》"Prostituto"《.Adrien Agreste -TERMINADA-

-Enfrentado-

Jack sintió como un gran enfado se apoderaba de su cuerpo, pero él mantenía en su mente que no tocaba mierda y menos como lo era Adrien.
Así que se mordió el labio inferior con tan enfado que se provocó sangre.

—Aún no puedes matarlo.—Soltó ______ quien parecía que leía los pensamientos del oji-azul.—No ganamos nada con matar a un familiar de Axel.

—Pero él lo odia.

—No será así cuando se entere de que la única culpable es Marinette Dupaing-Cheng, cuando salga a la luz la verdad y él se entere de que asesinaste a Adrien, su única familia no le va a hacer ni una pizca de gracia. Es de mi propiedad y a pesar de nuestro trueque yo tampoco voy a permitir que lo mates, si gustas podrás perturbarlo para que aprenda la lección.—Y Jack sabía a que se refería ________, jugaría con los pensamientos del rubio, traería a una víctima que se parecía a alguien que el francés añoraba.—Mientras tanto termina los preparativos, Adrien va a estar presente en la fiesta donde Marinette será asesinada por Axel.

—Está bien.—El ruso salió por la puerta  no sin antes hacer una reverencia porque mirase por donde lo mirase ella era superior al chico y muy pronto ________ se desplomó en el suelo del dolor que llevaba aguantando durante todo el teatro que se había montado en tan solo 10 minutos.

Y no faltó mucho para que los gritos de dolor se escucharán por la mansión.

—¡La puta anestesia!¡Ya!¡Es insufrible esto joder!—Se quejaba la joven jefa.

—No la he tocado señorita.—Contestó Daniel refunfuñando pero _______ no para de gritar con la mayor exageración posible, desde que había recuperado el conocimiento.

—Señorita, le quitamos la bala hace 5 horas.—Contestó Madeline apareciendo por la puerta con una bandeja de plata y en ella un té caliente lo más probable que fuera una valeriana para que la latina dejara de llorar y se calmara, también que se fijara que estaba en su habitación, al igual que se diera cuenta que tenía el hombro vendado y que el sol estaba por caer.

La joven se comportó como una niña pequeña y les costó un mundo conseguir que se tomara la valeriana, con la cual se acabó tranquilizando y con un poco más de paciencia que se durmiera.

Mientras se observaba cómo el sol caía desde la ventana de Adrien y el chico no paraba de dar patadas a lo primero que se encontraba logrando que la arreglada y bonita habitación que tenía se convirtiera en un completo cataclismo.

—Solo quería preocuparme por ella.—Hablaba en voz alta mientras daba vueltas al darse cuenta que no tenía nada más que romper.—Quería ser amable y ¿ella me lo agradece así? ¡Fui un gilipollas! ¡No, no fui yo! ¡Fue ______ por no darse cuenta del pequeño aprecio que le demostré! ¡Mierda!—Dio una última patada a una pequeña cómoda y de ahí salió el pequeño colgante que con uñas y dientes había protegido durante tiempo, era lo último que le quedaba del tiempo donde era prácticamente feliz.
Acabó por calmarse y se apoyó contra una pared, era un colgante que mantenía una foto de su amada, Marinette, lo que según él le permitía no caer en una profunda locura.

—¿Cuándo vas a venir a por mí?—Hizo una pregunta que nunca tendría respuesta, aún así lo intentó, lo preguntó mil veces hasta que tiró el colgante a alguna parte de la habitación para después encogerse y llorar. No sabía que iba a ser de él a partir de ese momento, había cometido un error muy grave aunque quisiera mentalizarse que no era culpa suya. Quizá ______ empezaría a pegarlo, el chico ruso lo torturaría hasta morir , quizá el chico de la otra vez lo violaría o que incluso lo quemaría vivo y luego sus restos se convertirían en comida para perros, habían más de mil posibilidades, pero ninguna era buena y en esa situación no podía pensar que lo dejaría ir.

La puerta se abrió y Adrien alzó la mirada dándose cuenta de que la oscuridad de la noche había inundado su recámara, pero esto fue perturbado por la luz que salía desde la puerta donde destacaba una figura la cual enseguida reconoció: Madeline.

—Levanta y deja de llorar.—Habló con una voz delicada, pero a su vez tenía un presentimiento que su fin estaba tocando literalmente la puerta de su habitación. A pesar del miedo que invadía al pobre joven no puso resistencia, no habló y sólo hizo caso sumiso como debía haber hecho desde que ______ le brindó su confianza.

Los dos bajaron por las escaleras principales, Adrien no paraba de temblar. Fue llevabado a grotescos empujones hacia un lujoso coche blanco, las lunas de este estaban tintadas seguramente blindada al igual que el automóvil. El camino hacia su muerte empezó cuando se puso en marcha el coche, estaba tan aterrorizado que no podía rezar en sus últimos momentos de vida, a pesar de había pisado la Iglesia 2 veces en su vida. Puede que fueran por los nervios pero salir de ese laberintico bosque y llegar hasta otra mansión se hizo tan rápido como recuperar el aliento que llevaba reteniendo algo de tiempo.

Ella a una gran casa que tenía un jardín hermoso y con estatuas de bellas criaturas, demasiado bonitas para decir que eran ángeles, aún así Agreste sólo se fijó en como volver a aprender a caminar. Una joven sirvienta de rasgo orientales abrió la puerta y lo llevó entre un pasillo con suelo que parecía de cristal y paredes blancas, todo tan pulcro que según el joven se habría manchado mil veces de hombres o mujeres que hacian tratos que al final no podía cumplir.

—Aquí está señor.—La sirvienta hizo una reverencia cuando entraron al salón príncipal, el joven de ojos verdes perdió todos los colores de su rostro cuando sus orbes detectaron a Jack el cual había vuelto hacia sólo unos minutos, estaba sentado en uno de muchos elegantes sofás de terciopelo negro y cruzado de piernas, el chico se veía más sexy de lo que era, con la chaqueta de cuero, una camiseta negra que se apegaban a su torso y unos simples jeans, con unas vans blancas. Parecía el verdadero rey de los infiernos, por tal belleza que se postraba ante los ojos del francés, pero este no podía apreciarla en ese momento.

—Te puedes retirar.—Respondió el ruso como si fuera el más importante del mundo, pero aún así la chica hizo una reverencia dándole una mirada de lástima hacia Adrien.

Mientras tanto Agreste seguía temblando.

—Ya no eres tan valiente como antes, ¿no es así gallito?—Cuestionó Frost el cual se había levantado y caminó en círculos rodeando al rubio como lobo que va a atacar a un pequeño y desprotegido conejito.

En una milésima de segundos el oji-verdes sintió como su mejilla derecha ardía y sabía por el sabor metálico que hizo presencia en su boca que el golpe había sido lo suficientemente fuerte como para herirlo, aunque el ruso no pensara lo mismo. A pesar del todo, el chiquillo francés no emitía ni un sonio, ni una sola palabra y por lo tanto ese silencio estaba matando a Jack provocando que este perdiera la poca paciencia que tenía.