Capítulo 68 Incómoda.

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Quería tener esa cita con Marcus de una maldita vez para quitarmelo de la cabeza y saber de una vez si sentía algo que valiera la pena por él definitivamente no tenía que torturar más a nadie con el asunto.
Lo que me dijo Kas no hizo más que confundirme y dejarme claro que lo que menos quería era que sacrificara sus sentimientos por mi. No haría que cada vez que yo quisiera salir con alguien él estuviera ahí viendo el proceso. Era enfermizo.

—¿Hace rato dije algo que te molestara, bombón?— preguntó él cuando llegamos al River's.

Los chicos nos habían dicho que cuando mi padre y mis hermanos llegaron ellos decidieron dejarles la casa para no ser tan invasivos. Seguramente habían hecho un desastre y no querían ser culpados.

—No, ¿por qué lo dices?.

—Estás muy callada desde que escogimos los zapatos— me miró un segundo pro luto volvió a la carretera. —Si te incomodó, te juro que lo dije por...

—No es eso, Kas— lo interrumpí. —Es otra cosa.

—¿Quieres contarme?— negué con la cabeza. —De acuerdo.

Llegamos al River's y como lo hizo o en el centro comercial me cargó y me dió las muletas para que pudiera bajar.
En cuanto entramos al bar me di cuenta de que había muchas personas e incluso más mujeres.

—¿Invitaron a otros clubes?— le pregunté a Tanner que estaba sirviendo tragos en la barra.

—Pensakos que si veías más llenó aceptarías que este bar sólo sea para motociclistas y mochilas.

Me reí.

—¿Qué tienen en contra de las personas que va a sesenta kilómetros por hora?.

—Ellos tendría mucho que decir de nosotros, ese es el punto— señaló a una pareja que se besaba apasionadamente mientras ella estaba sentada sobre una pila de cajas de cerveza. —Cualquiera que no fuera biker ya nos hubiera mandado a clausurar.

Asentí.

—Buen punto. Ustedes ganan— dije y él chocó los cinco con Kas. —Que bien que hay tanta gente, así no se tan extraño. ¿Recuerdan la cita que tengo pendiente con Marcus?.

Asintieron no muy seguros.

—El enfermero idiota— dijo Tanner.

—Quiero tener la cita hoy— miré hacia el frente para no tener que ver sus expresiones. —Aquí. En un rato, lo llamaré ahora mismo y quiero que se mantengan cerca.

Se quedaron un momento en silencio pero Tanner el primero en hablar.

—¿Para qué nos quieres a nosotros?— preguntó. —¿Por qué aquí? ¡Que gaste en un restaurante! Los enfermeros ganan bien...

—¡Por que si quiero escapar puedo hacerles una señal y ustedes me intentarán una excusa para sacarme del problema!.

Me gire a verlos y Kas tenía cara de miedo.

—¿Qué pasa? Dijiste que estarías conmigo...

—Ya se lo que dije y no mentí— cruzó la barra y tomó una botella. —No pensé que tan pronto, no estoy preparado aún. Tengo que embriagarme.

Se bebió el shot que se había servido y luego tomó el triple de cantidad directo de la botella a la boca.

Tanner me tendió el teléfono fijo del bar.

—Toma, llámalo. Solo ten en cuenta que si dice o hace algo fuera de lugar lo sacaremos a patadas en el culo del bar, niña.

Y así lo hice. ¿Qué era lo peor que podría pasar? ¿Que me dieran cuenta de que no me interesaba y que le pidiera a los chicos que me sacaran con alguna excusa de la cita?.
Estaría en un ambiente controlado, en mí círculo, no corría peligro de ponerme incómoda y tener que soportarlo toda la noche, además de que Marcus era un chico encantador, no había porque temer.
Quizá descubriría que de verdad me gusta y salga más seguido con él. Con el tiempo él y yo formaremos tal vez una linda pareja que los River's tengan que aceptar. Kas seguiría siendo mi amigo, no habría porqué preocuparme

—Entonces les dije a mi madre que en realidad quería ayudar a los doctores a salvar vidas y estudié enfermería— asentí como si hubiera puesto mucha atención a todo lo anterior que Marcus me había dicho.

No hablaba mucho y cuando yo estaba contándole sobre mis hermanos él me escuchó atentamente incluso haciendo comentarios graciosos de vez en cuando. Yo trataba de verdad de que lo que me dijera me mantuviera centrada en él, aunque lo que me decía era realmente interesante y yo lo miraba fijamente a los ojos mientras comíamos aros de cebolla en la mesa del centro del River's, no podía evitar que poco a poco llevar los ojos hacia las mesas de los reservados detrás de Marcus.

Kas estaba ahí con Tanner, Joe y Bob. En las demás mesas estaban repartidos todos los demás River's mezclados con los otros clubes. Todos discretamente vigilando cada gesto que yo hacía esperando el momento de correr al guapo enfermero que estaba comiendo conmigo.

—¿No sé enfadó porque quisieras estudiar algo más?— pregunté.

—No. En realidad...

Y volví a distraerme.
Detrás de él, Tanner y Bob trataban de mantener sentado a Kas, quién hace un rato ya había manifestado ganas de levantarse de la mesa. Ellos simplemente le daban un empujón al sillón de nuevo y le daban otro trago. A este paso él ya estaría vomitando en el baño pronto.

—Literatura— respondí a la pregunta de Marcus. —Por que me gustan mucho los libros.

Lo miré los ojos dejando de lado a Kas y sus intentos fallidos de levantarse y me encontré con una mirada confundida.

—Hope, ¿estás segura de que quieres salir conmigo?.

Su pregunta me asusto. ¿Qué dije mal? ¿Se dió cuenta de que estaba mirando a Kas?.

—¿Qué? ¿Por qué?.

—Porque te pregunté por tu comida favorita, no por lo que quieres estudiar— se rió y cruzó los brazos.

Me cubrí el rostro con ambas manos.

—Lo lamento mucho. No sé dónde tengo la cabeza...

—No eres tú el problema— se inclinó hacia mí como queriendo susurrarme. —Solo creo que este lugar no es el mejor que pudimos haber escogido para nuestra cita.

—¿Por qué?.

—No me malinterpretes, no tengo nada contra la cerveza y los aros de cebolla pero... ¿no crees que sería más cómodo estar en un sitio donde no nos vigilaran?.

Miré a mi alrededor y los hombres que nos miraban fingieron no hacerlo.

—Solo quieren cuidarme— sonreí.

—Lo sé, lo sé— levantó las manos. —Solo que me gustaría llevarte a un lugar donde pudiéramos cenar sin que estuvieras al pendiente de tu ex bebiendose todo el almacén del bar.

Me quedé callada un momento observando la situación.

Marcus no había sido grosero, solo estaba expresando su inconformidad amablemente y quería llevarme a dónde pudiera conversar conmigo sintiéndose cómodo.
No había razón para tenerle miedo a una cita con Marcus. Estaría bien.

—De acuerdo, ¿a dónde quieres ir?.

¿Soy mala ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora