Capítulo 75 Escoltas.

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Me miré al espejo y la mejor versión de mi misma que pude lograr con el vestido y el maquillaje me sonrió.

Lo haces bien, Hopy, ahora ve con tu familia. La fiesta que has querido por tanto tiempo por fin es está noche.
Tu chico ideal va a llegar por ti en un momento y todo irá bien.

Abrí la puesta de mi habitación al mismo tiempo de Sky la suya. Fue bastante gracioso.
Ambas nos miramos en el pasillo sonriendo.

—Te vez hermosa, hermanita— me dijo desde el otro lado del pasillo.

—Tu igual— me acerqué a su puerta y nos abrazamos. —Me alegra que esperara papá a ponerte en la escuela con nosotros. Esto de la organización me hubiera vuelto loca si no lo hubiera hecho contiguo.

—A mi igual— se rió. —Es reconfortante tener a alguien a quién dirigir cuando estás nerviosa.

Nos alejamos un poco y limpió el contorno de mis labios.

—¿Segura que puedes ver sin tus lentes...?

—Sky...

—Perdón. No puedo evitarlo— rió. —Los puse en tu bolso de mano junto con labial extra por si...

—Estoy lista, tranquila.

Nos miramos un momento a los ojos en silencio como pensando millones de cosas sentimentales que quisiéramos decirnos pero que al mismo tiempo no nos gustaría que la otra supiera.
No éramos muy sentimentales, pero está noche nuestros ojos hablaban solos.

Me dio un beso en la frente y me abrazó por última vez antes de bajar las escaleras.
Mi padre, Dean y su flamante novia y el novio de Sky nos sonreían expectantes.

A través de la ventana, desde afuera en la calle escuché carcajadas. Me volví rápidamente a las cortinas que no me dejaban ver nada y todos a mi alrededor comenzaron a reír.
Sabían algo que yo no.

—Me pidieron esperarte afuera para darte la sorpresa— dijo mi padre.

Sonreí ampliamente y tomé mi vestido para levantarlo y bajar los escalones que me faltaban.
Me apresuré a la puerta y cuando la abrí no pude hacer nada más que cubrirme el rostro para que no vieran mi expresión de emoción y sentimiento.

Los River's estaban ahí frente a mi jardín. Se ajustaban el saco o las corbatas y lucían espectaculares.
Sus motos habían pasado por pintura y carrocería hasta quedar impecables, brillantes y sin un solo rasguño.
Afeitados, perfumados, vestidos y arreglados me esperaban en grupo junto a mi camioneta, detrás de la cual habían puesto todas las motos.

—Oh, miren nada más— dijo Tanner y todos me miraron. —¡Que belleza!.

Aplaudió y eso desencadenó que todos los demás también lo hicieran. Algunos comenzaron a silbar como si se tratara de una celebridad.
Muy a su manera me demostraban que les gustaba como me veían y me parecía muy tierno.

—No tenían que hacer todo esto por mi— di un par de pasos más al frente y ellos se acercaron rápidamente.

—No habíamos tenido una chica n club para hacer cosas especias como estaba para ella. Además, Hurley y Kas también se graduaron, tenemos que festejar— Joe me tomó de los brazos y me obligó a descubrirme el rostro. —Miren nada más esa hermosura...

—Basta— dije poniéndome roja.

—Estás realmente espectacular— escuché decir a Bob.

—Ustedes no le piden nada a los hombres de negro— me crucé de brazos. —¿De dónde sacaron esa ropa?.

—La madre de Bob es modista— Tanner le pasó un brazo por los hombros a su amigo. —Los pedimos hace meses.

Miré detrás de ellos hacia las motos.

—Oh, eso...— encogió los hombros, —estamos de gala esta noche. Lo que me recuerda.

Hizo una seña para que todos se movieran y de pronto, luego de muchas vueltas de parte de los chicos que no se habían aprendido bien sus posiciones, Tanner me había ofrecido su brazo mientras que Joe abría la puerta de la brillante y recién sacada del autolavado Jeep.
Los demás hombres en traje elegante se habían montado en sus motocicletas y las habían encendido luego de ponerse los cascos.

—En está velada seremos sus escoltas, señorita— dijo Tanner. —Ahora si me permite podré llevarla hasta la camioneta donde su acompañante la espera.

Sonreí y le tomé el brazo. Levantó mi mano y besó el dorso caballerosamente.

Cuando estábamos por llegar a la Jeep y los estridentes motores de las motos River's hicieron imposible que nos escucharan los demás. Mis piernas comenzaron a temblar y sin darme cuenta fui más despacio.

—Siento tu tensión, Hopy— me dijo sin parar de caminar ni mirarme. —Creí que estabas emocionada.

—Lo estoy...— me tragué el nudo en mi garganta. —Kas...

—En casa— respondió rápidamente. —No va a ponerte incómoda.

Mi corazón volvió a romperse.
Quería verlo, quería tenerlo ahí para bailar conmigo una canción romántica y sentir que todo iba a mejorar.
Quería verlo a los ojos y sentir la frescura de su personalidad empujarme a saltar del barco con él, lo que sea que esa endemoniada frase significa.

—De acuerdo— solté.

—Todo va a salir bien, preciosa— de reojo lo vi sonreír. —Está noche no va a pasar nada malo, te prometo que será especial. Ya has pasado por mucho.

—De verdad lo espero, amigo— miré el suelo.

—Nosotros nos encargaremos de eso, y si surge algo entonces nos ocuparemos antes de que te des cuenta. Te lo prometo.

Tomé aire y sentí tratando de sentirme bien. Ellos no dejarían que pasará algo malo, por lo menos eso sí era seguro.
Levanté la vista y el chico al volante de la Jeep me sonrió. Era Marcus, con su traje gris y su peinado perfecto.

Subí a la camioneta y Tanner cerró la puerta.

—Hola— me sonrió. —Te habría ido a buscar a la puerta y todo pero tus amigos ya tenían su propio plan. A lo mucho logré que me dejaran llevarte.

Me reí.

—Tranquilo, todo es perfecto.

Me guiño un ojo y encendió las luces.

—Bueno, entonces no querrás arruinarlo llegando tarde. Vámonos.

Y así comenzó la que yo esperaba fuera mi noche perfecta.
Lo extraño era que, aún con los chicos escoltandome y una espectacular cita manejando mi camioneta, no me sentía como si estuviera en la noche perfecta.

Un nudo en mi garganta me dificultó la tarea de respirar.
Llenaba de aire los pulmones en silencio Peri no parecía ser suficiente.

Abrí la ventana sin importarme mi peinado y dejé que la brisa fría me golpeara el rostro.

—Te vez angustiada, Hope— escuché que me decía Marcus. —Dime si algo te incómoda.

—Te lo diría si lo supiera— susurre.

Vamos, Hope, ¿por qué quieres llorar ahora?.
Tienes todo lo que necesitas y quieres, no hay razón para sentirse así...

¿Soy mala ahora?Where stories live. Discover now