》"Prostituto"《.Adrien Agreste -TERMINADA-

-Tortura-

⚠️NO LEER SI ERES SENSIBLE⚠️ (No hay tanta explicación sangrienta pero igual)

Los sujetó de la camiseta con fuerza y los ojos esmeraldas de Adrien expresaban  el verdadero terror que emanaba los claros ojos de Jack.

—Podría ofrecerte lujos, una vida mucho mejor que cualquiera te podría ofrecer, incluso de la que te podría ofrecer _________, pero por supuesto a cambio de tus servicios. Tú ofrecias tu culo y yo te daba la vida perfecta. Pero eso era antes de que rompieras mi honra.—La otra mejilla de Agreste fue impactada por la otra mano de Frost y el francés no tuvo opción de escupir la sangre. Se arrodilló y empezó a llorar, el ruso entonces empezó a disfrutar.

—¡Mátame si me vas a matar joder!¡Hazlo!¡Saca cualquier mierda que vaya a usar y clávamela en la cabeza!¡Ya no quiero vivir!—El chico francés exclamaba rindiéndose ante todo, rogando que una muerte rápida fuera la solución de su desgraciada y mísera vida, pero el oji-azul negó con lentitud.

—Sería un placer créeme, matarte aquí, hacerte gemir del dolor, apreciar como tu belleza no te sirve de nada ante la muerte, realmente me provoca una satisfacción, casi podría decir que me pone.—Jack rió con verdadero gusto y Adrien pensó con más razón que el mafioso no le faltaba solo un tornillo sino que la ferretería entera.—Aún así no puedo, me decapitarían si lo hiciera, pero no hablemos. He venido a disfrutar, levántate escoria.—El joven Frost le brindó una patada que hizo caer hacia atrás al prisionero, a pesar de eso el último mencionado se levantó humillado y fue detrás de Jack que se había adelantado por un pasillo de colores oscuros que cuanto más se avanzaba más tenebroso se hacía.

Y el albino estaba seguro de que el de ojos esmeraldas no haría nada en su contra porque apreciaría su verdadero final. El poderoso hombre entró en una única puerta de roble que había al final del eterno pasillo y Adrien al traspasar por la puerta encontrándose en una habitación oscura, fue agarrado por dos fuertes e invencibles hombres de blanco los cuales lo llevaron a una silla y lo ataron, esta vez Agreste protestó y pataleó, pero instantáneamente se impresionó mas cuando una débil luz se prendió y se observó a una joven bastante delgada y de ropa negra rasgada apreciándose parte de su tez blanca amoratada, su cabello azabache tapaba su rostro, sus ojos cubiertos por una venda y la boca tapada para no poder gritar, pero igual se escuchaba como emitía sonidos de llantos y de pedir ayuda.

El cerebro de Adrien juntó las piezas y sólo una persona se podría parecer a la que tenía enfrente.

—¡Marinette!—Gritó con euforia como si eso fuese a salvar a la jovencita del encuentro con la muerte.

—Es una verdadera hermosura, lástima que termine esto aquí—Susurró Jack que se apareció detrás de la azabache con un gran cuchillo.

—¡No la toques desgraciado!¡Lo pagarás caro como la dañes!—El ruso tosió un poco y cerró para luego abrir sus ojos, fingir miedo, burlarse y reír hasta llorar.

—Los príncipes que se creen héroes como tú, me dan tanta lástima, piensas que puedes salvarla pero estás más atrapado que una rata en una casa llena de trampas. Sabes te voy a hacer el placer de contemplar como acabo con la vida de está pequeña cervatilla.—Hizo una metáfora hacia la joven de la silla que suplicaba en un llanto profundo la libertad y sin más preámbulos clavó el cuchillo en la pierna de la chica la cual gritó, grito que se escuchó a pesar de las vendas. —Ups, se me ha caído el cuchillo culpa mía.—Mencionó el albino fingiendo culpa.

—Desgraciado.—Murmuró Adrien agachado la cabeza y soltando las primeras lágrimas,  las cuáles iban a seguir hasta convertirse en un mar de llanto.

—Pero no, aún no viene lo mejor—Soltó el oji-azul.—La función no ha empezado todavía.—Le quitó la venda de la boca a la chica, la cual sólo podía emitir sonidos.—La encontramos por las calles de los bajos rumbos, dijo creo que se llamaba...amm creo que Marinette ¿no?  Si eso, Marinette Dupain-Cheng, no emite palabras ya sabes, la pobrecita trabajaba en un prosti.—

—¡Cállate!¡Mientes!—Jack hizo un leve movimiento de cabeza indicándoles a sus sirvientes que sujetaran a Adrien  obligándole a ver ya que está tenía los ojos cerrados.—¡Soltadme! ¡No quiero ver!

—El de las órdenes soy yo, así que calladito te ves más bonito.—Hizo un raro movimiento sujetando un cuchillo, él susurró algo a la joven azabache y se lo clavó en un hombro, esta gritó a más no poder y su lágrimas salían a través del pañuelo empapado que tenía por la agua salada que salía de sus ojos.

—¡No!¡Déjala no te ha hecho nada!—Suplicaba el joven que estaba totalmente horrorizado por la situación, sin más opción que poder observar como la sangre salía de la que él creía que era Marinette.

—¿Ya estás muriendo?—Preguntó Frost sádicamente al ver como la joven agonizaba lentamente—¡Ni es justo! ¡No me he divertido del todo.—Agarró un bisturí, y lo pasó con rapidez por uno de los pálidos brazos de la chica provocándole que este tuviera un gran y profundo corte, la joven dio su último grito.—Eres aburrida, ves eso te pasa por morir antes de tiempo.—El mafioso bufó con aburrimiento y se limpió la sangre.—Tenía grandes esperanzas para ti, como romperte las uñas lentamente, romperte la yugular y que te desangraras dolorosamente. Pero no iba a perder mi tiempo contigo.—Hizo otro movimiento de cabeza y los ojos y la cabeza del rubio dejaron de ser obligados a presenciar tal espectáculo.

—¡Eres un mounstro!¡No te hizo nada!—Jack fingió ofensa y luego dio una pequeña risa.

—¡El problema eres tú!¡Causas problema! Eres un estorbo, no sirves para la mafia, tenías sentimientos por esta chica que es otra cosa inútil, agradéceme porque ahora te he quitado un peso menos de encima, ya puedes dejar de contar los días para que ella te venga a rescatar, pierde la cabeza si es necesario pero asume que nunca serás libre.—El oji-azul tiró el bisturí por cualquier parte de la habitación, indicó que lo soltaran nada más salir del lugar, el eufórico y horrorizado chico francés fue tras Frost con la única intención de acabar con él.

—Chao, chao.—Dijo el albino apuntándolo con una pistola en la cabeza cuando este se asomó por la puerta. Adrien esperó su fin, para luego desplomarse en el suelo.—Trabajo hecho, recoged todo.—Se marchó por donde vino y estaba completamente preparado para lo que iba a suceder dentro de poco.

¿Esperado o inesperado?