10. La sublevación

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Habían pasado cerca de 2 semanas desde la firma del tratado de paz de Eclipsa de parte de la familia Lucitor. Star regresó la tarde de ese día y me fue a reclamar el hecho de haberla dejado sola sin avisarle; pero le resté importancia, debido a que había recibido muchos golpes ese día y no precisamente en mi cara o cuerpo. Mi entrenamiento con los caballeros del Capitán Morel empezaba a hacerse más brutal, pero ya estaba acostumbrado al ritmo e intensidad del mismo y los combates de práctica me ayudaban a pulir mi habilidad con la espada y a mejorar mi resistencia física. Por otra parte, Star ayudaba a Eclipsa con la creación de nuevos hechizos que le permita a la regente del reino sentirse capaz de ayudar de verdad al reino, eran prácticas agotadoras.

Mi sentir por la ex princesa aún permanecía en mi interior y dudo mucho que se vaya pronto, pero al menos ya no me dolía como antes. Tom empezó a visitar con un poco más de frecuencia a Star y yo me empecé a hacer la idea de mantenerme lo más lejos posible durante esos momentos, y, pese a que algunas veces que me topaba con ellos, solo me limitaba a saludarlos y continuar mi camino por otro lado.

Star: (Marco, cada vez te siento más y más lejos de mí... y me duele de verdad...)

Tom: (Te estás esforzando en cumplir tu acuerdo conmigo. Te lo agradezco mucho mi amigo.)

Eclipsa: (¿Porque tienes que sufrir de esa forma, Marco? Nadie debería sufrir por culpa del amor)

Después del entrenamiento de la mañana, fui directo a mi habitación para darme un baño y revisarme, porque había recibido varios golpes en el cuerpo y las piernas durante la pelea de práctica. Sentía dolor en mi pierna derecha pero nada que fuera insoportable, al igual que en la zona del tórax.

Marco: Ouch, esta vez sí me golpearon demasiado fuerte, esto dejara marca unos días.

Después de salir del baño y vestirme con mi ropa habitual, vi que un portal rojo con amarillo se apareció en la puerta de mi habitación y sabía perfectamente de quién se trataba. El ser en cuestión era Hekapoo, que aparecio con su tradicional atuendo de color amarillo.

Hekapoo: Hola, Marco.

Marco: Hola, Hekapoo, es bueno verte.

Hekapoo: Lo sé, Marco. ¿Cómo es la vida ahora que Eclipsa es la mandamás?

Marco: Pues nada mal, ya que he cumplido con algunas misiones como caballero y consejero. Han sido buenas experiencias para mí.

Hekapoo: Me agrada escuchar eso, Marco. ¿Y Eclipsa no ha causado... tu sabes... problemas?

Marco: No entiendo a qué te refieres.

Hekapoo: Seré sincera contigo, Díaz. No se puede confiar en ella, abandonó a su rey para irse con un monstruo y hasta tuvo una hija con el, creó hechizos malignos, es una bruja.

Marco: Tu sabes que te tengo mucho aprecio, Hekapoo, pero te voy a pedir que no digas ese tipo de cosas sobre la señora Eclipsa. He tenido oportunidad de tratarla un poco más de cerca y no es alguien que tenga malas intenciones, por el contrario: está buscando la paz entre reinos y entre mewmanos y monstruos.

Hekapoo: Los monstruos ¿en paz con los mewmanos? No me hagas reír. Ellos no tienen sentimientos, son incapaces de convivir con mewmanos, son asesinos. Y ella da preferencia a esos... asquerosos seres por encima de los mewmanos.

Marco: ¿Y qué diferencia hay en la forma en que los monstruos han sido tratados por los mewmanos a lo largo de varios siglos, donde otras reinas atacaron sin razón o invadieron tierras que no les pertenecían? Ambos lados causaron odio, dolor, diferencias difíciles de tratar. Hay que hacer algo para que podamos llevarnos bien todos y que las rencillas se detengan.

Nadie como tú (Star vs las fuerzas del mal - AU)Where stories live. Discover now