, tampoco se lo comentó a Eclipsa. Por mi cabeza pasaban muchos escenarios de lo que podría estar haciendo o donde podría estar. La culpa de todo esto es mía por dejarme influenciar tan fácilmente por Tom y no cumplir mi parte con Marco. Cuando abandoné la habitación de Marco sentía un dolor punzante en el pecho, un dolor tan feo que no había sentido en toda mi vida; y mientras regresaba a mi habitación pensaba en como remediar todo con Marco, ya que se trata de alguien muy valioso en mi vida y no deseaba perderlo por algún motivo.

Star: (Solo espero que regrese pronto para poder hablar con el.)

A la mañana siguiente, los rayos del sol llegaron a mi rostro con calidez y me trajeron de regreso del país de los sueños, y cuando ví el reloj resultaba que era la hora en la que Marco debía estar entrenando con los caballeros; así que pegué un salto de mi cama para levantarme, me puse uno de mis vestidos verdes, mis mallones y mis botas y de inmediato salir corriendo hacia la zona de entrenamiento de los caballeros para ver y hablar con Marco y poner un remedio a todo esto. Decidí saltarme el desayuno por ahora, ya que mi urgencia era más importante que unos hot cakes. Cuando llegué, pude verlo ahí.

Star: ¡Marco! Oye, ¿puedes venir?

Marco: Espera un momento, Star.

Marco estaba terminando un ejercicio de su entrenamiento con un hacha, con la cual estaba cortando un tronco muy grueso. Cuando terminó se acercó tal como se lo había pedido.