》"Prostituto"《.Adrien Agreste -TERMINADA-

-Sabor agridulce-

Suspiró cuando pudo alejarse de Marinette, estaba segura de que ambas se estaban irritando con sus inversas presencias pero aún así seguían con una sonrisa falsa.

A pesar de ello, ya estaba hecho, se estaba jugando su cabeza, la de Adrien y la de muchos pertenecientes a la mafia, pero era la única forma de matarla, no sólo a ella, sabía que Elsa la acompañaría y de esa forma acababa con los dos problemas, problemas que sólo ________ podía resolver.

Nada más llegar a la mansión, estuvo Coraima para recibirla. Ninguna dijo nada ya que con las miradas bastaba, por lo tanto la cabecilla de todo ello subió por las largas escaleras principales del lugar, sus tacones negros no se hacían de notar por la lujosa alfombra esta vez tono azucena. Y como si un infierno la estuviera esperando tras la puerta de la habitación de Adrien, tocó la puerta, pero luego cambió de opinión y se repitió que ella era una mafiosa, que no lo suplicaría ni trataría con más cariño al chico que la avergonzó en frente de Jack. Por lo tanto entró al lugar con aire fingido de importancia y tras esperar algo horrible, sólo encontró a un rubio sentado en el suelo, con los ojos rojos e hinchado de tanto llorar, el cabello alborotado que comenzaba a crecer, con una mano en puño y la otra sujetando algo que se podía ver.

—¿Por qué?—Murmuró él y _______ dejó todo aquel pensamiento de superioridad aunque consiguió tensarse, pero no dijo nada, sólo se quedó en la puerta principal contemplando.—¿Por qué lo hiciste? Confiaba en ti, creía que sólo me querías a mi, que la dejarías en paz.— La latina pestañeó un par de veces confusa, hasta que por fin habló.

—No te entiendo.—Su tono salió algo rasposo, como si se le hubiese secado por completo la garganta, pero sólo estaba nerviosa y confundida.

—Fuiste tú, le dijiste a tu amigo el mafioso que la matara, que matara a mí Marinette. Te lo había rogado muchas veces, después de que teníamos sexo te lo rogaba, es cierto a veces me ignorabas y otras veces asentías como si de verdad me escucharas, pero ya veo que no. He intentado encariñarme contigo para poder adaptarme pero no lo consigo, no consigo enamorarme de ti.—_______ suspiró con cansancio y estaba muy cansada de todo, ya no valía la pena nada, después de todo la azabache aún no moría, aunque lo haría tarde o temprano, pero ya no podía aguantar más a Adrien, ya no podía seguir arrastrándolo, a pesar de que sabía cosas, hasta aquí llegaba su viaje.

— Eres libre, si es eso lo que querías, tienes tu libertad, pero con una condición, podrás marcharte después de acompañarme a la última fiesta que será dentro de poco, de ahí, te podrás marchar, no te retendré más.—Y tras decir eso la joven se marchó, cabizbaja con las lágrimas amenazando con salir, pero iba a suceder y ________ sentía tanto amor por Adrien que no podía matarlo, se arriesgaba a muchas cosas, pero no podía matarlo, no lo soportaría. Ella si lo amaba a él, pero él a ella no y por mucho que hiciera el intento, el amor no se puede forzar.

El joven de ojos esmeraldas se quedó sin palabras, aún no podía creer que había conseguido su libertad, parecía un sueño como los que había tenido desde que llegó a esa temible mansión, sonrió al ver que la latina se daba la vuelta, aceptó sin pensárselo 2 veces y se marchó a su habitación.

—¿De verdad lo vas a hacer?—Preguntó Miguel que observaba la situación, ella lo miró y suspiró.

—No puedo, está condenado, pero no quiero decirle que como salga de esta mansión morirá, quiero que sus sentimientos sean los que escojan, "libertad" o prisión.

—En realidad quieres que elija entre tú o Marinette.—La latina soltó todo el aire que estaba reteniendo cuando dijeron la verdad sobre el asunto y no pudo negar nada, así que solo se marchó, deambuló por los pasillos de la mansión y llegó hasta la habitación de Agreste, la cuál creía que estaría sola porque hace poco había visto al ex-modelo caminar por los jardines y observar atentamente la rosa negra.

Ella no pudo evitar acostarse en la habitación, tomar una almohada y sentir todo el aroma de Adrien, una pequeña lágrima salió de uno de sus ojos pero obligó a las demás que se quedaran sin derramar, era una orden que se cumplió, pero logró quedarse dormida tan solo 15 minutos cuando abrió sus ojos y lo primero que vio fueron las orbes verdes.

Ninguno se dijo nada a pesar de que la de cabello oscuro había ido directa a atacar los labios rosados del joven, después de todo las palabras eran innecesarias y más cuando los besos comenzaban a provocar una atmósfera caliente. El rubio quitó con desesperación la camiseta de ________ y a la inversa, muy pronto cualquier prenda estorbaba y solo se separaban para respirar aire, a pesar de los sentimientos tan contradictorios que tenían ambos, sus cuerpos encajaban a la perfección como dos piezas de puzzle, por lo tanto el cuerpo de la chica sabía lo que él deseaba y el chico sabía que necesitaba ella. Los gemidos inundaron la habitación y el rubio se movía dentro de la pelinegra con un sin freno como si no conociera límites, ya que a pesar de que ambos llegaran al clímax varias veces no paraban, pero esta vez era distinto porque las manos de la joven recorrían el cuerpo del oji esmeraldas como si pretendiese memorizarlo y mientras tanto Adrien dejaba cualquier marca suya como diciéndole a cualquiera que aquel cuerpo le pertenecía aunque lo que Agreste pensaba era que iba a dejar un recuerdo de él porque esa sería la última vez que tendrían sexo, la última vez que sus cuerpos estarían en total acuerdo sin necesidad de pensamientos ni palabras que los llevase a una disputa.

Pero como todo lo bueno acaba, al igual que después de la luna sale el sol, nada más sentir cansancio se separaron como si nada hubiese pasado, después de todo ya se habían acostumbrado, las últimas 300 veces que lo hicieron en todos esos meses ya les había enseñado como debían actuar, después de todo un último polvo de despedida no le venía mal a nadie, aunque dejaba un mal sabor de boca el solo pensar que no podían hablar como dos verdaderos amantes.